camino de El Pueyo. Hinojo, fenojo. "Foeniculum vulgare"

flores de Foeniculum vulgare
 Aunque archiconocido, no por ello el hinojo  debe quedar fuera de esta relación de plantas que encontramos camino de El Pueyo de Barbastro.
Es planta de la familia de las umbelíferas que desarrolla varas altas, incluso de más de metro y medio si las condiciones son favorables. Sus hojas son lineales, divididas. Las flores, pequeñas y amarillas se agrupan en umbelas dobles.
Al madurar produce semillas con aristas, parecidas en forma y sabor al anís. Aunque dulces al principio amargan un poco después.
Hojas de hinojo, con algún brote tierno
Ha sido planta muy utilizada: Los brotes tiernos de principios de primavera son sabrosos en ensalada. Sus semillas tomadas en infusión arreglan trastornos intestinales, y el baño en los ojos previene de oftalmias. Tanta fama tuvo en tiempos pasados que fue cultivada y exportada. Pío Font Quer relata en su obra "Dioscórides renovado" que se llevó  a Centroeuropa e incluso a la pampa argentina donde todavía se le tiene en gran aprecio. Estas migraciones de las plantas me lleva a otro uso del fenojo, que es en el aliño de los frutos de un árbol importado: el olivo.
Curiosa querencia tienen las caracolas a encaramarse ,cuando llega el frío,
a las ramas de hinojo.
Recuerdo que para estas fechas mi padre realizaba la operación de aliño de las olivas. Previamente las había "matado" con una novena de aclarados en agua y con una salmuera hecha en  proporción de agua y sal hasta que flotaba un huevo. Una vez "matado" las olivas, comenzaba la operación de darles gusto. En este momento entraba en juego el fenojo, convenientemente cortadas las ramas, formando hatillos junto con otra aromática reina de nuestras cocinas, el tomillo.
Rara es la vez que al pasar junto a un hinojo no tome una pequeña hoja y me la lleve a la boca. Su sabor me estimula los recuerdos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario