La fama de su tóxicidad le precede, y por eso el común le llama tomates del diablo. En efecto, los frutos de Solanum villosum parecen tomates en miniatura, del tamaño de un guisante. Aparecen en racimos de entre 4 y 6 frutos colgados de su cabillo. De la misma manera la flor, ligeramente tubular, con cinco pétalos blancos triangulares, semeja la de la tomatera común. Se trata de similitudes propias en la familia de las Solanáceas. Aunque ya comenzó a florecer a mediados de la primavera, prolonga su periodo de floración hasta bien entrado el otoño, incluso si éste es benigno podremos observar alguna mata con flor en pleno diciembre.Al mismo tiempo que florece, los racimos de frutos irán pasando del verde al rojo anaranjado.
Otra estirpe similar es Solanum nigrum, que comparte ambientes con la anterior, esto es cunetas, escombreras, márgenes de huertos. Se diferencia de Solanum villosum en que son casi lampiñas, en la menor ondulación de las hojas, y que éstas, a medida que va madurando van adquiriendo una tonalidad verde oscuro, pero sobre todo se diferencian porque los frutos pasan del verde al negro.
Yerba negra es su nombre popular, así como negra es su fama, pues también se la considera tóxica.
Ya se comentó aquí en otra ocasión cómo ésta familia, las solanáceas, tienen la peculiaridad de su toxicidad , a la vez que contar con especies fundamentales en la dieta diaria, como son el tomate, los pimientos, las patatas, las berenjenas. Se sabe que no es aconsejable comer tomates verdes por su toxicidad, así como no es apta para el consumo otra parte de la patatera que no sea el tubérculo.
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