El camino de la Sal es un sencillo paseo que parte de Naval y recorre un pequeño tramo del río Llastre para acabar en el mirador sobre las salinas. En ruta circular, vuelve a Naval atravesando la zona de huertos. El Centro de Educación de Personas Adultas "Somontano de Barbastro" me invitó a acompañar a un grupo de alumnos de Naval y El Grado para disfrutar de las riquezas botánicas que este sendero ofrece.
Salimos de la localidad amparados
por taludes y tapiales de piedra seca donde recubiertos por Sedum album (arrocetes), una planta
crasa que engrosa las hojas para acumular agua y crece agarrada a los intersticios de tierra entre las rocas. Las repisas las ocupa
Sedum sediforme (uguetas) pariente de
la anterior, de hojas más alargadas, y algún ejemplar de Ecballium elaterium (pepinillo del diablo, amargón). Todavía no
está maduro el fruto y por eso no dispara sus semillas al rozar el fruto. Euphorbia characias (croca, hierba
topera), lechetrezna de gran porte y flores marrones en racimos elevados también busca la proximidad del muro pero en
suelos profundos.
Pepino del diablo (
Ecballium elaterium)
A
medida que nos alejamos de Naval nos encontramos con matorrales y pastizales secos y soleados, propios de márgenes
de cultivos: Rhamnus alaternus
(aladierno) también llamado carrasquilla
por la similitud de sus hojas con una joven carrasca pese a ser de familias
diferentes. Silene vulgaris (collejas), Echium
vulgare (viborera, lengua de buey) familiar de la borraja de flores
azuladas., Asparagus acutifolius
(espárrago de monte) ha crecido lo suficiente como para mostrar las duras y
agudas hojas y ya no es apetecible para comer. Dorycnium pentaphyllum, Salvia
verbenaca, Silybum marianum, Helianthemum
violaceum, Bituminaria bituminosa son hierbas que pùeblan el talud añadiendo
diversos colores. El amarillo lo protagoniza Phlomis lychnitis (candilera), de tallos recios lanosos con los que antiguamente se hacía
yesca.,
Candilera, yerba yesquera
(Phlomis lychnitis)
Marrubium vulgare (marrubio,marrueco),
Cardaria draba (mastuerzo), Reseda phyteuma, Euphorbia peplus, Euphorbia
serrata, Fumaria officinalis (yerba
pichadera), Papaver rhoeas (ababol,
amapola) son otras tantas hierbas, muchas de ellas anuales que animan la
primavera..
En cuanto nos acercamos al
barranco aparecen los árboles que crean el pequeño bosquete de galería: Acer campestre (arce, azirón, escarrón)
y Fraxinus angustifolia (fresno) ya
muestran sus semillas aladas, todavía verdes pero ya bien formadas. Populus nigra (chopo, álamo negro)representa
los ejemplares de más altura y mayor proximidad al agua, algo más separado de
la humedad hay algún ejemplar de chopo blanco (Populus alba). Sambucus nigra (saúco, sabuquero) comienza a formar sus abanicos de flores
blancas y olorosas.
Azirón (
Acer campestre)
A sus pies, la corte de arbustos en los que predominan Crataegus monogyna (espino blanco, majuelo,manzaneta
de pastor), Cornus sanguinea (cornejo,sangriñera,pichasangre) , Osyris alba (escobizo). El frescor y
mayor disponibilidad de agua permiten aparecer una numerosa corte de herbáceas:
Potentilla reptans (cincoenrama, pie
de cristo), Ranunculus bulbosus (gatarrabiosa), Chelidonium majus (celidonia, hierba
berruguera) , trifolium fragiferum
(tébol), Saponaria officinalis
(jabonera), Geranium molle, Arctium minor (bardana, lampazo), Rumex crispus (romaza). En el orden de
las trepadoras encontramos Hedera helix
(hiedra), Bryonia cretica , y Humulus lupulus (lúpulo)en los lugares
más frescos. Este último habrá que volver a visitar en otoño para ver si hay
algún pie femenino que produzca las olorosas flores en forma de farolillos
colgantes. Una enredadera menor, Tamus
communis (nueza negra) se arrastra
por el suelo y se enreda en todo lo que encuentra y alguna madreselva como Lonicera implexa y Lonicera japonica, esta última escapada
de jardinería aparecen aquí y alla.
