Pico Gratal

Una de las puertas de entrada al Pirineo es el estrecho de Arguis. Vigilando el paso se levanta el pico Gratal. Desde la Hoya de Huesca parece una atalaya de verticales líneas, sin embargo ofrece una cómoda subida por la cara norte. Hemos subido acompañados de Angkor, la mascota de nuestra hija Alicia. Un bravo perro que encara con alegría cualquier salida al monte.

Dejamos el coche junto a la presa del embalse de Arguis. Al otro lado del embalse, el pueblo ocupa suelo de margas, suelos débiles y fácilmente erosionables.



Hacia el Oeste, la depresión de Arguis revela sus suaves formas. Tras la presa, una pista se adentra en el fresco bosque que tapiza la cara norte de la sierra de Gratal.

Cruciata glabra, pequeña Rubiácea que presenta las flores verdosas en verticilos.

Las calizas de Gratal forman un relieve en cuesta. Sobre ellas, las margas rellenan y suavizan el horizonte.

Aquilegia vulgaris está a punto de abrirse. Los nectarios brillan al final de los curvos espolones.  1200m

Un claro del bosque es aprovechado por Acinos alpinus que comienza a desarrollar el tallo en el que irán apareciendo varias generaciones de flores. 1300m.

Helianthemum apenninum crece en un claro del bosque. 1300m

Hemos dejado la pista y tomado un sendero que comienza a cobrar altura por el barranco de Focegabarda. Vemos el pueblo de Arguis entre los trazados de la carretera vieja de Somport y la autovía.

Fritillaria lusitanica bordea el bosque de pinos, allí donde se mantiene despejada una parte del bosque  bajo el que se instaló una tubería para conducción del gas.1400

El interior de la fritillaria parece un caleidoscopio.

Saxifraga fragilis subsp.fragilis forma un esférico cojín.

Hemos llegado al cordal de la sierra de Gratal. El pico parece darle la espalda. Es como si se quisiera separar para mirar a la Hoya de Huesca. Los escarpines cubren grandes extensiones. Será magnífico estar aquí cuando todos hagan florecer a la vez las flores amarillas. Debemos bajar por una amplia pista, para luego subir al pico Gratal.

Centaurea triumfetti  subsp. lingulata crece en un retazo de pasto. 1450m



La Peña mediodía revela su estructura de estratos calizos verticales. Aquí acaba el Pirineo, detrás la llanura inmensa. 

Saxifraga longifolia. 1500m

El día está fresco y eso nos ayuda a llegar a la cima con comodidad. En un día caluroso de verano aquí el calor debe hacer mella. Ya en la cima vemos cómo se extienden las sierras exteriores del Pirineo.
Arenaria grandiflora subsp. grandiflora vive en la cima 1560m


También aquí habita Paronychia kapela subsp. serpyllifolia

La estructura del Pirineo se aprecia aquí en los planos sucesivos.
Hacia el suroeste las formas se suavizan.


















La tierra llana. Un mosaico de tierras cultivadas.


























Por unos segundos Angkor se queda quieto para posar en la foto. Son pocos segundos antes de reanudar su constante curiosidad.

Distancias, desnivel y track de la ruta en





Acantilados del Algarve (2) De ermita da Rocha a playa Marinha.



10 de abril de 2017. En este segundo día por el Algarve elegimos el tramo de costa que parte de  Alporchinhos hasta la playa Marinha. Es un espacio en el que todavía quedan lejos las urbanizaciones. Los acantilados esconden numerosas y tranquilas playas y pasaremos junto a varios "algares", esas simas cilíndricas horadadas en la caliza.

Desde la ermita de Nostra senhora da Rocha vemos la larga playa Nova. La marea ha bajado y descubre su amplitud. Dejaremos para la vuelta pasear por la fina arena, ya que el trayecto que queremos hacer es algo largo.

La ermita está construida sobre un espolón que se adentra en el mar.

Tras pasar la playa Nova cruzamos un pequeño barranco y entre la espesa vegetación que rodea el camino encontramos estas dos orquídeas: Orchis itálica

Cada flor tiene un curioso labelo dividido en cuatro partes que forman una peculiar figura junto con los sépalos.

