Camino de El Pueyo. Sonchus tenerrimus. "Latazin fino"

Latazín, lechazín, lechazino, letachín, llatarins, llatasín, lletera, ... nombres comunes con los que se denomina a ésta y otras especies afines, y que muestran al menos dos cosas: uno, la propiedad de sangrar una sabia blanca como la leche cuando se corta; y dos, la familiaridad de estas plantas en la vida cotidiana de nuestros antepasados. De todos los latacines que podemos encontrar por nuestro territorio, éste quizá sea el más esquivo. Es muy común en latitudes meridionales, pero a medida que nos separamos del valle del Ebro comienza a escasear. En El Pueyo lo podremos encontrar en la cara sur, buscando en las zonas más pedregosas, e incluso pegados a la roca, en lugares bien expuestos al sol. Ya floreció a principios de enero, llevándoles unos meses de ventaja a los demás latacines que comienzan ahora a aparecer.
Presenta la característica cabezuela donde se agrupan decenas de flores amarillas. Fórmula de éxito en la evolución de las plantas. Tanto es así que encontramos disposición similar en numerosas especies y géneros de esta familia de las Compuestas, haciendo que sea labor ardua llegar a dominar la identificación de todas ellas. En este caso Sonchus tenerrimus nos presenta una diferencia clara: la base de la cabezuela presenta una borra blanca. 
Las lígulas (lengüeta que presentan las corolas del capítulo) no se limitan a la periferia de la cabezuela , sino que se distribuyen por toda ella.
También nos fijaremos en las hojas, que aunque de formas muy variables, tienen unas características hojas caulinares intermedias muy agudas, además de orejetas que envuelven el tallo. Por otra parte , las hojas basales están muy divididas.

Estas hojas, cuando son tiernas, han sido objeto de recogida para preparar ensaladas, para dar de comer a los animales, tanto conejos como cerdos, e incluso se les atribuyen propiedades cicatrizantes preparando una cataplasma con la hoja machacada  junto con la leche que desprende, propiedades que comparte con su más robusto pariente Sonchus oleraceus,  y  el más  común de los latacines que por aquí se crían y que pronto veremos abundar en los márgenes de caminos.

Invernal Pico Canal Roya


17 de febrero de 2013
Segundo día de aprendizaje para Alicia. Ayer estuvimos en el collado de Foratata, hoy vamos a subir al pico Canal Roya.




Este es el aspecto que el puerto del Portalet ofrecía. La carretera está recién abierta sólo por el lado español.

Por si hay dudas sobre la veracidad de las imágenes, ved la situación de esta excavadora que estaba aparcada cerca de donde debiera aparecer la carretera en el lado francés.


    
Alicia comienza a foquear. El aspecto de Aneu es insólito, por la gran cantidad de nieve acumulada y porque no vemos a casi nadie. Tan apenas hay gente, los franceses no pueden subir porque tienen la carretera cortada.














El centro pastoril de Aneu aparece casi cubierto por completo. El nivel de la nieve está a la altura del tejado de las bordas.

























































Las paredes rocosas del Pico Gradillere muestran un grueso penacho de nieve, detrás aparece el Midi con las canales llenas a rebosar.



Alguna cornisa comienza a purgarse, no obstante tardará algunos días en estabilizarse esa zona.





Cerca del Pico Canal Roya, el manto de nieve presenta una grieta por desplazamiento. La hemos rodeado prudentemente. Más valiente ha sido un cuadrúpedo que por allí ha pasado.



Las siguientes fotografías son panorámicas desde la cima. Sobran comentarios.








Alicia, campeona, en su primer pico con esquís de travesía. 

Invernal Collado de Foratata

Mi hija Alicia quiere probar el esquí de travesía, y para mí es una gran satisfacción poderle enseñar algo, no mucho. Lo suficiente para que lo pruebe, y si le entra el gusanillo, algo altamente probable, que a través de su club perfeccione.
El sitio elegido es el collado de Foratata. Lejos del mundanal ruido, y con pendientes suaves, pero también con algunos lugares donde practicar la "vuelta María". Por otra parte, es un lugar que ofrece magníficas vistas. La excursión la hicimos hace quince días, y ,como se verá, la montaña estaba muy peligrosa, no siendo el caso de este collado fácil y seguro.

Nieve reciente, bien consolidada, tan apenas un par de huellas hechas, y las primeras cuestas para irse familiarizando con el material. 
Bien, buen paso.

Atrás queda el jaleo de la estación de Formigal. Aquí no se oye más que el fru-fru de los esquís. Algunas estrías en la nieve indican el deshielo en superficie. La nieve, como el merengue.

A trechos nos unimos a Marisol ,que sigue ruta paralela con raquetas, nosotros vamos practicando con distintas pendientes. Debajo del grueso manto nival están las madrigueras de las marmotas. En verano abundan entre las gruesas piedras que abundan en esta vertiente. Ahora no se ven  ni piedras ni marmotas.

Aislados pinos negros (Pinus uncinata) se recortan como bonsais en el telón blanco de la nieve.


Poco a poco el collado parece más cercano. El flanco de peña Foratata exhibe su agreste silueta en un intenso azul cielo.


Ya casi en el collado al mirar hacia atrás observamos un bonito halo solar. La atmósfera contiene cristales de hielo que refractan la luz.

La panorámica hacia Peyralún,  Soques y Arrieles es llamativa. A nuestra espalda, cerca, está Peña Rafita, podría ser un buen destino pero observamos fuertes cornisas y la hora no es muy adecuada. Será para otra vez.

Las laderas que tenemos enfrente están muy cargadas de nieve, observamos alguna colada que ya ha bajado, y peligrosas grietas que avisan de la gran inestabilidad del manto nivoso.









Panorámica con el Dent de Soques como cima principal, la cuerda de montañas que une L'Ourade,  Peyrelue y las laderas hacia Petruso y Puerto de Sallent,


Y vertiente hacia Arrieles Palas y Balaitus. 

 Antes de comenzar la bajada, una feliz foto de familia.