PIco Salbaguardia

20 de Septiembre de 2015 .   Clásica ascensión del valle de Benasque, famosa por la panorámica que ofrece del macizo de las Maladetas, pero que no ensombrece la que propicia hacia los Pirineos franceses y hacia el sector occidental del valle: Remuñé , Literola, Perdiguero, Posets. Vía transitada , sin dificultades que sigue el trazado del tradicional paso del Portillón de Benasque, ruta  en el pasado de trabajadores transfronterizos, peregrinos y contrabandistas.

El portillón de Benasque y pico Salbaguardia vistos desde la Tuca de Paderna


 

Iniciamos el camino unos metros antes de llegar a la Besurta, dejando el coche en una zona de aparcamiento autorizado. El camino sube sin contemplaciones hacia el Portillón. Desde el inicio comienzan a abrirse los majestuosos panoramas.























Además de las merenderas, también aparecen Crocus nudiflorus, azafranes silvestres que muestran su fugaz belleza compitiendo con la belleza eterna del macizo de las Maladetas.




Posets, Literola, Remuñé, Perdiguero, Pico Puerto Viello
 
La naturaleza caliza de esta ladera propicia la formación de endiduras y dolinas. algunas de ellas están colonizadas por  acónitos (Aconitum napellus subsp. vulgare)















Cuidado a qué piedra te arrimas, no vaya a ser que se enfade quien allí habita.




El valle de Benasque se cierra aparentemente en Aiguallut, dos valles surgen de ese llano, el de la Escaleta a la izquierda, que conduce hacia Forcanadas y Mulleres, y el valle de Barrancs a la derecha que se topa con la muralla de Xalenques. A la derecha ya aparece el Aneto.

El señor de los Pirineos ha recibido recientes nieves que han blanqueado rocas y rejuvenecido el glaciar. Sobre el glaciar se aprecia la traza seguida por los montañeros.

El agua que no se ha escapado hacia la vertiente norte del Pirineo a través del Forau de Aiguallut forma estos meandros en plan de Estan. Se observan antiguos trazados de meandros ya colmatados.


Ibón superior de Villamorta.

Selinum pyrenaeum, se encuentra en la orilla de las basetas del Portillón, como buen amante de los pastos húmedos pirenaicos.



El objetivo a la vista.
Juegos cromáticos en la caliza.


















Primera recompensa del día, los lagos de Boums du Port, en el lado francés del Portillón. A la izquierda tenemos la cima del Salbaguardia.

Armeria bubanii















Armeria alpina

Gentiana alpina

Un poco más arriba, los mismos lagos, y lo que resta de camino para llegar a la cima del Salbaguardia.

El Portillón de Benasque ya queda atrás, con su forma de estrecha puerta que franquea una muralla. 

Ya en el lomo de la cima enlazamos la vista de los lagos Boums con el lago de la Montagnete

Bagneres de Luchon, puerta de acceso a este sector norte de los Pirineos.






















El macizo de las Maladetas desde el pico Salbaguardia
Continuación de la panorámica hacia el oeste.



Datos de la ruta:
1.848 m. punto de partida
2.736 m. Pico Salbaguardia /Tuca Cabellut
Desnivel acumulado : 940 m.

track de la ruta:  http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10881966

Satureja montana. "Ajedrea, sabiduría, salseta"

Ya están en las fruterías y tiendas de semillas las bolsas de olivas dispuestas a ser aliñadas. Los olivos de la comarca enseñan los frutos que ya comienzan a tiznarse de oscuro. Aquellas que no se conviertan en el exquisito aceite del Somontano serán destinadas a oliva de mesa en sus múltiples variedades. Yo prefiero el sabor concentrado de las olivas negras arrugadas, curadas entre sal seca y el frío de Enero. Las negras y tersas curadas en salmuera aguantan bien durante mucho tiempo y son excepcionales para hacer una pasta con pepinillos y anchoa. Pero todavía falta para recogerlas. Ahora comienzo a coger las olivas verdes, algunas entreveradas, para aliñarlas en salmuera con ajedrea. 
Es la ajedrea una planta leñosa que crece en graveras que ocasionalmente quedan irrigadas. También prospera en claros de carrascal, tomillares, roquedos. Es más abundante desde la Carrodilla hacia el norte. En Barbastro hay algunos ejemplares en las graveras de la Boquera, también es frecuente en las gleras soleadas del camino del Vero entre Barbastro y Castillazuelo. La distingue su buen aroma, las hojas abundantes que cubren los tallos, agudas, estrechas, enfrentadas unas a otras, con cilios dispuestos en los bordes. Es áspera al tacto, pero suave al olfato. 
Las flores se agrupan en ramilletes al final del tallo, y son blancas, con dos labios, de los que el inferior está dividido en tres lóbulos. El cáliz tiene cinco sépalos agudos. Da gozo ver los apretados racimos de flores entre las lisas piedras del Cinca.
De la ajedrea está probado que tiene virtudes aperitivas, que se aprovechan con su presencia en el aliño de las olivas, pero también se toma en tisana con las mismas funciones, o para favorecer la digestión. 
De un tiempo a esta parte se puede encontrar en las floristerías de Barbastro y tiendas de semillas macetas de ajedrea, que por un módico precio permiten tener esta planta en casa todo el año. Es planta perenne, por lo que disfrutaremos verla crecer y extenderse por un amplio tiesto, tener su aroma al alcance de la mano,  y llegado el momento cortaremos ramillas para el aliño necesario de nuestras olivas, o quien sabe si para aromatizar un guiso o un buen plato de alubias. Las del Cinca las dejo sin tocar, que son escasas y  bastante tienen con aguantar los secos veranos.

