Camino de El Pueyo. Malva sylvestris "Malba, panetes"


Ya les han caído las primeras heladas, pero todavía siguen allí mostrando las flores y los pequeños frutos que por estas tierras llamamos panetes.  En ocasiones llega a crecer hasta el metro de altura, otras veces se desarrolla a ras de suelo. Es la más común de las malvas que habitan estas tierras, y la más resistente. 
La vemos en flor ya en abril  y prolonga la floración hasta los primeros hielos. Las flores presentan unos llamativos nervios púrpura en cada uno de los cinco  pétalos. Bajo los pétalos encontraremos  un cáliz y un sobrecáliz, conjunto de sépalos que también recibe el nombre de calículo.
El  dicho popular "irse a criar malvas" está justificado por su proliferación en suelos removidos, bien nitrogenados como se supone son los cementerios. Crece también  en escombreras y márgenes. A pesar de esta asociación con tan luctuoso lugar, la malva ha sido una hierba muy recogida por sus amplias y eficaces virtudes. Ahora que comienzan los catarros y resfriados es el momento de tener unas flores secas dispuestas para hacer la tisana  que ablande la tos. Aspirar el vapor de esta cocción aliviará las vías respiratorias. Incluso una  cataplasma hecha con las hojas machacadas era utilizada como antiséptica y cicatrizante. 
Quienes hayan disfrutado de una infancia de  juegos  al aire libre quizá hayan usado los frutos para los juegos de "comidetas", pues éstos cumplían bien su función tanto por la forma como por su sabor, ya que los "panetes" son comestibles. 
Esta misma mañana he tomado fotos de la malba. El hielo comienza a transparentar los pétalos. El frío apura y da los últimos estoques a las pocas flores que todavía resisten.

Entrada 100 de flores de Barbastro

Con esta son 100 las entradas dedicadas a la flora de Barbastro. Como en alguna entrada he nombrado más de una especie, ya hace días que sobrepasamos la centena de especies tratadas. Un placer describirlas, y espero que también lo haya sido para los que leéis este blog. La buena noticia es que quedan muchas más por ver.

Camino de El Pueyo. Centaurea aspera. "brazera, yerba rasera"

Caminando hacia El Pueyo encontramos lugares poco generosos, donde predominan los pedregales, acumulaciones de cascajo y gravas que,procedentes de la montaña, fueron depositados aquí por arroyos ahora difíciles de imaginar. En este escenario encontramos  este cardo de flor pequeña , hojas estrechas y porte algo ceniciento. Sólo las flores, resistentes hasta los primeros fríos severos, llaman la atención. Acostumbran ha ramificar desde la base, por lo que a menudo ofrecen un aspecto enmarañado y desaliñado
El nombre popular brazera lo comparte con otras especies del mismo género Centaurea, por ejemplo C. calcitrapa, cuyas flores son amarillas.
La brazera , como corresponde a las plantas pertenecientes a la familia de las Compuestas, dispone las flores en capítulos.  Las flores de estas inflorescencias,en botánica llamadas flósculos, son tubulares, tan apenas tienen peciolo. El capítulo está protegido por un involucro formado por brácteas. Estas brácteas se disponen en el involucro imbricándose unas con otras, formando una cámara protegida de agresiones externas. Para aumentar la protección del interior cada bráctea exhibe un número variable de amarillentas y patentes espinas. En el interior del involucro, el receptáculo, aloja el bien más preciado del capítulo: los ovarios de todas las flores.  Volviendo a las flores observaremos dos grupos diferenciados: las exteriores más  vistosas y estériles, claramente pentámeras,  y las interiores , de tubo más largo ,con función reproductiva. Es hierba que produce mucho néctar, de manera que su polinización es producida por insectos. También su ciclo vital está unido a los insectos para la dispersión de las semillas,   éstas tienen un vilano muy corto por lo que el viento no es eficaz. Para favorecer la dispersión , las semillas van provistas de un complemento alimenticio que las recubre y que atrae a las hormigas, que las portarán lejos a cambio de la propina gastronómica.