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Pico de los Tres Reyes desde Linza

2 de Julio de 2017.   El pico Mesa de los Tres Reyes sirve de hito fronterizo entre Aragón, Navarra y Francia. Sus  2434 metros de altura desmienten el esfuerzo necesario para llegar a la cumbre, trayecto largo que iniciamos en Linza, y que suponen un desnivel acumulado en torno a 1.250 metros. En esta ocasión voy en excursión organizada por Montañeros de Aragón de Barbastro,  club al que pertenezco.


Linza es un paraje que habla de la secular actividad ganadera que modifica el paisaje. Los túmulos y dólmenes que en estos valles aparecen diseminados atestiguan la presencia de comunidades ganaderas desde la edad del bronce, al menos. Estas culturas pastoriles  transformaron las laderas cubiertas de bosques por pastos, paisaje humanizado que es aprovechado hasta nuestros días. Las hayas son las protagonistas de Linza. Diseminadas bordas gestionan los prados  que cubren laderas y cuestas

El recorrido transita sobre terreno calizo donde el haya es sustituida por el pino negro. Lapiaces y cárcavas quiebran el paisaje. Las nubes matinales dejan semioculta la peña Ezcaurre que también hace de muga con Navarra.


 Iris latifolia nos acompañará por gran parte del recorrido indicándonos la progresión de la altura. En Linza está  pasada la floración, pocos metros más arriba aparecen primeras flores y capullos sin abrir, y  antes de comenzar el último tramo rocoso, las acintadas hojas aparecen todavía sin capullos.

Anacamptis pyramidalis, una orquídea de pastos con delicioso y dulce aroma.

Antes del collado de Linza, un vado junto a la cabaña de Linza nos abre la vista sobre el Mallo Acherito.

Mallo de Acherito

El sendero está muy marcado, es una ruta transitada. Las curvas del sendero quedan dibujadas sobre los pastos que conducen a la Paquiza de Linzola
 Teucrium pyrenaicum , endemismo pirenaico y cantábrico, vive en los pastos que se tornan pedregosos, también ocupa alguna repisa rocosa.

La progresión es rápida y cómoda en la primera mitad. A medida que ganamos altura los panoramas se abren y amplían.

Solitarios pinos negros se yerguen sobre las rocas allí donde la presión ganadera ha sido menor.

























Cercanos al collado de Linza, a unos 1880m. aparece una hermosa verónica, Veronica spicata, planta que vive en piso alpino, y que es muy rara en el Pirineo aragonés. Sin duda la joya botánica del día.

Pasado el collado de Linza ( habría que precisar que el camino pasa más abajo que el auténtico collado de Linza) , llegamos a la Hoya de la Solana, con pastos que cubren el relieve kárstico que aquí se presenta más intenso. Frente a nosotros se suceden de izquierda a derecha las cimas del Budoguía, Pico de los Tres Reyes, con su característica segunda cima el Pic de la Table/Mesa con desplome vertical, el Pico Mouscaté en el centro  y el pico Petrechema a la derecha. El sendero que tomamos se separa rápidamente del que sube a Petrechema hacia la derecha. Nosotros bajamos, aquel sube suavemente.


La cima del Pico de los Tres Reyes es un domo calizo, con presencia de fuertes pliegues tumbados, especialmente el que crea la apariencia de estratos paralelos en el pic de la Table/Mesa de los Tres Reyes, cortado en vertical. A los pies se aprecia la intensa acción erosiva sobre la caliza formando dolinas y cárcavas.

El Pic de la Table/ Mesa de los Tres Reyes


 Descendemos metros para bordear las Hoya de la Solana y volvemos a subir siguiendo los escalones formados en la caliza que bordea el pico Budoguía cuya falda seguimos en paralelo en constante ascenso.

El cambio de rumbo del camino nos permite ver La Paquiza Linzola
 Rebaños de corderos pastan hierba tierna en las suaves lomas.

Otra orquídea que encontramos en estos pastos alpinos es Gymnadenia gabasiana, también un endemismo pirenaico cantábrico.

El lapiaz sustituye a los pastos. La ruta cambia totalmente de configuración. A partir da ahora pasamos al domino rocoso.



Dianthus deltoides
 Aquilegia pyrenaica
 Aster alpinus

La cima de Mesa de los Tres Reyes aparece tras rodear las laderas de Budoguía

La disolución de la roca crea formas sugerentes...como esta ave pétrea
A la dulzura de los pastos le sucede el agreste perfil de las calizas. Una fractura rectilínea cruza el lapiaz de este a oeste , en dirección a Lapaquiza Linzoa



Las laderas del pico Mouscaté nos ocultan parcialmente el Pico Petrechema, al fondo, hendido por una profunda canal.

























El pico Petrechema y las agujas de Ansabere.

Las nubes van y vienen, y en ocasiones dejan la cima totalmente despejada.
Geranium cinereum aparece en distintos puntos desde donde terminan los pastizales, hasta casi la cima.

