Centaurea solstitialis subsp. solstitialis y Centaurea calcitrapa, cardos espinosos


El Sol nunca permanece quieto en el cielo, sin embargo con el calor del verano el tiempo fluye más despacio, la atmósfera se aquieta al mediodía y parece interminable ese momento. Solsticio de verano, sol quieto. Con alusión a este momento astronómico Linneo bautizó esta compuesta agrupada dentro del género de las Centaureas. También fue Linneo quien describió para la botánica este género y lo dedicó a esos hombres caballo de la mitología griega famosos por su conocimiento de las plantas y sus virtudes. Centaurea solstitialis la encontraremos en cunetas y barbechos, bordes de campos de cereales, rastrojos y taludes. Al amarillo dorado de las lígulas le acompañan unas también amarillentas brácteas de más de dos centímetros de largo, lobuladas en la base con otras espinillas. En la naturaleza la agresión y la defensa son más habituales de lo que la poesía bucólica suelen mostrar. La presión de los herbívoros sobre las plantas es constante, y pone en peligro la supervivencia de individuos vegetales y especies. Esta presión propiciaría la especialización de hojas, que abandonarían su función fotosintética y se convertirían en armas defensivas. Siguiendo la estrategia de proteger los puntos vitales, las espinas se colocaron especialmente alrededor de  los órganos reproductores de la planta. 
La misma estrategia sigue Centaurea calcitrapa, también bautizada por Linneo, quien toma de inspiración para el nombre su similitud con los abrojos. 
Esta centaurea frecuenta los mismos ambientes que la anterior. Era bien conocida antiguamente por la gente del campo, especialmente por los segadores de hoz y zoqueta. 
Tenemos que imaginar a aquellos esforzados trabajadores entre los pajizos campos, encorvados bajo el sol, cortando y formando gavillas bajo un sol que ciega. Movimientos rítmicos y enérgicos, hectárea a hectárea; si un abrojo entraba en la mano de la zoqueta las espinas rompían  la monotonía del siseo de la hoz.

Pico Baciero

Hacemos aproximación motorizada desde Gabás, por una pista en regular estado que nos lleva hasta prácticamente la falda del Baciero, desde allí es una ascensión corta y sencilla, sin más inconveniente, si se le puede llamar así, de subir por una glera que nos conduce al collado desde donde ya no hay mucho más que subir para llegar al pico Baciero, que aunque alejado de las altas cumbres es un hermoso mirador del curso medio del Esera. 7 de Junio de 2015



La pista que parte de Gabás sube hacia la ermita de San Juan (San Xuan), al resguardo del pinar encontramos Linum viscosum, a 1.400m

El Clot de Sin Xuan, bucólico lugar desde donde ya vemos las blancas rocas del Baciero.



En estos frescos pastos donde se ven muestras de actividad ganadera  vemos crecer una numerosa colonia de Ornithogalum orthophyllum. 1.600m.


Inusual aspecto de Ranunculus ruscinonensis, en el que alguna mutación genética, supongo, ha disparado la orden de crear pétalos desmesuradamente (normalmente 5), por los alrededores había algún otro especímen con esta variación, pero sin un resultado tan armonioso.



Emprendemos con parsimonia la subida por la pedrera. Poco a poco se va abriendo el horizonte, tras la loma de San Xuan (a la derecha) aparece la loma verde de la Sierra de Chía.


























El macizo del Posets luce galas blancas, delante El Bocs y la Tuca de Cambra que flanquean el barranco que sube hacia Barbarisa. Por encima de ellos la Tuca Bagüeña y Eriste, también de blanco.

Habitante en estas gleras calizas, Vicia pyrenaica.


Otro amante de suelos básicos: Galium pyrenaicum.



Gymnocarpium robertianum, creo.















Marisol se toma un respiro contemplando el paisaje.

El macizo de Cotiella sobre Barbaruéns


Entre los 1.900 y 2.000 metros hay unos magníficos ejemplares de Pinus uncinata. Algunos de ellos tienen un tronco en la base que supera el metro y medio de diámetro. Algunas de las ramas más antiguas están flexionadas en ángulo recto, sufrieron fuertes presiones que las dejaron paralelas al suelo y el crecimiento posterior les hizo recuperar el sentido ascendente.


Agazapada entre las piedras de la glera, un diminuto ejemplar de  Moneses uniflora. 1.950m




















Sedum atratum, 2.000m.



Viola biflora, 2.000m.










