Pico Forátula

5 de julio de 2018. El pico Forátula (2581m)  permite una visión aérea sobre el escondido rincón de Piniecho, ya en la vertiente que mira hacia Tendenera, donde otra geología, otros relieves, revelan el fin del batolito de Panticosa y su transición hacia las calizas de las sierras interiores pirenaicas. La ruta de ascenso se aleja de los trillados caminos que suben hacia Bachimaña o Brazato, siguiendo modestos hitos de piedras apiladas.

Situación del pico Forátula en el conjunto de cimas que sirven de antesala al circo de Bachimaña. La fotografía está tomada en otoño  desde las proximidades del arco geológico de Piedrafita.


































El pico Forátula es visible desde el mismo balneario, pero para tener una visión más completa de su ubicación, tomo fotos de archivo. Me sirven unas imágenes tomadas subiendo al ibón de Coanga.

































Abrimos el ángulo y vemos que estos picos cierran la artesa glaciar de Panticosa desde su lado sudoriental,  y se sitúan en la vertiente opuesta al macizo de Argualas.


















Tomamos inicialmente el camino hacia Brazato, pero lo dejamos  para seguir un escondido sendero que nace cerca de los carteles de aviso de avalanchas. Un claro en el bosque nos deja a la vista el ibón del balneario y los picos que conforman el macizo de Argualas-Infierno.


Subimos junto al torrente que baja por el barranco dero Tablato y forma impetuosas cascadas.

Atravesamos un bosque de pino negro con un rico sotobosque cubierto de rododendros. En algunos claros de pastizal aparecen matas de Sesamoides interrupta, estamos a 1800 metros.


Y en los frescos pastos florece Veronica serpyllifolia subsp. serpyllifolia.

Antes de entrar completamente en el barranco dero Tablato, tenemos a la vista las paredes de Telera, al otro lado del valle de Tena.


El estrechamiento de la garganta unido al espesor del bosque crea ambientes sombríos donde crece   Digitalis lutea
También en  estos ambientes nemorales vemos Lamium galeopbdolon subsp. montanum, labiada cuyas hojas nos recuerdan a la ortiga.

En los espacios frescos y sombríos que quedan entre grandes bloques de granito crece este fino helecho de suelos ácidos: Gymnocarpium dryopteris.



El bosque va aclarándose a medida que ascendemos. Entre los árboles vemos las verticales formas del pico Tablato, avisándonos que nos vamos acercando al cierre del valle.


Próximos a los 2000 metros de altitud, en este bosque subalpino de pino negro crece un arbusto escaso en el Pirineo: Sorbus chamaemespilus. Es de porte pequeño, apenas 50 cm, pero sus amplias y lustrosas hojas no pasan desapercibidas

También otro arbusto, Cotoneaster integerrimus, con hojas pequeñas glabras en el haz y algunos frutos que quedan colgantes.

A medida que vamos ascendiendo y van escaseando los árboles, podemos contemplar sin obstáculos el horizonte. Detrás queda el macizo de Argualas que este año conserva bastante nieve a partir de los 2800m.























Una hierba de mayor porte en estos pastos alpinos es Anemone narcissiflora, bella ranunculácea que florece a principios de verano y que indica lugares en los que en invierno se acumula un gran espesor de nieve.

Nos detenemos unos momentos para admirar el desarrollo de cumbres  Garmo Negro (a la izquierda) ,Pondiellos, Arnales, Infierno, hasta llegar al pico Bachimaña.














A 2.300m nos encontramos con las Foyas de Brazato, pequeñas balsas que dulcifican el cada vez más agreste paisaje dominado por los bloques de granito. Tenemos enfrente el Cuello Baxo de  Brazato y el pico Tablato. Nuestro objetivo primero es subir un collado un collado que ahora permanece oculto y que queda al costado del Tablato.

Los picos del Infierno

El objetivo lo tenemos a la vista. Para subir al pico deberemos subir primero el collado y después, por detrás seguir hasta la cima.



