La adaptación al paso con raqueta por parte de los noveles es rápido. La pista que sube desde Espierba al collado se cubre de blanco tras unos cien metros de subida. El paseo es agradable, discurre en el bosque y con las paredes de Pineta entreviéndose tras las ramas de los pinos.
Ya en las proximidades del collado el espacio se abre. La sierra de las Cutas presenta sus verticales perfiles.
Hacia el sur, el valle de Pineta cortado abruptamente por el río Cinca. De fondo el macizo de Cotiella.
Ya en el collado de Espierba.
Desde el collado, contemplamos el valle de Chisagüés. La falda del pico Liena(2.607mts), punto central de la Sierra de Liena, muestra los bancales sembrados de bordas.
El día es magnífico, pero el viento es frío en el amplio collado. Ascendemos un poco más para buscar mejor resguardo. Detrás queda el Tozal de Cazcarro, marcado por verticales paredes.
El grupo de raquetas ya ha visto un lugar donde descansar apaciblemente y con el suelo seco y soleado. El resto apuramos un poco el paso para ir ganando terreno. Con la altura el paisaje va mostrando nuevos horizontes. Tras el Tozal de Cazcarro, el Pico del Quezo. A la izquierda la sugestiva silueta piramidal de Punta Fulsa y a su lado Punta Suelza cubierta de nieve.
Diego marca el paso y comenzamos a subir los sucesivos escalones que forman el denominado llano de Dué.
Impresionantes paredes de Pineta.
Poco a poco comienzan a verse hacia el norte las formas finales de la sierra de Espierba.
Mirando hacia el sur , el llano de Dué, un vallecito colgado en las alturas.
El valle de Pineta muestra su trazado rectilíneo, bruscamente roto por el río Cinca. Su continuidad geológica se extiende más allá del valle escavado de norte a sur y se adentra entre la Sierra Marqués y el Pico L'Orbar.
Hacia el norte, ya tenemos a la vista el pico Comodoto, justo en el centro. El Robiñera muestra su flanco sur
La ruta discurre por sucesivas subidas y bajadas que hay que ir superando. Todavía queda una última loma que superar antes de tener a la vista la falda del Comodoto.
En el Comodoto vemos una colada de alud que parte prácticamente de la cima. A la derecha la imponente figura del Robiñera que asciende con fuerza desde el collado que comunica con los lagos de La Munia.
Estamos ya a los pies del objetivo. Sólo queda subir unos pocos metros y seguir la arista. Nos dirigimos a la primera mancha de hierba entre la nieve.
Tras unos minutos de deliberación, decidimos no subir más. Diego no se encuentra bien, y lo puede pasar mal en la arista. Además no vamos bien de tiempo. Hasta ahora ha sido una excursión magnífica y queremos que siga así.
A disfrutar con la bajada. La nieve está magnífica.
Alicia disfrutando con cada curva.
Aquí dejo el enlace del vídeo de la jornada, espero que lo disfrutéis:
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