El camino en esta parte del recorrido está perfectamente trazado, con barreras en los lugares que pueden ser más peligrosos.


Genaria diphylla es la otra orquídea, la hemos cogido en una fase intermedia de maduración. Es una extraña orquídea de diminutos pétalos.
Después de pasar el barranco llegamos a un enorme algar bordeado de sabinas .
Genista hirsuta aparece en plena floración. El camino es sinuoso y recorre estos pastos primaverales llenos de aromas de mar y monte. Esta genista dispone las flores en espigas cónicas muy apretada y llamativas.


Nos acercamos al borde de los acantilados. El animado mar lame las verticales paredes


A la playa do Pontal parece que sólo se pueda acceder por mar.


La constante acción erosiva del mar y los agentes atmosféricos ha creado este doble arco por la destrucción parcial de un algar.

Comprobamos la composición de estas rocas. Arenas carbonatadas con multitud de conchas incrustadas. El nivel de los mares es cambiante. Estas rocas son vestigio de plataformas marinas ahora exhumadas. ¿Regresión marina  o levantamiento de plataformas continentales?

Testigos de estos cambios de nivel del mar son los espolones rocosos que quedan mar adentro, como barcos de piedra, en otras remotas épocas unidas a tierra firme y hoy separadas por la destrucción de la costa.

Cistus albidus y sabinas nos recuerdan que pese a estar mirando al Atlántico, aquí disfrutamos de un clima mediterráneo.

Seguimos la línea de costa disfrutando de los constantes cambios en el paisaje. Las olas se adentran en las grutas horadadas en tan débiles materiales.


























En Playa da Bandeira nos acercamos a mojarnos los pies y respirar al ritmo de las olas.


Poco más adelante otro algar en el que el oleaje llega a través de túneles naturales.

Phlomis purpurea  es una de las plantas que amenizan el camino. Está densamente cubierta de una borra blanca, estrategia para sobrevivir a la intensa exposición al sol.

A los pies de un matorral una densa colonia de Ophrys gr. scolopax. Nunca había visto tantas orquídeas juntas.

Estamos sobre la playa da Estaquinna.




















No podemos resistir la atracción de acercarnos al extremo del arco.


Abunda este pequeño lirio,Gynandriris sisyrinchium. Ya observamos ayer que durante las horas de más insolación la flor permanece totalmente cerrada, para abrirse completamente en cuanto comienza la tarde. También hemos observado que es capaz de atravesar suelos muy compactos y secos para sacar primero dos finísimas hojas y después el tallo, recubierto con varias vainas foliosas de la que nacen las flores.


Algares a pares


Playa do Barranquinho nos parece un buen lugar para hacer un descanso...





















...y en efecto es un lugar donde perder la noción del tiempo mecidos con el vaivén de las olas.





















La marea cubre casi por completo la playa Malhada do Baraço. Elegir la hora para llegar a una playa es clave en esta costa tan afectada por las mareas.

Prasium majus es un arbusto poco frecuente. Pertenece a la familia de las labiadas. tiene un cáliz peculiar en forma de embudo con cinco puntas. Lástima que no había frutos, ya que es una rareza que una labiada haga frutos carnosos.

Un rincón de la playa de Pau


Ya tenemos a la vista el entorno de la playa da Marinha.
Como ya vimos en la ruta de ayer, los tonos rojizos de las rocas continentales contrastan con los tonos claros de las carbonatadas por las conchas marinas. Profundas barranqueras se forman en un terreno tan inestable.

























Ophrys speculum (ciliata) es frecuente, y aunque ayer también la fotografié, no me resisto a tomarle nuevas instantáneas.


Llegados a este punto, los farallones aparecen individualizados en este rincón del Algarve. Una idea comienza a tomar cuerpo en nuestras mentes: si el mar se encalma sería fantástico rodear los farallones con el kayak hinchable que hemos traído.

Fin del trayecto. Contemplamos el arco doble que cierra la playa da Mesquita.

Track y detalles de la ruta en
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=17327770