Poco antes de llegar al collado, el terreno se fractura en varias murallas rocosas entre las que se forman depresiones calizas. En este punto abundan esqueletos de pino negro.


Estamos a 2.000 metros y ahora la temperatura es agradable, pero el testimonio de estos árboles muertos indica unas condiciones extremas que afectaron a un buen número de árboles de similares características.


Forma cojinetes apretados, con la hojas formando columnillas de cuatro hojas, Arenaria tetraqueta.


En el herbazal que se forma en el collado aparecen ejemplares de Onosma tricerosperma subsp. alpicola, ya habíamos visto alguna más 350 metros más abajo.



Scrophularia pyrenaica, especie endémica del Pirineo central, considerada muy rara (Sainz Ollero & al. 1996) e incluida en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón. La encontramos al abrigo de la roca a 2.080m.















Nos observamos largamente. Este sarrio está renovando cornamenta y pelaje.









Continuamos por la cómoda cresta hacia la cima. Detrás tenemos el valle en Castejón de Sos. La configuración glaciar del valle se aprecia en las hombreras donde se asientan los núcleos de Chía en la orilla geográfica derecha, y los pueblos de la Solana a la izquierda geográfica. El extinto glaciar trazó curvas, se ensanchó en Castejón  y se encogió en el congosto del Ventamillo del que vemos algunos de sus cortes a la izquierda.

Acinos arvensis. 2.100m.



Linaria supina subsp. pyrenaica. 2.110m.














Gran panorámica desde la cima de Baciero. 2.116m. Desde el macizo de Cotiella, hasta las Maladetas.











El hermano mayor del Baciero, el Turbón, con el valle de Bardaixi por el medio y el valle de Lierp más allá.

Cotiella, y a la izquierda la sierra Ferrera con el final en el Picón d'o Libro, Peña Montañesa.

























Macizo de Posets y montañas circundantes.


















Track y datos de la ruta en


Saldo del río Escarra

17 de mayo de 2015. Día muy ventoso en la alta montaña. Optamos por un paseo al resguardo. El Saldo del río Escarra es un pintoresco salto de agua al que se accede cómodamente en un paraje de media montaña, primero sombreado, y después por pastos  abiertos.



Junto al camino, antes de comenzar el sendero que parte de la curva previa al túnel de Escarrilla, los acirones ( Acer campestre) están en flor y ya comienzan a aparecer los frutos alados.  1.200m



Junto al río también florecen los sauces (Salix atrocinerea)





El sendero se interna al principio en una umbría de caducifolios y boj, aparecen algunos ejemplares de Orchis mascula

















El matorral está representado por Rhamnus cathartica que tiene abiertas sus verdosas flores. 1300m


A medida que vamos ganando altura vamos abriendo la vista hacia las paredes de Las Crampas.

























































Apretadas contra las pizarrosas paredes Saponaria ocymoides.










Es un agradable camino aromatizado por las madreselvas (Lonicera xylosteum)


























El barranco del río Escarra, donde escondido se encuentra el Saldo.












Arenaria grandiflora.





















El guillomo (Amelanchier ovalis) está en plena explosión de flores.




























Los pastos están interrumpidos por pequeños arbustos, entre ellos el de Lonicera pyrenaica subsp pyrenaica


























Escondida entre grandes bloques de roca, Viola saxatilis  subsp. saxatilis. en torno a los 1.300m


Volvemos la vista atrás y contemplamos una espléndida vista de la sierra de Tendenera.




































Siempre en lugares pedregosos, Scrophularia canina, de curiosas flores granate.















Dos ejemplares de ranúnculos
Ranuculus carianthicus















Ranunculus gouanii




































Formando parte de las masas arbustivas que crecen entre los bloques de rocas, encontramos otra ramnácea  Rhamnus alpina subsp. alpina, también con despliegue de flores.

Una oruga de la mariposa nocturna Eriogaster catax

Al término del agradable paseo llegamos al Saldo del río Escarra.  El agua procede del valle encerrado entre los Picos Tres Güegas, Tres Hombres, Pico Escarra, Arbenuso y Peña Calcín, y tras ser represado en el embalse del Escarra, recorre un tramo de valle encajado antes de encontrarse con el frente de roca que excava y salta. La roca presenta curiosos pliegues y erosión en escamas, siguiendo la curvatura del pliegue tumbado, provocando unos fuertes extraplomos.
Track de la ruta en 
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/saldo-del-rio-escarra-24521804