Camino de El Pueyo. Staehelina dubia.

Las comunidades vegetales que habitan al abrigo de la carrasca tienen una discreta compañera.
Stahelina dubia usa con discreción los verdes pardos, y aun formando capítulos, éstos son estrechos y poco llamativos. Las flores tan apenas sobresalen de un ahusado involucro, y sólo cuando maduran brillan con la luz atrapada por los blancos vilanos de los frutos. En este modelo de discreción el caminante podrá observar un halo de elegancia en las leves ramas y hojas.
Linneo dio nombre a esta planta e inauguró el género. Bajo el tórrido calor de agosto en las tierras del somontano de Barbastro, Stahelina dubia espera a la sombra de las carrascas de El Pueyo.

Pico Peiralun - Peyrelue

Este sencillo pico ( en caso de no acometer la arista que lleva a la verdadera cima) permite disfrutar de una amplía panorámica sobre la cabecera del Alto Gállego, además de proyectar la mirada sobre los valles vecinos tanto españoles como franceses. Es un lugar cercano a la vez que solitario. La mayor parte de los excursionistas se adentran en el sector occidental del Portalet, y el oriental es mucho más olvidado.

Hemos salido varios kilómetros antes de llegar al Portalet, accedemos al puerto de Sallent, o puerto de Peyralou para los vecinos franceses, subiendo por pastos que en estas fechas son de apabullante verde.No cogemos ni la pista ni senderos habituales, entre otras cosas por recorrer algunos recovecos nuevos para nosotros y ver que plantas nos encontramos.
El Puerto de sallent, a la izquierda el pico Estremere o Portalet, y a la derecha el pico Peiralun.

En un barranquizo descarnado por la erosión encontramos las vistosas matas de Senecio adonifolius, de hojas muy divididas en segmentos finos, y cabezuelas florales de intenso amarillo.
1.740 mts de altitud.

Sigue dominando el amarillo, en este caso la cabezuela de Leontodon hispidus, tanto el tallo como los hojas cubiertas de pelos. A 1.780mts. en pastos.

La arnica auténtica, Arnica montana subsp. montana, se encuentra en buen número en estos pastos. Están a mitad de desarrollo, comenzando a despuntar los pares de cabezuelas inferiores.


Acompañando al mandil que expande en el ambiente un dulcísimo aroma, encontramos la delicada Jasione laevis. 1.824mts. Seguimos en pastos visitados por las vacas.

La "matagüellas",  Pedicularis mixta acompaña, en el frescor que aporta un regato, a potentillas y orquídeas. 1.840mts.









No es mucha la altura a la que estamos, pero ya las perspectivas empiezan a ser generosas. Hacia el Oeste, Los tonos grises y granates de Arroyeras  contrastan con el verde.



Nos acercamos a unos resaltes rocosos, excepción entre tanto pasto, donde podemos encontrar estos bellos ejemplares de Sempervivum aracnoideum. 1.910 mts.


Cerca, acompañando a Asperula hirta, la "guixeta" Vicia pyrenaica.

El "té fino" Cruciata glabra, también habita estos pastos.










El ascenso es contínuo, siempre por pastos alpinos, poco a poco se abren los horizontes. El Midi d'Ossau  y el Peyreget dominan en el plano medio. Ya estamos por encima del pico del Portalet.


Carex parviflora, practicamente en su límite altitudinal inferior 2.250m.


A 2.370m. prácticamente en el límite de los pastos de alta montaña, antes de entrar en el dominio rocoso, Lychnis alpina.












A 2.430metros, se llega a la cima inferior del Peiralun. Una estrecha y muy aérea cresta lleva, en apenas 50 metros a la cima verdadera, detrás están los prolegómenos de la ardua cresta de L'Ourade, apta solo mediante escalada. Nosotros obviamos ambas proezas y nos conformamos con lo que desde aquí se ve, que no es poco. La cresta no da mucha confianza, la verdad sea dicha. Hacia el sur la silueta gris y áspera de Peña Foratata, tras ella la curva azul del embalse de Lanuza. De fondo las sierras Tendenera y Partacua.