 Dryas octopetala ya ha terminado la floración.


Budoguía queda a nuestra espalda, en tanto que subimos por sendero bien marcado.






















Petrechema, la imagen muestra la suave inclinación del camino de ascenso a la cima desde el collado de Linza.






















En la vertiente francesa un denso mar de nubes cubre las zonas bajas.

Las nieblas ascienden `por el circo de Lescun
























José Alcubierre  en la canal previa a la cima.
 Otros compañeros del grupo disfrutando tanto de un buen bocado como de los extensos panoramas que la niebla nos permite contemplar.

 El Pico Bisaurín a la izquierda, y bajo él el Castillo de Acher, sinclinal que se muestra aquí en toda su longitud.

En recovecos de la cima encuentro Chaenorhinum origanifolium.
 Globularia repens
 Reseda glauca, junto a un poco de nieve caída la noche anterior.
 El sauce enano Salix pyrenaica
 Silene acaulis


El pico Petrechema y las agujas de Ansabère, a lo lejos se divisa de izquierda a derecha el pico Txipeta (pico redondo) Gorreta Gabachos (franja oscura bajo el anterior) Petraficha (pico agudo) Quimboa alto (pico romo y oscuro)



El pico Anie, a la izquierda, Pene Blanque en el centro y continuación de Mesa de los Tres Reyes hacia Le Dec de Lhurs

En la lejanía, tras el mar de nubes que cubre la vertiente francesa del Pirineo, la silueta en el centro del Midi d'Ossau, a su izquierda, Palas, Balaitus, Frondellas. A la derecha del Midi, el Infierno.

























Miramos hacia el sureste y vemos la cima de Aspe,  Collarada , la sierra Bernera hasta el Bisaurín.



Y desde la cima de Mesa de los Tres Reyes, con el Anie a mi espalda, termina esta crónica.
Mapa, datos y track de la ruta en 









Selva de Oza III. Ibón de Acherito-Mallo las Foyas-

Tercer y último día por estos hermosos parajes. Hoy hacemos una ruta clásica al ibón de Acherito, pero dejamos abierta la posibilidad de ir un poco más allá. 



Esta noche ha caído una poderosa tormenta. Un grupo de críos ha llamado a la puerta de los que por aquí estábamos pasando la noche para que les cobijáramos mientras pasaba el chaparrón. Al final, con ayuda de la Guardia Civil, los han trasladado a todos a lugar abrigado. Por la mañana el río amanece teñido de rojo. No obstante parece que el día de hoy va a ser tranquilo y estable... por lo menos hasta el atardecer. 


Dejamos Guarrinza para subir por el barranco de las Foyas, camino habitual hacia Acherito. 
Los lugares más cálidos sirven de apoyo a Linum bienne. Lino de color azul claro y estrechas largas apuntadas, que arraiga en el talud formado por la erosión del barranco.



También en estas espuendas margosas encontramos  Anacaptis pyramidalis, bella orquídea que dispone las flores en cimas cónicas.



Observamos un bello ejemplar de malba. Es Malva neglecta, habitual de lugares por donde el ganado ha dejado una suelo bien nitrogenado.


Hemos superado el primer desnivel, y ya podemos contemplar un amplio panorama. El barranco das Foyas queda atrás, nos hemos separado ya de él.Miramos hacia el Este y tenemos a la izquierda el puerto de Palo, muga con Francia. El mallo Arañón, muestra la verruga de roca que rompe el verde tapiz. Abajo está Guarrinza, base donde se extiende la manta verde de la Selva de Oza. El Castillo de Acher presenta su silueta de mesa inclinada. Dos valles se abren, el de la izquierda nos presenta las laderas de Guarrinza, en el de la derecha el valle se encajona en el llamado Barranco del Infierno.


Pero nosotros estamos en los pastos alpinos, y esto se aparta mucho del infierno, como muestran estos clavelillos (Dianthus deltoides) acompañados, para conjugar una buena composición cromática, por Galium verum subsp. verum.


Como nos merecemos un pequeño descanso, seguimos disfrutando de la panorámica que continúa hacia el oeste. A continuación del barranco del Infierno, la barrera rocosa que forman el puntal de Lenito, Lenito , el Achar de Forca y la punta del Rincón de Alano. Más cerca de nosotros, la barrera formada por Chipeta alto, Petraficha y Quimboa Alto, La Gorreta d'os Gabachos, y asomando el Mallo Acherito. 


























El ibón de Acherito produce rezumaderos de agua que son rápidamente aprovechados por plantas ávidas de agua como son Primula farinosa


Scilla verna


Pinguicula grandiflora.











Las aguas del ibón de Acherito ocupan una cubeta sobreexcavada en las areniscas y lutitas rojas depositadas durante el carbonífero, al ser débiles ante la erosión, contrastan sus formas suaves con las abruptas paredes de las calizas que cierran el circo por el oeste. Estas calizas han formado mallos y peñas de potentes paredes verticales.  A la izquierda  la Peña del Ibón.Haciendo horquilla  la Punta d'a Ralla. A la derecha el Mallo las Foyas, que es hacia donde ahora nos dirigimos.