El pico Bachimaña
Homogyne alpina es una hierba de la familia de las compuestas que se especializa en suelos ácidos y pastos de altura.

Ahora podemos ver prácticamente todo el desarrollo del valle. El pino negro forma un bosque en el fondo del valle y poco a poco va aclarándose. Los granitos muestran sus formas redondeadas en el fondo del valle, testigo del paso del antiguo glaciar que lo formó. A la derecha, la roca forma crestas por oposición de glaciares, tras estas crestas se esconden los lagos de Brazato

Es el momento de variar el rumbo ligeramente hacia el oeste. Dejamos a la izquierda el Cuello Baxo de Brazato y nos dirigimos hacia el collado que está a la derecha del pico Tablato.

Continuando la mirada desde la anterior fotografía hacia el Este, vemos el pico Punta Tablato de Piniecho (derecha)  y cómo continua su cresta hacia la punta Baziás y la Punta dero Puerto. Es un paisaje dominado por el granito.

Es comienzo de julio y todavía queda algún pequeño nevero. Delante tenemos las puntas que forman el Forátula, pero primero debemos subir al collado.

Ranunculus pyrenaeus, endemismo pirenaico, crece en zonas innivadas a partir de los 1800 metros, nosotros lo encontramos a 2.400 metros

Androsace laggeri, otro endemismo pirenaico que también vive en estos pastos alpinos.

Ha desaparecido todo rastro de camino, ahora toca progresar por el incómodo caos de granito.

Ya próximos al collado, el pico Forátula cobra un atractivo aspecto. Por fortuna por el otro lado de esta contundente pared hay un paso cómodo para llegar arriba.


Collado de acceso al pico Forátula.

Una agradable sorpresa espera al otro lado del collado, el escondido ibón de Piniecho queda casi al borde del valle colgado. Las puntas de Piniecho   guardan celosamente este aislado rincón apenas transitado por estar alejado de las rutas habituales.
Desde este lado del collado observamos la empinada ladera que tendremos que seguir horizontalmente hasta encontrar algún paso que nos permita subir al pico Forátula (derecha)


Dedicamos unos minutos a disfrutar de esta perspectiva. Las sierras Tendenera y Partacua quedan el en fondo y bajo nuestros pies se extiende el valle colgado que bordean las puntas de Piniecho y las cimas rojizas de Baldairán y Catieras.
Queda muy marcado el cambio de geología en este paisaje. El collado de Piniecho separa los granitos del pico Tablato de Piniecho de los materiales calizos de Tendenera, con la transición en las calizas tableadas negras de Baldairán, materiales del Devónico afectados por la proximidad del batolito de Panticosa que también producirá pizarras.


En un recoveco del collado vemos Primula hirsuta, planta alpina que coloniza fisuras de roca ácida.

Androsace vitaliana subsp. vitaliana también ocupa el mismo ambiente.
Siguiendo a media ladera podemos observar el ibón de Piniecho casi al borde del barranco que desciende vertiginoso hasta la carretera de acceso al balneario.

Después de seguir un centenar de metros a media ladera, vemos una estrecha franja que asciende en dirección a lo que parece ser la conexión con la cresta del pico. 

En efecto, nos conduce a una ancha cresta por la que es fácil progresar, y directamente conduce a la cima.

Casi en la cima una mata de rododendro (Rhododendron ferrugineum) confirma que seguimos en suelo ácido. 

Una vez en la cima, ya solo queda contemplar el paisaje que se extiende diáfano hacia los cuatro puntos cardinales.
La posición del pico Forátula, al estar en la entrada de la artesa glaciar, permite admirar practicamente todo su desarrollo. Cómo el río Caldarés desciende los ciclópeos escalones y cómo las cimas que bordean el amplísimo circo forman un anfiteatro homogéneo en altura.
