Hacia el Norte, El valle d'Ossau con el Midi. Abajo entre los bosques de hayas el embalse de Fabreges. A la izquierda el dominio esquiable de Formigal en sus estaciones superiores.

Panorámica que lleva desde Telera hasta Anayet, detrás la sierra de Aísa.
Una aproximación a la visión real desde el Peiralun.











En el sector oriental, las crestas que van desde Balaitus, que se ve parcialmente, hasta la marmolera de Los Infiernos y el Garmo Negro.

A mayor altitud de la esperada, Veronica verna.2.420m

Comenzamos el descenso, en la cara meridional  el Peiralun enseña su esqueleto de estratos fuertemente plegados.


A 1840 metros, una numerosa colonia de Armeria pubinervis.


Campanula glomerata, en los pastos bajos a 1.820mts.


Pliegues enfrentados, simetría geológica y potencia de la destrucción de las estructuras aquí creadas.
















Datos de la ruta:
Desnivel acumulado 780 m
Distancia recorrida , 7,5 km

Track en wikiloc:       http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7317647













Tozal del Mallo por Cotatuero y la Faja de las Flores

Hay rutas en las que hay un objetivo claro. Pienso que ésta que ahora nos ocupa reparte las expectativas entre tres objetivos diferentes: El circo de Cotatuero, donde se percibe la verticalidad colosal del valle de Ordesa; la Faja de las Flores, lugar donde es fácil sentirse ave o sarrio; y el Tozal del Mallo que permite una singular posición sobre el valle de Ordesa.



Además de los anteriores atractivos, no falta el interés botánico. Primera alegría de la mañana, nada más  comenzar a caminar por el bosque de hayas, el "peralito" Orthilia secunda.


También es alegría ver que no me quedo solo por el interés por las plantas. Mi hija Alicia y Diego Martínez se interesan por unos crecidos ejemplares de Anthirrinum majus.


Las hayas dejan paso al pino negro. Cada vez más cerca se oye el bramido de la cascada de Cotatuero, que sólo aparece ocasionalmente entre los árboles.



Pedicularis foliosa, en un pequeño claro convertido en herbazal  húmedo.


Los delicados azules de Aquilegia pyrenaica subs. pyrenaica, aislada en un talud pedregoso.


 El sendero gana altura con rapidez. Pronto quedan a la vista las fantásticas murallas del circo de Cotatuero. Constantemente miramos hacia arriba, no sólo por admirar las rocas, también porque el día ha amanecido muy nuboso. La lluvia nos complicaría  el paso por las clavijas, y tendríamos que dejarlo para otra vez.


Habitante en estas rocas Antirrhinum sempervirens subs. sempervirens, con las flores inmaduras. Endemismo pirenaico que vemos colonizar aquí una pared de calizas del cretácico.


El famoso paso de las clavijas de Cotatuero, ahora aseguradas mediante guía de vida.  Mi hijo Diego abre el camino y nos va comentando con emoción los pasos de estas clavijas.


No todo es roca en estos aéreos lugares. Una pequeña crucífera, Arabis serpillifolia subs. serpillifolia encuentra acomodo donde los humanos vamos un tanto apurados.


Una pequeña repisa le sirve a Diego para contemplar el panorama, antes de reanudar el paso de las clavijas, ahora en sentido ascendente. Además de la colosal verticalidad de los muros, impacta la textura del tapiz de roca, extraordinariamente quebrada y multicolor. Este es buen año para la corona de rey, Saxifraga longifolia, que asoma bajo los pies de Diego.



Alicia y los dos Diegos, en plena faena de paso por las clavijas. Al utilizar el arnés y anclaje de seguridad a la guía de vida el paso por las clavijas es ameno y agradable. Las medidas de seguridad permiten disfrutar de un entorno tan salvaje.



La hermosa flor de Geranium cinereum subs. cinereum alegra las grietas.

La cascada de Cotatuero, cada vez más cerca. En pocos metros habremos llegado al llano del circo de Cotatuero.


El agua juega en las gradas antes de precipitarse al vacío.



























