Punta A Cucuraza y mirador de la Peña Medio

8 de julio de 2018. Pretendíamos dejar el día para el  descanso, pero  nos  asomamos al valle desde el camino que conduce de Sandiniés a Escarrilla  y nos cautivaron las luces en la montaña. Hemos pensado que podríamos dar un paseo hasta Punta Cucuraza. 


La granizada vespertina ha dejado Argualas con un estarcido en blanco. 
 Panticosa y detrás los montes de  Piniecho adquieren unas tonalidades doradas con las tamizadas luces.

Punta Forátula, cima alcanzada pocos días atrás, se muestra sombría como un vértice lejano, y el pico  Piniecho desvela las curvas de sus estratos.

Cerca de Panticosa pueblo parte una pista que inmediatamente se adentra en un frondoso bosque de quejigos y hayas. Si Tramacastilla  tiene el bosque del Betato, o Sallent su selva, o Sandiniés su pequeño hayedo, en Panticosa también encontramos un bosque en el que hayas y robles forman una masa densa y sombría.

Los prados ganaron terreno al bosque, aunque algún haya se preservó y hoy muestra su porte redondeado al no encontrar competidor en la búsqueda de luz.

Es julio, y la montaña está vestida con un verde fresco, nuevo, que cubre las laderas hasta que la roca se impone. El barranco de Yenefrito  se junta con el de la Ripera, y entre ambos recortan las faldas del pico Escuellas y lo separan de su gemelo El Verde.

Un macho de ciervo volante (lucanus cervus) exhibe sus tenazas mientras se pasea por entre las hojas del arce.


Campanula glomerata crece en este prado fresco.

Carduncellus mitissimus también aprovecha el claro del bosque.

En zona más seca y soleada, nace la pequeña orquídea Epipactis atrorubens.

En cambio, Lilium martagon prefiere las sombras de las hayas.

Melampyrum pratense , hierba anual que parcialmente se nutre parasitando a otras especies, produce flores gemelas, una por cada bráctea de contorno dividido.

Al tomar altura y aprovechando un claro elevado, observamos las descarnadas formas de la Cochata y la pared vertical de As Crampas.

El trayecto es breve y enseguida superamos las frondas. en su lugar los pinos se retuercen entre peñas.

Teucrium pyrenaicum crea  pequeñas  coronas con sus flores.

Punta A Cucuraza mira al valle del Bolática y al del Gállego, en éste último se asientan Sandiniés, Tramacastilla, Piedrafita,

y bajo nuestros pies se despliega Panticosa.  El Mandilar se cubre de verde. Tras él la sierra Tendenera se extiende a ambos lados de Sabocos.



Breve paseo que regala grandes panorámicas. 



Track de la ruta en 


Powered by Wikiloc

No hay comentarios:

Publicar un comentario