Nueza negra
(Tamus communis)
Una
numerosa colonia de Lunaria annua,
escapada de cultivo ajardinado ocupa un amplio espacio bien nitrogenado y
húmedo. Allí donde el suelo permanece encharcado en algún momento del año aparece Scirpus
holoschoenus (junco churrero).
Caminamos
paralelos al barranco, próximos al curso del agua, con un talud ocupado por Ruscus aculeatus (rusco). Hay pies
femeninos que presentan los rojos frutos globosos en el centro de las brácteas.
Pequeñas matas de Geranium robertianum
y Lamium purpureum crean el césped
que pisamos. El camino nos obliga a
cruzar el barranco allí donde el río
queda encajado entre el elevado talud rocoso y la terraza fluvial recubierta de
aluvión. Topamos al otro lado con una pared de roca caliza que
muestra las especies más peculiares en este recorrido: Ramonda myconi (oreja de oso),
Oreja de oso (
Ramonda myconi)
Hepatica
nobilis (hepática), acompañadas de Viola
rivinniana y un helecho: asplenium fontanum . Son plantas que destacan por ser más
habituales a mayor altitud y latitud, que aparecen en este enclave de Naval
dadas las características geológicas y climáticas de este enclave concreto. Les
acompañan unos arbustos coherentes con este microclima: Cytisophyllum sesifolium, Emerus
major, Amelanchier ovalis (guillomo,
senera, grillolera) y un cárice, Carex
divulsa. Es un pequeño espacio de transición que convive a pocos metros con especies tan mediterráneas
como Juniperus oxicedrus (chinebro).
Un poco más adelante la progresiva orientación hacia
el mediodía nos va revelando poco a poco vegetación del quejigar que ocupa la
ladera. Así bajo Quercus faginea (quejigo,
caixigo) encontramos praderitas con Bellis
perennis y a medida que el ambiente se vuelve más seco Aphyllanthes monspeliensis (chunquetas). Todavía quedan algunas
flores de esta delicada flor azulada y podemos saborear su dulce gusto. Globularia
vulgaris, Bupleurum rigidum (oreja de liebre), Helichrysum stoechas (siempreviva), Genista scorpius (aliaga) y
Medicago polymorpha crecen allí donde los quejigos dejan pasar algo de luz.
Despuntan las largas hojas de Iris
germánica (iris azul) entre densas masas de Brachypodium retusum (lastón).
Antes de bajar hacia el salinar
encontramos unos pocos ejemplares de Ulmus
minor (olmo), todos jóvenes resistiendo como pueden el ataque de la
grafiosis.
Atravesando el salinar
encontramos ralas matas de Spergularia
marina, escasa planta en Aragón que por su adaptación a suelos con
presencia de sal acredita el carácter
salino de este peculiar lugar.
También en el pisoteado suelo de la pista
aparecen raquíticos ejemplares de la gramínea Parapholis incurva , también especializada en estos suelos salinos.
Parapholis incurva
Salimos del salar y volvemos a
Naval entre los tapiales que protegen las huertas. Nuevamente nos encontramos
con los arrocetes (género sedum) que vimos al comienzo de la ruta, junto a
Parietaria judaica. Subimos por las calles de Naval hasta completar la ruta circular.
Como en esta reseña aparece un buen número de especies, os recomiendo utilizar sus nombres científicos para buscarlas en la web del IPE de Jaca. Además de fotografías tendréis a vuestra disposición una valiosa información de cada planta.