La destrucción de las calizas forma un canchal donde prospera este bello ranunculo (Ranunculus carinthiacus) cuyos pétalos tienen una textura tersa y brillante.



Una tupida alfombra de Dryas octopetala ameniza la parte superior de la pedrera. Estamos a 2.000 metros, y aunque la altura es modesta, el aspecto de las montañas que nos rodean produce una sensación de mayor altura.


Estamos ya en el collado que separa el mallo las Foyas, a la izquierda, de la punta d'a Ralla, a la derecha, iniciando la cuerda rocosa que lleva hasta la Peña el Ibón. El lago de Acherito descansa allá abajo, plácidamente rodeado de onduladas formas tapizadas de verde. Detrás aparecen las agrestes paredes de Acherito, Ansabere, y de fondo ya podemos observar la Mesa de los Tres Reyes.



Los resquicios de las rocas y las terrazas que forman sirven de hábitat para un buen número de plantas que desafían la altura y los contrastes del clima.
La gayuba, repta y se asoma a los balcones.


La pequeña Iberis carnosa todavía muestra algunas flores entre las suculentas hojas.


Subimos al Mallo das Foyas, pensando que la panorámica será más abierta.
Hacia el Este,  la perspectiva de mayor altitud completa horizontes vistos anteriormente. En este caso el valle de Guarrinza que se extiende hasta conectar con el salto que abre el paso a Aguas Tuertas.













En este mismo encuadre, observamos la figura oscura del Midi d'Ossau, tras él los Arrieles y el Palas.

Hacia el Sur Suroeste volvemos a ver el marco rocoso del Ibón de Acherito, con las barreras paralelas que forman  Petrechema, los Alanos, y Lenito junto con la Sierra de Bernera, ya en la lejanía.

































Completando la visión circular, en este encuadre apreciamos a la izquierda y más atrás la Mesa de los Tres Reyes, y en primer plano la Peña del Ibón y el cordal rocoso que llega hasta Punta d'a Ralla.




Androsace villosa forma pequeños cojines en lugares más abrigados.



Proxima a la anterior encontramos algunos grupos de Asperula hirta, con los característicos verticilos de hojas agrupados de seis en seis.



 Unn rellano herboso de la cima  sirve de sustento para Pedicularis pyrenaica.



Cerca de allí, en similares condiciones, Pedicularis tuberosa, ejemplar no muy habitual en el Pirineo aragonés.


Valeriana montana.



Comenzamos a descender, pero antes nos detenemos a fotografiar  unos sauces enanos que tapizan el cascajal. Salix Pyrenaica, pie hembra.



Salix pyrenaica, pie macho.


Hemos bajado al ibón, y tras un prolongado y relajante descanso al borde de sus sosegadas aguas, nos planteamos seguir camino en dirección al Pico de la Chourique, sabemos que ya es tarde para subir a él, pero nos apetece aproximarnos lo más posible. El cambio de perspectiva, nos regala una vista del ibón de Acherito y del Mallo de las Foyas al que hemos subido (extremo derecha de la barrera rocosa)

Caminamos por las redondeadas laderas herbosas. El Chipeta alto aparece ahora como una tabla horizontal de roca. El Petraficha proyecta hacia el valle su espolón rocoso, y le imita el Quimboa Alto.
Siguiendo las lomas herbosas hemos llegado lo más lejos que el tiempo de vuelta y el tiempo atmosférico nos aconsejan. Vemos cómo las lomas terminan en un promontorio rocoso que es el Pico de la Chourique, asoman detrás de él alguno de sus dientes. Detrás la fabulosa perspectiva del mallo de Acherito y Petrechema.
                                                           El mallo de Acherito,    Sobarcal,    Petrechema,    Mesa de los Tres Reyes

Unos minutos para admirar tan agreste paisaje. Las agujas de Ansabere se exhiben en su rotunda verticalidad.



Emprendemos la vuelta. Un esfíngido está libando en las flores de la viborera (Echium vulgare subsp. vulgare)



Poco más abajo  un lución, lagarto carente de patas, cruza delante de nosotros con la parsimonia que le caracteriza.

La vuelta la hacemos siguiendo el cordal de lomas que forman frontera con Francia, lo que nos permite asomarnos al vecino valle de Ansabere , una balsa permanente crea un lunar de cielo en el prado, en la lejanía el francés pueblo de Lescún.

















Antes de emprender el descenso hasta Guarrinza, una última imagen del ibón de Acherito.




















Datos de la ruta:
Distancia recorrida (ida y vuelta) 15 km
Desnivel acumulado: 1154m.
Punto de partida: 1184m.
Mallo das Foyas: 2117m

Track de la ruta
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8232715


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