Helianthemum syriacum y Helianthemum squamatum

Sufrir estrés no es una circunstancia privativa de los humanos. Las condiciones que el ambiente natural impone a los seres vivos genera situaciones estresantes. Una de las principales causas de tensión vital en las plantas es la falta de agua. El caminante que visita las Baldorrias puede apreciar las estrategias de supervivencia que las plantas han desarrollado en ese paisaje.
Flor de Helianthemum syriacum. Hojas estrechas y vueltas en el envés.
En estas fechas están en flor dos especialistas de los yesos: Helianthemum syriacum y Helianthemum squamatum. Ambas han desarrollado mecanismos para vivir en este exigente medio. Como la actividad fotosintética significa consumo de agua, estas plantas minimizan el coste formando arbustos perennes de poco porte, además se cubren frente a la radiación solar.


Hoja de Helianthemum squamatum con los pequeños discos de escamas.
H. squamatum es la más excéntrica ya que no forma los habituales pelos blanquecinos, ni revuelve las hojas como hace H. syriacum y otras muchas especies. En  H. squamatum  la transpiración queda atrapada en el diminuto invernadero formado por los discos escamosos dispuestos a modo de sombrillas  que recubren completamente la superficie de las hojas, al tiempo que minimizan la incidencia de la radiación solar.


discos de H. squamatum a través del microscopio


Vivir en los yesos es duro. El yeso se erosiona muy fácilmente por el agua superficial. La cubierta vegetal escasea y queda a la vista un suelo esquelético, mineral, carente de nutrientes. La composición química del yeso tampoco ayuda: El  calcio y azufre que componen el yeso trastorna el metabolismo celular de cualquier planta que no esté adaptada al exceso de estos dos componentes. Cualquiera que camine ahora por los cerros de las Baldorrias enseguida se dará cuenta de otro problema añadido: la aridez del clima. Las plantas anuales han aprovechado ya el corto ciclo de la primavera en estos parajes y ya comienzan a agostarse. Las plantas perennes, como estas dos jarillas tendrán que aguantar durante el tórrido verano y gestionar el estrés hídrico.
Helianthemum squamatum
Recientes investigaciones realizadas en el Instituto Pirenaico de Ecología han desvelado un secreto hasta ahora desconocido: algunas especies adaptadas a los yesos consiguen obtener agua del yeso. Sara Palacio, investigadora, nos lo contó hace pocos días en la ruta botánica hasta El Almerge organizada por el IPE. El yeso es una sal hidratada que tiene moléculas de agua atrapadas en su estructura cristalina. Es agua contenida entre las láminas cristalinas del yeso. Estas plantas exclusivas de los yesos son capaces de superar el verano extrayendo hasta un 90%  del agua de cristalización del yeso, siendo éste un mecanismo sorprendente que supera a la simple absorción del agua contenida en el suelo. Mediante algún procedimiento todavía en investigación extraen el agua de la estructura química de los minerales  constituyendo una forma extraordinariamente eficaz de supervivencia en medios áridos.
Helianthemum squamatum, 
El avance en estos estudios nos permitirá comprender mejor la relación entre algunas plantas y los minerales con los que interactúan y quizá establecer nuevas estrategias de agricultura en medios áridos. La naturaleza de estos descubrimientos también nos debería cambiar la percepción de estos ecosistemas, a primera vista poco atractivos, pero que guardan secretos cuyo alcance puede tener límites insospechados. En las Baldorrias tenemos un paisaje singular, con una naturaleza exclusiva que debemos conocer y valorar.

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