En detalle, pico Argualas, Garmo Negro y picos del Infierno

Pico Argualas

Garmo Negro

Infiernos
Infiernos y lago de Arnales

Lago de Arnales

Giramos hacia el este. Sobre los lagos de Brazato, las cumbres de Batans, Labaza, Baciás, Comachibosa, Brazato y Tablato

Pico Serrato y dientes de Batans
Dientes de Batans

Por último, el lado sur. Brazato, Tablato, Baldairán, Catieras y Piniecho. De telón de fondo la Sierra de Tendenera y la sierra de la Partacua al otro lado del río Gállego
La sierra Tendenera y su máxima cima.
Pico Tendenera


Panticosa y embalse de Búbal.

Ibón de Piniecho


Cima del pico Forátula





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Tortiellas y pico Tobazo

4 de Julio de 2018.
Creíamos que por ser los primeros días de julio íbamos a encontrar el ibón de Tortiellas con agua. Iniciamos la ruta en Candanchú y al llegar al collado desde donde se divisa Tortiellas, en lugar del ibón encontramos el colmatado lecho recorrido por un regato  retorciéndose en cerradas curvas. Así quedaba de manifiesto el origen etimológico del topónimo, y por otra parte el lugar nos emplazaba para volver en fechas más tempranas por otra ruta, desde Rioseta.


Atajamos como podemos entre las pistas  y desmontes que sirven a la estación de esquí de Candanchú, al tomar altura comenzamos a ganar visión sobre valles vecinos, como el de Astún. Allí está el collado y pico des Moines, flanqueado a izquierda por el pico Belonseiche y a la derecha por el pico de Astún.


En paralelo al valle de Astún se desarrolla a la derecha el valle de Canal Roya separados por el pico de La Raca

















Sin problemas llegamos a la divisoria que  nos presenta todo el frente rocoso que se eleva sobre La Rinconada de Candanchú. Montañas blancas y ocres que se elevan en gradas hasta culminar en el pico de Aspe




















En el lado sur  de esta divisoria, el barranco de Rioseta se resuelve en verticales desplomes, y junto con  la Canal  Roya y la Canal de Izas confluye en el valle del río Aragón.

Los pastos alpinos están tapizados de Horminum pyrenaicum


La pequeña orquídea Coeloglossum viride

Que cambia la tonalidad de las flores a medida que maduran.

Los llanos de Tortiellas son una repisa bajo el macizo  que forman los Lecherines y los picos de la Garganta de Borau. Dos pasos de altura se ven con nitidez, el paso de Aísa a la derecha y el paso de Borau a la izquierda.

El agua del ibón se ha filtrado a través de las cavidades de este paraje dominado por las calizas. En su lugar el arroyo se retuerce tortuosamente formando bonitos meandros.
Orchis ustulata
Asperula hirta  comparte espacio con Acinos alpinus
Armeria pubinervis también coloniza estos pastos.
Descendemos hacia los llanos de Tortiellas, 



Viola palustris, pequeña violeta que crece en estos pastos higroturbosos.
Nos ha sabido a poco llegar hasta los llanos de Tortiellas, y vemos asequible subir al pico Tobazo al mismo tiempo que iniciamos el regreso. Por el lado de Tortiellas el ascenso sigue el relieve en cuesta, suavemente. En el lado norte, esta parte de la montaña se transforma en abruptas paredes rocosas.


















Con la altura contemplamos los tonos granates de las rocas permotriásicas que forman el pico Acué, cercano al ibón de Estanés. Al fondo vemos nuevamente las calizas de Hecho y Ansó (Petraficha, Anzotiello y Mallo Acherito casi oculto)

Siempre con el escenario de fondo de las formidables paredes del macizo de Aspe.



















Y las hermosas perspectivas hacia los valles de Canal Roya e Izas.



















En dirección hacia el valle del Aragón, El pico de la Pala de Ip está rozando las nubes.

Y a la derecha, el Collarada presenta desde esta perspectiva sus paredes que en vertiginoso descenso de centenares de metros bajan hasta el circo de Ip
Las nubes se arremolinan en torno a la Pala de Ip, y debajo  queda recortado el castillete del Campanil de Izas

Entre tanto, las pequeñas flores de Androsace villosa dulcifican el agreste entorno


Track y detalles de la ruta en wikiloc


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