paseo invernal por las cascadas de Panticosa

Aprovechamos una nevada reciente y que las temperaturas han rondado los -12º, para dar un pequeño paseo por las cascadas que bordean el sendero que va del balneario de Panticosa hasta el ibón de Bachimaña. En un recorrido corto que parte del refugio de la Casa de Piedra y que luego vuelve por el camino de Labaza queremos ver las esculturas temporales creadas por el agua y el frío.

En otras épocas del año hemos visto formarse en este estrecho una rugiente cascada, ahora está transformada casi en su totalidad en hielo, el cual cubre parcialmente la badina que se forma a sus pies.
 Han colocado un cable de apoyo para algunos pasos que pueden ser delicados si el suelo está helado, por lo que ahora seguir el camino no ofrece ninguna complicación.

 El río permanece cubierto por el hielo y la nieve completamente en algunos tramos.


No estamos solos por estos parajes.

El viento ha arrastrado la nieve, dejando peladas las zonas más expuestas.

Caprichosas agujas de hielo

Aurora y Marisol se asoman a la sima tras la que se forma una gran cascada de hielo.



La cámara fotográfica congela el agua que corre entre las esculturas heladas.


En las zonas situadas a sotavento la nieve se ha acumulado , y hace el paseo más agradable.


Grises y blancos de invierno.




Columnas de hielo de 3 y 4 metros.





Como espuma




Texturas de hielo

Ya  de vuelta, la Cascada del Pino finaliza esta pequeña ruta.

camino de El Pueyo. Rhamnus lycioides subs. lycioides. "arto, escambron"




Las especies que cubren un territorio lo hacen estableciendo estrechas relaciones de dependencia y competencia. Aunque a menudo contemplamos una planta individualmente, como especie, en realidad forma parte de un tejido vegetal que involucra a numerosas especies. En estas relaciones interdependientes, el ascenso de una especie puede ir acompañado del declive de otras, y también puede suceder todo lo contrario. 
El caminante que observe la vegetación en la cara sur de El Pueyo, observará cómo el declive de la carrasca y el chinebro, trae aparejado el ascenso de Rhamnus lycioides.
Como a otros  matorrales provistos de espinas se le llama comúnmente arto. Así, vemos que arto designa no tanto una especie como una categoría de vegetación.
Rhamnus lycioides es un arbusto que se asocia con Quercus y Juniperus formando parte de su sotobosque en zonas muy caldeadas, bien protegidas de los fríos norteños, junto a Asparagus acutifolius, Euphrobia characias, Bupleurum rigidum , Genista, entre otras muchas especies. 
En la parte alta del cerro de El Pueyo, veremos ejemplares dispersos y de menor tamaño allí donde carrascas o chinebros todavía conservan parte de su antiguo espesor. Más abajo, allí donde la acción humana ha hecho desaparecer ese bosque, el matorral de artos se hace más denso y alto, y proliferan mayor número de individuos.