Un rincón bucólico para el descanso después de caminar por las agrestes paredes.













La flor de nieve, Leontopodium alpinum, emblemática flor de la alta montaña.


Gentiana lutea subsp. lutea,  planta megaforbia que es propia pastos húmedos y con sustrato silíceo.















Tofieldia calyculata, pequeña liliácea también propia de pastos que no conocen la sequía.
Dejamos atrás el circo de Salarons y seguimos subiendo para encontrarnos con la Faja de las Flores. A medida que ascendemos podemos valorar mejor las dimensiones del Circo de Cotatuero y , superior a él, el valle glaciar colgado del Descargador. A la derecha se aprecia la pirámide de Punta Tobacor.

































Poco a poco los verdes pastos van dejando de nuevo paso al dominio de la roca. El día sigue nuboso y no permite ver la divisoria 

Lo más que se abre el cielo para dejar ver algo de la Brecha de Rolando


Damos un pequeño rodeo y pasamos por una glera donde crece Borderea pyrenaica, joya de la flora pirenaica.

El dominio calcáreo del macizo crea singulares fenómenos kársticos. 


Formas de vida agazapadas entre las rocas. Viola biflora, preciosa violeta amarilla.

Ya en la Faja de las Flores, comienza el paseo de altura descubriendo parajes de inmensa belleza.




Androsace cylindrica subsp. cylindrica,  en grietas y extraplomos.


 El sarrio pasta con tranquilidad, ni se inmuta ante nuestra presencia. Diego se queda fascinado con la cercanía del sarrio.

















Aunque parezca una senda muy aérea, es ancha y carente de pendiente, por lo que es una faja segura guardando las debidas precauciones. La comparamos con la Faja Toro de la Peña Montañesa, que nos resultó más ardua.






























Estamos llegando al final de la faja de las Flores. Abajo vemos el valle de Torla y el comienzo del valle deBujaruelo. Aparece con nieve la cima de Tendenera. En breve comenzará el descenso. También vemos la senda que por una faja herbosa lleva hasta el Tozal del Mallo. El Tozal  presenta un aspecto menos fiero que desde el fondo del valle. Ahora se ve como una pared que termina en loma redondeada.





















Asperula hirta

Vamos bien de tiempo y la meteorología no parece que vaya a dar problemas, así que decidimos alargarnos hasta el Tozal del Mallo. La senda es sencilla, y tan apenas hay desnivel. De recompensa, regala unas excelentes vistas sobre el Pico Tobacor y la Punta del Gallinero, ésta última con unas paredes en forma de quilla de barco.

Una pequeña orquídea, Coeloglosum viride.

Un paso estrecho, pero totalmente seguro lleva al espolón del Tozal del Mallo. Detrás las paredes de Punta Escuzana, y de fondo Tendenera.

Foto de grupo. Diego Martínez, Diego Sanz, Alicia Sanz y yo.
En el extremo final del Tozal del Mallo. Vertiginosa vía hacia el fondo del valle de Ordesa.



De nuevo en el final de la Faja de las Flores, toca descender y elegimos las clavijas de la Carriata para ello.



Este paso es fácil y corto, aunque siempre resulta más sencillo subir que bajar. Estamos de acuerdo que el descenso por las clavijas de Cotatuero entraña más dificultad , sobre todo al estar un tramo muy húmedo y con las clavijas en mal estado.














En rellanos herbosos en media pendiente la orquídea Orchis pallens




















Veronica aphylla


Sanicula europaea, una pequeña umbelífera que prolifera en cuanto comenzamos a adentrarnos de nuevo en el dominio de las hayas.



Una gran orquídea, de color marrón, indicadora de sus hábitos parásitos: Neotia nidus-avis.



























Fin de la ruta. Vista del circo de  Carriata y el Tozal del Mallo.





























Datos de la ruta:
Ascensión acumulada: alrededor de 1340mts.
Distancia recorrida: 16,5km.
Track de la ruta en Wikiloc:http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7317360


Un pequeño video de la ruta lo tienes en
https://www.youtube.com/watch?v=s0skg6ZrqWs