Acantilados del Infierno y la ruta de los bufones.

 22 de julio de 2020. Cerca de Ribadesella, en el área recreativa del Infierno, nace un sendero que sigue la línea de costa junto a los acantilados llamados del  Infierno, y llega hasta  playa de Guadamia  próxima a la población de Llames.  La roca caliza  se ha disuelto en algunos puntos formando verticales simas que conectan con las oquedades formadas por las olas.  Cuando grandes olas golpean la costa, el agua penetra por estas oquedades y asciende a presión por las chimeneas verticales formando los bufones.

Después de varios días por la montaña leonesa nos hemos acercado al mar. Sigue la presencia de la roca vestida de verde, aunque en este caso envuelta en el aroma salobre del mar.


Hay caminos que se separan más de los acantilados y atraviesan prados, pero preferimos seguir lo más cerca del mar posible.






Limonium binervosum, planta de acantilados marinos.





Además de la erosión del frente de olas que provoca farallones, cuevas y acantilados, la erosión superficial forma cárcavas y pequeños valles  que ondulan el paisaje allí por donde la escorrentía se dirige al mar










Lobelia urens, (matacaballos) una campanulácea que crece en suelos húmedos y ácidos.  En la Península Ibérica aparece sólo en la mitad occidental.



Playa de Guadamía







Datos de la ruta y track en 


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Pico Coriscao

18 de Julio de 2020.  Junto al puerto de San Glorio, se alza el pico Coriscao, en la Sierra Mediana, balcón con el que asomarse con proximidad a los Picos de Europa de Fuente Dé, no en vano este pico está anclado en la divisoria sur del parque. Lugar para asombrarse con la amplitud y riqueza de la montaña leonesa.

Desde el puerto de San Glorio hemos tomado una pista asfaltada que nos lleva al collado de Llesva, con espacio para dejar el coche y calzarnos las botas. Tenemos por delante una caminata de algo más de seis quilómetros por retazos de piornal y sobre todo pastizales hasta llegar al pico Coriscao, que desde el comienzo de la ruta vemos allá lejos, con su calva cabeza plateada. Hacia el norte sabemos que estaremos amenizados por la presencia del macizo central de los Picos de Europa.


Al pie de las Peñas de la Horcada Cimera quedan los coches. Nosotros tomamos senda bien marcada que sube por el lomo de la sierra en neta dirección oeste

Los piornos  (Cytisus oromediterraneus) están todavía en flor.

Todavía conservan algunas hojas. Éstas irán cayendo poco a poco a medida que avance el verano hasta que sólo queden las verdes varas.

Forman almohadones hinchados que rompen la monotonía del pasto. El verdor de  estos montes contrasta con la aridez que adivinamos allá lejos, en los macizos calizos.


Gentiana lutea, panacea medicinal, luce aquí su esplendor.
Hacia el sur vemos cómo serpentea la carretera que sube hasta San Glorio, y de fondo la Sierra de Orpinas.

El pico Coriscao, siempre escondiéndose tras los sucesivos lomos de esta sierra Mediana.


En estos pastos crecen pequeños cojines de Carduncellus monspelliensium
También algunos clavelillos (Dianthus pungens)
Algún resalte de roca rompe la redondez de estas cimas verdes. Conglomerados que añaden gravas y pedrizas al paisaje. Al fondo el pico Coriscao.

Tonos pardos miran hacia el sur, más verde hacia el norte, seguimos la cuerda de la sierra, siempre subiendo en suave pendiente.
Geraneum subargenteum crece en pedregales de los claros del pasto

Hemos tomado suficiente altura como para pararnos a contemplar esta magnífica panorámica del corazón de los Picos de Europa. Fuente Dé centra la imagen, a la derecha, asoman algunas casas de Espinama de donde parte una pista que sube a las Portillas del Boquejón.


Un último repecho nos sitúa en la cima, allá abajo en una curva de la pista aguardan los vehículos.

Dos formas de Dianthys hyssopifolius, muy cerca de la cima.


Entre las rocas calizas, se asocian Chaenorhinum origanifolium y Arenaria purpurascens


Desde la cima tenemos una posición frontal respecto de Fuente Dé


Inevitable intentar hacer una panorámica de la vista hacia el norte.

Hacia el suroeste, la montaña de León se extiende mostrando su variada fisonomía, arrugada como un pergamino viejo, surcada de infinidad de valles orientados en todas las direcciones y presidida por innumerables cimas.

Un detalle de estas montañas: cercana a Coriscao  está Peña Vallines. A media altura, una pequeña laguna , Pozo Butrero.

Hacia el Este, vemos casi íntegra la ruta seguida hasta la cima.




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