Humulus lupulus, "lúpulo"


Pocas plantas que podamos encontrar silvestres en el campo han pasado con apenas variaciones al uso industrial como lo ha hecho el lúpulo. Se sabe que ya fue utilizado en la Edad Media para aromatizar la cerveza, pero  la historia del cultivo del lúpulo en España no comienza hasta principios del siglo XX, con las primeras investigaciones sobre este cultivo en España. El objeto  era  regularizar el suministro, evitando la inseguridad que suponía la utilización de lúpulo silvestre, y reducir las importaciones. En aquel momento se abastecía a las más de 35 empresas cerveceras que había en España.  Galicia fue la pionera, pero en la actualidad la producción la lidera León, seguida de lejos por La Rioja y La Coruña.
El lúpulo es una especie dioica, es decir que presenta pies masculinos y pies femeninos. Para la producción de la cerveza se emplean las flores femeninas, que están agrupadas en glomérulos y están protegidas por brácteas. Cuando las flores maduran las brácteas se ensanchan y toman el aspecto de un cono de aspecto papiráceo. Es en ese momento en el que se emplean para la elaboración de la cerveza, puesto que entre las escamas se desarrolla una glándula que produce lupulina. La lupulina contiene una resina que aporta el sabor amargo,y aceites esenciales que añaden a la cerveza el aroma característico. Hace un tiempo tuve el placer de ayudar a Angel Lorente, amigo y colega en la música, a elaborar cerveza artesanal. Fue un regalo para el olfato la manipulación y cocción de las maltas, pero el culmen fue el momento en el que sumergimos el lúpulo en la malta elaborada. Se multiplicaron por mil los aromas y matices, revivieron  recuerdos de sensaciones producidas por las buenas cervezas que hasta ese momento había bebido.
El lúpulo es una planta de presencia escasa en Aragón, y aún rara en amplias zonas. Nosotros tenemos la fortuna de ver notables ejemplares en la confluencia de los ríos Vero y Cinca, así como alguna mata que trepa por los taludes próximos al puente de Santa Fe. Es una planta que crece en los sotos. Tiene  crecimiento longitudinal, por lo que necesita el apoyo de árboles o carrizos hasta alcanzar los 4 o 5 metros. Las hojas salen directamente del tallo principal, con un largo cabillo, y se distribuyen opuestas por pares. Son las hojas anchas, con tres o cinco profundos lóbulos, similares a las de la vid.
Tradicionalmente  se han utilizado los tallos tiernos para comerlos cocidos como si fueran espárragos. Fiel a su familia , las Cannabináceas , tiene compuestos levemente narcóticos. Se ha utilizado como ligero sedante ya que sus ácidos tienen efectos similares a la melatonina. Para favorecer el sueño y ahuyentar pesadillas se rellenaban las almohadas con las flores. Estudios actuales avanzan la posibilidad de utilizar compuestos químicos existentes en el lúpulo para regular los lípidos en la sangre y  como anti-inflamatorio en procesos reumáticos y fibromialgias.
Los ácidos que contiene el lúpulo tienen efecto anti-microbiano. De esto ya se dio cuenta Hildegard von Bingen, (1098-1179)  abadesa  del monasterio de Rupertsberg , Alemania.  Esta culta mujer  describió en su obra Liber simplicis medicine o Physica las virtudes del lúpulo como conservante natural de la cerveza. Y es que sin saber ella de la existencia de las bacterias, ya descubrió que el lúpulo preservaba tan preciado brebaje de la corrupción.