Larga excursión con pernocta en los lagos Azules antes de subir a los collados del Infierno y Tebarray. El pico,fácil de subir, ofrece una excelente visión de los Picos del Infierno y el circo de Piedrafita con el macizo de Balaitus. En esta ocasión se nos ha unido nuestra hija menor, Aurora.
Para aproximarnos a Bachimaña hemos optado esta vez por el camino de los Machos que salva las gradas de las cascadas por un camino serpenteante y alejado del río, ofreciendo una perspectiva diferente. La roca redondeada por el glaciar forma el lomo redondo de O Bozuelo, sobre el que se sitúan los ibones de Arnales. Oculta por esta mole redondeada queda el macizo de Argualas del que asoman algunos picos y crestas.
El río Caldarés salta entre los blancos granitos.
El repecho que lleva al embalse de Bachimaña deja atrás el salto del Fraile. Frente a nosotros el barranco que baja aguas de los ibones de Labaza; las crestas del pico con el mismo nombre revela el dominio del granito en este paisaje, un granito modelado formidablemente por un extinto glaciar que perfilo este valle en U.
Tan apenas nos paramos en el embalse de Bachimaña, queremos descansar en el riachuelo que baja de los lagos Azules. Una pequeña balsa está colonizada por Sparganium angustifolium, una planta que enraiza en el fondo de lagos y balsas y extiende sus hojas flotantes desde donde sale el vástago con la flor.
Ya en el ibón Azul inferior encontramos entre los granitos Veronica alpina. 2360m.
Pasamos el ibón Azul inferior,cerrado con una leve represa. A lo lejos vemos una porción del embalse de Bachimaña y en la lejanía una leve línea azul que delata al lago de Bramatuero.
Senecio pyrenaicus, a 2.370m.
Unos metros más arriba el ibón Azul superior, lugar elegido para pasar la noche. Estaremos velados por los Picos del Infierno, a la izquierda y el pico de Piedrafita a la derecha. En el centro ya vemos el cuello del Infierno que será el primer objetivo para mañana.
Pasamos el ibón Azul inferior,cerrado con una leve represa. A lo lejos vemos una porción del embalse de Bachimaña y en la lejanía una leve línea azul que delata al lago de Bramatuero.
Senecio pyrenaicus, a 2.370m.
También entre los bloques de granito, allí donde el agua corre entre las piedras encontramos
Allium schoenoprasum subsp. schoenoprasum, formando un racimo armonioso.
Unos metros más arriba el ibón Azul superior, lugar elegido para pasar la noche. Estaremos velados por los Picos del Infierno, a la izquierda y el pico de Piedrafita a la derecha. En el centro ya vemos el cuello del Infierno que será el primer objetivo para mañana.
Foto de familia, en esta ocasión nos acompaña nuestra hija menor, Aurora.
Escenario donde que veremos caer las sombras.
Queda tiempo para dar una vuelta por los alrededores. En los trampales que rodean al ibón crece Eriophorum scheuchzeri, a 2.390m.
El pico Vignemale, detrás con sus blancas bandas, y más cercanos el pico Serrato y Peña Xuans
A la mañana siguiente seguimos ascendiendo en dirección al collado del Infierno. Echando la mirada atrás vemos el lago Azul superior. Una de sus orillas muestra una formación de delta por la colmatación de sedimentos procedentes del riachuelo que viene del cuello del Infierno. En la otra orilla el pico de Arnals que se continúa a la derecha con los picos del Infierno.
El collado se distingue claramente entre el pico de Piedrafita/Punta Zarra a la derecha y el macizo que forman los picos del Infierno. Destacan unas bandas de mármol que se confunden a primera vista con los restos de neveros.
Las calizas y pizarras han sufrido el desgaste del glaciar, aquí perfectamente visible. Sobre una raíz granítica, en la que las rocas han quedado aborregadas, las pizarras y calizas paleozoicas forman las crestas quebradas por el hielo. El umbral del valle glaciar colgado presenta un aspecto plano en la base, con fuertes pendientes en los escarpes que suben verticales hasta las cimas.
Carduus carlinoides subsp. carlinoides, un cardo de puerto que prospera en el piso alpino.2450m.
Continuando el sendero hacia el collado nos encontramos con dos flancos de morrenas laterales bien conservados.
Supongo que estas morrenas deben corresponder al último periodo de expansión de los glaciares conocido como Pequeña edad del Hielo puesto que descienden directamente del glaciar y cortan perpendicularmente la dirección del valle, también de origen glaciar pero más antiguo. Es hermoso contemplar la nitidez de las morrenas, prácticamente intactas en sus lomas a dos vertientes, y los montículos morrénicos de la base glaciar.
Oxytropis neglecta, una leguminosa que comienza a colonizar este suelo disgregado y pedregoso. 2514m.
Acinos alpinus, pequeña y rastrera labiada acostumbrada a la altura.2520m.
Alchemilla plicatula. Los contornos de las hojas están resaltados por los pelos plateados que recubren el envés. 2530m.
Crepis pygmaea, habitual de las gleras del piso alpino y nival.2550m.
Al llegar al cuello del Infierno nos encontramos con el Ibón de Tebarray. Un escenario fantástico de roca y agua. Por la ladera derecha continúa la traza que conduce al collado de Tebarray, el pico con el mismo nombre está a continuación con su característica forma piramidal. Estos son nuestros dos próximos objetivos.
Ya en el collado de Tebarray la imagen se invierte, ahora tenemos enfrente el glaciar del Infierno y sus crestas. En la derecha se abre el amplio canal de evacuación del lago que lleva aguas directamente hacia Sallent de Gállego.
Dejamos atrás el collado de Tebarray y comenzamos a subir el pico Tebarray.
Mirando hacia atrás, el escenario es curiosamente geométrico.
Desde el pico Tebarray (2.916m.) varias panorámicas que enlazadas darían 360º en torno al pico Tebarray.
En dirección norte, el circo de Piedrafita
Girando hacia el este, se añaden los picos del Infierno.
Girando más , ya en dirección Sur-Suroeste, tras el Infierno aparece el Garmo Negro,Algas y Argualas. A su pies se ven las cintas azules de los ibones de Pondiellos. De telón de fondo la Partacua.
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