Mostrando entradas con la etiqueta Pirineo Francés. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pirineo Francés. Mostrar todas las entradas

Ibón de Estanés desde Sansenet

14 de febrero de 2020. El valle de Aspe se abre en el lado francés del puerto de Somport. Poco antes de llegar a Les Forges d'Abel, una breve pista nos deja en un amplio aparcamiento en la entrada del bosque de Sansenet, precioso hayedo que cubre la cabecera del valle. Desde allí, subir al ibón de Estanés es una ruta sencilla con raquetas. Sin embargo, este año, a pesar de ser mediados de febrero, nos han sobrado las raquetas debido a la falta de nieve en baja cota.

La niebla cubre el bosque y asciende rápidamente hacia las cumbres. La luz del sol pasa entre los jirones e ilumina parcialmente el bosque de Sansenet. Los troncos de las hayas crean una textura sedosa sólo rota por abetos y tejos.

Debiéramos estar subiendo con las raquetas puestas, pero el día es primaveral y hace tiempo que la nieve desapareció.

Un amplio camino asciende por el interior del bosque hasta superarlo.  Cuando alcanzamos los pastos de altura podemos contemplar la cabecera del valle de Aspe.

 El circo de Aspe se insinúa tras el escarpe rocoso que forma  La Chorrota. A la derecha, el pico Labata, iluminado por el sol, mantiene vestidas de blanco sus empinadas laderas.

Los verticales y lisos estratos hacen de lámina de deslizamiento para las avalanchas de placa.

Continuamos la mirada  hacia el Este

Sinclinal de La Chorrota, resaltado por la erosión glaciar, y que ahora forma el último escalón para acceder al circo de Aspe.

y abrimos el ángulo hasta abarcar la cima redondeada de La Raca, escasa de nieve.

En torno a los 1750m comenzamos a encontrar leves manchas de nieve. Hacia el frente vemos la continuación del recorrido que nos llevará en pocos metros más al ibón de Estanés.

 Ya tenemos a la vista la sierra Bernera.

Casi de improviso aparece el lago.

La Cúpula de Secús y Punta Alta d'a Portaza en la derecha de la fotografía, y a la izquierda el pico Liuviella, que flanquea el valle de los Sarrios.

Desde este ángulo podemos admirar los verticales "chevrons" que apuntalan la sierra creando valientes relieves que atestiguan la potencia del pliegue tumbado que forma esta sierra.



Rodeamos el lago y para ganar mejor perspectiva subimos a un resalte rocoso que nos permita contemplar el lago  y la sierra Bernera en su conjunto. Aquí permaneceremos un largo rato de contemplación.


Desde este lugar vemos con claridad la Trinchera que da paso al escondido y precioso valle de los Sarrios

Tenemos tiempo de sobra para poder disfrutar de los detalles. El Midi d'Ossau, en un ángulo al que estamos poco acostumbrados.

El pico Anayet, a la izquierda , delante suyo la Punta de las Negras , y a la derecha el Vértice de Anayet, sobre el valle de Canal Roya.

Inconfundibles los pliegues del sinclinal del Castillo de Acher aunque sólo asome levemente sobre los collados que nos rodean.

De izquierda a derecha, los picos Chinebral y Acherito

Y no podemos despreciar al pico Acué, fondo granate  con jirones de nieve, que se alza frente a nosotros 

Allí donde el pico Acué extiende su larga falda se forma el valle de Aguastuertas, y la espina de la sierra se extiende casi en línea recta su final en el pico Secús. Cuesta abandonar este lugar. La calma de un día de invierno, el silencio que se extiende por todos los valles han creado un ambiente mágico e inolvidable. 


track y detalles de la ruta en 



Powered by Wikiloc

Pic de l' Aiguillette

Hace unos años subimos a este pico en un día gris y ventoso. Nuevamente volvemos a él aprovechando un espléndido cielo azul. Ruta fácil para subir con esquís, un poco más ardua subiendo con raquetas a causa del escalón final antes de llegar al collado. Una vez desde aquí, lo normal en estas fechas es subir a bota limpia por la cresta esquistosa. Estupendas vistas desde esta divisoria fronteriza.


Desde la boca norte del túnel de Bielsa  nos ponemos esquís y raquetas para encarar el pico que desde el inicio tenemos a la vista. La ruta es franca, primero al collado situado a la derecha para encarar después la cresta hacia la cima.

Los primeros metros de ascenso son muy cómodos ya que la pendiente es constante y no excesiva. Progresamos rápido ya que la nieve todavía no está transformada por el sol. Abajo queda el aparcamiento de la salida del túnel.

Al ganar altura se descubren las bonitas formas del pico Garlitz.

Antes de llegar al collado se encuentra el único momento de mayor esfuerzo. La pendiente se inclina notablemente. Marisol opta por buscar nieve más profunda donde trabajar con las raquetas y por eso va hacia la cara más expuesta al sol. Sube al derecho para evitar media ladera.

