Puerto de Canal Roya. Desdepida de la nieve por este año

23 de marzo de 2016. Queremos despedir la temporada de invierno antes de colgar las raquetas y los esquís. El tiempo no acompaña en este frío y nublado fin de semana y optamos por un rincón fácilmente accesible y que brinda una de las mejores panorámicas de montaña del valle de Tena.



El arroyo del Espelunciecha comienza a reclamar lo suyo.


El pico Anayet rompe las onduladas líneas de la nieve

El pico Espelunciecha


Ascensión al Espelunciecha por la cara NW

Mirada atrás, el valle de Tena. La reciente nieve caída esta pasada noche ha cambiado los tonos del blanco.

El tiempo está incierto

Sol, niebla, nieve.

Es sorprendente el silencio que envuelve este paraje

La curva del valle de Canal Roya. El pico Anayet lo domina desde la Rinconada. ¿Será posible que la ampliación de Formigal perturbe este paraje? ¿Qué nivel de conciencia tienen los que nos gobiernan?

Nuestro apoyo para que este lugar reciba la protección que merece.





De Yésero al pico Erata

25 de abril de 2016.    De Yésero parte una ruta que asciende al pico Erata por tupido bosque, en senda directa sin concesiones, pero sin dificultad técnica alguna. Se parte de la parte alta del pueblo, a unos 1.140 metros y se siguen marcas claras de la  GR15, senda prepirenaica. El pico Erata está a 2.005 según la topografía del IGN. En total son poco más de 850 metros de desnivel. Estamos en el Sobrepuerto, tierra de Biescas.

Como aperitivos a la crónica de esta ruta, dos plantas:
Lathraea clandestina, crece parasitando las hojas de los chopos y se encuentra en el Aula de la Naturaleza del puente que conduce a Oliván. 870m. Este es su aspecto en la madurez. Las flores son lo más aparente y crecen apiñadas formando grupos densos.








El segundo aperitivo es Berberis vulgaris (agracejo) que comienza a presentar las hojas en las proximidades de Gavín.970m. Hay que decir que inicialmente esta excursión estaba prevista para llegar al pico Campaniacha/ Punta Lana,  pero una competición de bici Trial en la zona nos hizo cambiar de plan. Otra vez se intentará.






Ya en Yésero, encontramos Acer opalus en plena floración. Está desplegando simétricamente las nuevas hojas. 1140m.











La tierra de Biescas y el valle de Tena son especialmente generosos en la floración de los cerezos silvestres (Prunus avium), éstos forman bonitos setos en el comienzo de la senda.












Antes de adentrarse en el bosque, lanzamos la mirada hacia la sierra de Tendenera, la volveremos a ver con amplitud cuando lleguemos a los pastos superiores. Más próxima, a la izquierda , la figura triangular de punta Campaniacha/Punta Lana

En la umbría del bosque se forman bonitos centros de Primula acaulis. 1250m.















Inicialmente el bosque es de pino repoblado (Pinus halepensis) que poco a poco va cambiando hacia Pinus sylvestris, con presencia de acebos y abetos.Se nota la orientación norte del camino. Por encima de las copas vemos la fantástica silueta de la Partacua en su tramo más oriental. A sus espaldas se desarrolla un gélido frente norte.


El tempero húmedo del sotobosque permite la proliferación de musgos. El de la fotografía ha desarrollado el esporangio con forma de bastón curvo.Se trata de Hylocomium splendens. Forma ramas aplanadas que crecen en pisos, cubre grandes extensiones de gran espesor.











Marisol y Carmen han superado el dominio del bosque y comienzan el tramo por tasca y erizones.

En los últimos cobijos que ofrecen los árboles, crece Heleborus viridis, ahora en plena floración.













Bellis perennis, 1750m.

















No es la altura , el collado está a 1.650m, sino la situación y proximidad de la barrera de Tendenera lo que hace del Erata una preciosa atalaya. Frente a nosotros se abre el barranco del Infierno. A nuestra altura está Campaniacha/Punta Lanas (izquierda), con el puerto de Gavin y el paso La Loba todavía cubiertos de nieve. Son contrafuertes de Peña Sabocos que con sus 2.755m señorea el sector occidental de la sierra. En el extremo izquierdo de la fotografía Peña Roya. Junto a Peña  Sabocos se abre un circo colgado, La Refoya, vigilado en el otro extremo por el Mayo de las Peñas. La cadena montañosa continúa en cotas que rondan los 2.700m hasta llegar en el extremo oriental al pico Tendenera (2845m) visitado por blancas nubes.






















Al dejar el bosque el horizonte se abre en interminable sucesión de picos y crestas. El viento norte está azotando las cimas del Taillón (derecha) y el más airoso Gabieto. La pirámide del Mondarruego nos tapa parcialmente la Falsa Brecha, y asoma la Punta Bazillac/El Dedo. Estamos viendo el dominio de Ordesa.



Primula elatior, 1920m, una de las primeras en brotar tras retirarse la nieve. Habitual en pastos del piso alpino o subalpino donde la innivación es prolongada













Galería de topillo. Es frecuente ver estas galerías tras retirarse la nieve, aunque lo habitual es que no conserven el techo de la galería. En este caso todavía se conserva toda la estructura.












La espadeta o siso fino (Carex humilis) comienza a despuntar en los pastos que despiertan a la primavera.





















