Camino de El Pueyo. Retama sphaerocarpa. "escobizón, retama"

frutos de Retama sphaerocarpa
Con el calor del verano se ha quedado la retama en la mínima expresión. Unas varas largas de donde salen las finas ramillas. Adheridas a estas, sin apenas rabillo, los frutos comienzan a madurar, poniéndose amarillos cada vez más, día a día.
Es la retama un arbusto que nos indica la proximidad de la depresión del Ebro y su influencia climática que se asemeja, por aridez al Norte de África. Encontramos grandes ejemplares en el camino viejo hacia el Pueyo, muy cerca de Barbastro, y también hay añosos individuos próximos a las canteras de El Pueyo.
Por esta exigencia climática es planta austera, que no derrocha esfuerzos innecesarios, y además es capaz de enfrentarse a los vientos secos del cierzo merced a la flexibilidad de sus ramas.
Esta flexibilidad y dureza es la causa de que las ramillas se utilizaran antaño para confeccionar escobas, como eran los grandes escobones que los barrenderos municipales usaban para limpiar las calles de Barbastro.
Retama en flor.
El momento de mayor esplendor de la retama es  la primavera, cuando se despabila del duro invierno y ofrece floridas ramas cubiertas de amarillo. Es entonces cuando es fácil percibir su pertenencia a la familia de las leguminosas debido a la característica forma de las flores.


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