Yo he optado por irme hacia nieve más dura, menos soleada, donde hacer zetas más cómodo con los esquís, y aprovechar la ganancia de altura con la media ladera. Los cantos de los esquís me ayudan.


Salvado el escalón, espero a Marisol haciendo una panorámica del valle por donde hemos subido, Le ruisseau de Hourquet que se une con la Neste de Saux.



No hemos llegado todavía al collado, falta poco, pero ya vemos el contorno del pic d'Aiguillette

Ya en el puerto tenemos frente a nosotros las atractivas paredes y crestas de Gerbats (izquierda) y Gela (derecha)

Es un buen lugar para tomar un respiro y contemplar este magnífico entorno.

Repuestas las fuerzas, queda el último tramo. 

El circo de Barroude
























La nieve no cubre la cresta, quedan al descubierto lascas esquistosas pulidas por el hielo.

Cima del pic de l' Aiguillette y mirada hacia la boca norte del túnel de Bielsa.























El pico Puerto Viejo de Bielsa queda encuadrado en el centro de la fotografía. A su izquierda el pico Barrosa, y a la derecha el Troumouse























Hacia el norte, en amplia panorámica vemos cómo discurren paralelos la neste de la Gela, a la izquierda y la neste de Saux, entre ambos el pico Bourgade. A la derecha el pico Garliz y a la izquierda el Soum des Salettes y detrás el pico Campbieil

La cresta de la divisoria continúa hacia el pico Bataillence



Hacia el sur el barranco de la Pinarra 





Esquí nórdico en Somport

19 de febrero de 2015. Hemos vuelto a Somport, después de unos años de ausencia, para recrearnos con los paisajes que ofrece el espacio nórdico de Somport. Volver a calzar la tabla estrecha y la liviana bota transmite sensaciones diferentes del contacto con la  nieve. Lo añorábamos.
Hemos entrado por el lado francés. El motivo es claro y lo quiero exponer: Hacer esquí nórdico empezando por el lado de Candanchú es someterse a la agresión acústica de los altavoces que propagan la cacofonía de música que la estación de Candanchú impone.  Y no estamos dispuestos a pagar ese peaje. Ni entiendo ni comparto este maltrato a la montaña y a los que queremos disfrutar con ella. Las empresas que obtienen un beneficio económico, lícito por otra parte, de unos recursos naturales son las primeras que tienen la obligación de tener una actitud de respeto hacia la naturaleza, y de labor pedagógica para quien acude a ella.  Es cierto que cada vez más se toma la montaña como un parque de diversiones, y este cambio de actitud, que no es más que una creciente urbanización del medio natural debiera preocuparnos a todos, pero más aún a quienes la gestionan. Y como estoy profundamente en desacuerdo con esta tendencia la expongo aquí en esta humilde y discreta ventana. No podemos permanecer callados ante tanta tropelía.
Dicho esto vayamos a la crónica y disfrute de los paisajes: 



El recorrido se interna inmediatamente  en un bosque de hayas sólo interrumpido por algún abeto que con las últimas nieves caídas curva las ramas por el peso de la nieve. 



El bosque recoge la luz y la dispersa entre los troncos. En pocas épocas del año entra tanta luz en este bosque como en invierno, cuando el dosel de hojas ha desaparecido. Bajo el manto blanco esperan agazapadas las plantas que en cuanto desaparezca la nieve aspirarán a captar durante un breve espacio de tiempo el impulso de luz suficiente como para renacer, antes de que todo vuelva a la sombra que el haya impone.

Los esquís se deslizan suavemente por la pista, saltando entre claros y sombras.

Cuando el bosque lo permite, el horizonte se abre en espacios grandiosos: el valle de Aspe.


























Cada giro promete un nuevo regalo para los ojos...



























... que contemplan sosegadamente el horizonte  a medida que deslizamos los pies.
























Texturas que no se pueden tocar pero que se sienten por los ojos. El bosque de Sansanet y la ruta que conduce al ibón de Estanés.

Ladera occidental del valle de Aspe
























Un nuevo giro y la promesa de nuevas cumbres a las vista.

Desde la Zapatilla hasta Ruabe Llena del Bozo y Ruabe del Bozo, límites septentrionales de este rincón de Aragón.
Hayas y abetos compiten en los espacios abiertos.


































La pista gana altura, para descender después.
 El dominio de esquí alpino de Canfranc.

 El colladito es un buen lugar para darse un respiro y reponer fuerzas.

Un lugar desde donde abarcamos el valle del Aragón en su tramo más septentrional...

...desde donde arranca el valle transversal de Canal Roya.

Tomar altura nos permite contemplar mejor el circo de Aspe y los picos del Bozo.


Ya de vuelta, las luces del atardecer tornan dorados los árboles, y arrancan de la nieve   miles destellos  de diamantes.