El pico Erata, cima mayor (junto a su gemelo Pelopín) del Sobrepuerto, es a su vez mirador sobre el Sobremonte, al otro lado del valle del Gállego. En sus orígenes este valle fue labrado por el glaciar. Un pequeño glaciar subsidiario vertía sus hielos en la cuenca principal. Este pequeño glaciar formó el espacio ocupado hoy por los pueblos del Sobremonte: En la foto Yosa y Aso de Sobremonte, queda escondido Betés. Abajo en el fondo del valle principal se ve parcialmente Biescas.

El valle de Barbenuta y Espierre (otra posible ruta para subir al Erata) se vuelca en el Gállego. Al fondo la Peña Oroel.
 En primer término, los fenómenos periglaciares en las laderas del Erata: La gelifluxión provoca estos lóbulos de movimiento de masas al congelarse y descongelarse el suelo y formar materiales que se desplazan por la ladera.





Draba aizoides, 1980m. ya en los últimos metros que faltan por llegar a la cima












Ya desde el pico Erata, tenemos a la vista el pueblo de Otal. Son de destacar las innumerables terrazas que rodean al pueblo y que servirían de panares y sustento de otros cultivos. Algunas de estas terrazas empiezan a acusar el abandono y son invadidos por matorral.

 Tierras de Broto y panorámica sobre Ordesa y Las Tres Sorores. La Brecha de Rolando es visible junto entre Taillón y El Casco.

Erata forma dos cimas gemelas, desde cualquiera de ellas se contempla el inmenso panorama de la sierra Tendenera en toda su extensión.


















Y conectando con esta sierra, el comienzo de la sierra de la Partacua, con el pico Telera en una singular silueta. Desde el Erata se aprecia cómo Telera y toda su sierra está formada por un gran pliegue tumbado, cobertera derramada hacia el sur que posteriormente la erosión del gran glaciar del Gállego abrió la puerta de Santa Elena. Los estratos curvos de este inmenso pliegue aparecen truncados en la cara norte, lo que da la magnitud de la destrucción glaciar sufrida. En la cara sur, en la base se aprecian los "chevrons", láminas de estratos parcialmente destruídas y que por efecto del abarrancamiento tienen formas ondulantes.


 Y por último, no olvidemos que estamos en la tierra del Sobrepuerto. Valles perpendiculares al eje del Gállego,  ondulados montes sembrados de pueblos olvidados.


Pasos, observaciones y comentarios compartidos con Jesús y Carmen














Detalles de la ruta en wikiloc

















Tulipa sylvestris. "tulipán silvestre"

Pocos días quedan para que sea  clausurado, por este año ,el parque de Keukenhof, en los Países Bajos. Este especial jardín está dedicado al tulipán. Aunque sea una flor originaria de Turquía, los holandeses la tienen como emblema nacional. No es para menos ya que en el siglo XVII se desató el furor por esta bella flor. Por aquel entonces era una planta exótica. Tan apreciados eran los bulbos de algunas de sus innumerables variedades que se pagaban verdaderas fortunas por poseerlos. Así creció un comercio que hizo ricos a productores y comerciantes holandeses. Ese mismo furor llevó a la ruina a otros cuando el mercado del tulipán se colapsó. ¿Por qué tanto furor por una flor?  Las ciudades barrocas mantenían el ascenso imparable del urbanismo europeo, fenómeno que se había generalizado en el renacimiento. Los edificios barrocos hacían profusión de ornamentos vegetales y huían de la sobriedad renacentista.  La ciudad había crecido lo suficiente como para que la naturaleza quedase apartada. En plena expansión del urbanismo europeo, sus pobladores sintieron la necesidad de acercar la naturaleza a sus moradas. Surge el gusto por los bodegones y las colecciones de especies exóticas. Los jardines se transforman , dejan de ser un huerto de boticario y se convierten en recreaciones fantasiosas de la naturaleza.
El ser humano se siente huérfano en la medida en que se rodea de objetos inertes. Cuanto más crece la civilización, más  se impone la vuelta a la naturaleza, aunque este retorno sea también artificioso y urbano.
A caballo entre los siglos XIX y XX Santiago Ramón y Cajal lo expresaba en estos términos:" (...) el hombre es un nostálgico de la naturaleza, de donde la civilización lo desterró, y necesita, para reconfortar sus esfuerzos, restituirse de vez en cuando a su antigua patria, esto es, el bosque, a la colina, y a la pradera, satisfaciendo su sed de amplio horizonte, embriagándose con los perfumes del tomillo y del hinojo, y aireando, en fin, sus pulmones con el aire puro y bravío de la sierra, tan escaso de microbios como rico en oxígeno vivificante" (Duran y Alonso. Cajal, escritos inéditos. Editorial científico Médica.1983, citado en "Cajal y la Naturaleza" de Eduardo Garrido, ed. Desnivel, 2.015).
Los pronósticos de los organismos internacionales auguran un futuro urbano para las tres cuartas partes de la población antes de acabar el presente siglo. Para entonces ¿Cómo integraremos la naturaleza en nuestras vidas?

Por lo pronto, cerca de Barbastro, en las Baldorrias el caminante podrá encontrar un pariente próximo del tulipán cultivado. Es una especie hermosa, de luminoso amarillo y modesto porte (un tallo de un palmo sostiene una solitaria flor ahusada de la longitud del pulgar) Vive en suelo pobre, dominado por el yeso. Para verla bastará recorrer el trayecto de la antigua vía férrea, y pasado el túnel desviarse hacia un vallejo que se abre a la derecha. No tendrá que adentrarse mucho en el valle y caminando por la ladera que mira al Este, encontrará un pequeño grupo de esta planta al tiempo que, como Cajal decía, embriague sus pulmones con los perfumes del tomillo.