camino de El Pueyo. Scandix pecten-veneris."agujetas"

Esta pequeña hierbecilla, que apenas sobrepasa el palmo, de hojas muy divididas, la encontrará el atento caminante en cultivos y baldíos. Es de la compleja familia de las Umbelíferas. Esto es, las flores se disponen a modo de paraguas formando un conjunto denominado umbela.
Lineo la clasificó en 1753. 
En una ocasión me despertó la curiosidad una cita que Wikipedia atribuye  a Strindberg ,quien escribió: "Linneo era en realidad un poeta que se convirtió en naturalista".  Al encontrarme ahora a principios de la primavera con esta pequeña flor percibo el sentido de sus palabras.  Y es que esta flor evocó en Linneo ( lo imagino viendo los alargados frutos)  ni más ni menos que al divino peine que alisaba la cabellera de Venus (pecten veneris). Sólo con  el espíritu agitado por una vibración poética podría ponerle un nombre así a una planta.


Es curioso, porque esto me recuerda un fragmento de la tercera "carta desde mi celda" de Gustavo Adolfo Becquer quien escribía:  "Sucede con estos pueblecitos tan pintorescos, cuando se ven en lontananza tantas líneas caprichosas, tantas chimeneas arrojando pilares de humo azul, tantos árboles y peñas y accidentes artísticos, lo que con otras muchas cosas del mundo, en que todo es cuestión de la distancia a que se miran, y la mayor parte de las veces, cuando se llega a ellos, la poesía se convierte en prosa."  
vainas de Scandix pecten-veneris
Y me lo recuerda porque a mí me sucede exactamente lo contrario cuando me acerco a las flores. Desde la lejanía  son prosa, ejercicios de identificación botánica, valoraciones de hábitats, calibre de ecosistemas. Pero cuando desciendo, cuando me acerco al máximo a la flor que miro, la prosa se vuelve a veces poesía. La poesía que emana de las texturas, de los ritmos que cada planta posee, sus tonalidades y armonías.  Y poco importa que  Scandix pecten-veneris sea una planta vulneraria, o que se utilizase como colorante por sus taninos amarillos, o que las hojas sean comestibles y alivien la sensación de sed. 
En esas ocasiones  su nombre se graba más intensamente porque se escribe en el mismo lugar donde se guardan los sentimientos.

invernal al Pic d'Aiguillette

Desde la boca norte del túnel de Bielsa se accede fácilmente a este pequeño pico en la divisoria entre España y Francia. Todavía con suficiente nieve para disfrutar de raquetas y esquís en una ruta amena y con excelentes vistas. La cota del túnel es de 1820mts., la cima está a 2.512mts.







Desde el principio podemos ver el recorrido que vamos a realizar. No tiene secretos ni sorpresas. Un pequeño valle, cabecera del ruisseau de Horquett, en el Vallon de Saux, cerrado en su parte superior por un puerto y el pico d'Aiguillette (de la agujeta) a la izquierda.


























A medida que subimos se abren las vistas sobre el valle, y podemos contemplar la hermosa cresta del Pico Garlitz
La pendiente cada vez es más acusada.
El cierre del valle se resuelve con una empinada pala que los raqueteros deciden afrontar por la vía directa  haciendo escalera.







Una vez superado el puerto, la cara sur no presenta nieve. Aligeramos los pies para  subir al pico.


Ya en la cima sólo queda reponer fuerzas y contemplar las cumbres que nos rodean.
Las siguientes dos panorámicas completan una vista de 360º. Hacia el oeste se despliegan las crestas que unen el Pico Puerto Viejo con Barrosa. Al fondo hacia el sur el valle de la Pinarra, Semioculta en la nube el macizo de Cotiella. Del lado francés, las crestas que unen desde Troumouse hasta el Gela.

En dirección Norte y Noreste, tras el Gela se distinguen los picos Soum de Salettes y Campbieil. A nuestros pies, todo el recorrido que hemos realizado por el ruisseau de Horquet. Garlitz, Bataillance y Forqueta son las cimas que completan el panorama circular.

Hacía tiempo que no nos juntábamos los cinco para hacer algo de montaña, y aunque hace frío y cae alguna bolisa de nieve, hay que inmortalizar el acontecimiento. Alicia llevaba en la mochila unas banderolas que trajo del Nepal. El viento las agita llevándose consigo las palabras en ellas escritas. Deseos de volver a estar los cinco en una nueva montaña en el futuro.

Datos de la ruta:
Desnivel acumulado 959m.

Track de la ruta.

Calendula arvensis. "caléndula"


Las caléndulas comienzan a tapizar de amarillo algunos rincones del camino. Vemos algunas aisladas. En ocasiones se agrupan anunciando que poco a poco comienza a despertar la primavera. En la naturaleza, las soluciones evolutivas que se muestran exitosas tienden a repetirse. Cuando la familia de las Compuestas resolvió el recurrente problema de la reproducción mediante la asociación de flores formando cabezuelas creó un patrón que se repite en numerosas especies de la misma familia. Así, encontramos muchas especies distintas con el aspecto similar de cabezuelas donde se agrupan las diminutas flores. Distinguirá el caminante esta pequeña flor por el colorido ligeramente anaranjado de las lígulas que rodean la cabezuela de flores. Además, las lígulas tienden a extenderse en  ángulo, ligeramente embudadas. 
frutos de Calendula arvensis
Fructifican rápidamente. Por eso también podremos ver los inconfundibles frutos. Estos nos sacarán de dudas ante cualquier otra compuesta amarilla. Los frutos están curvados y van provistos de ganchos en el margen exterior. Estrategia poco habitual en esta familia, tan proclive a formar vilanos que favorecen la dispersión por el viento. 

Junto a la ermita de San José, al pie de El Pueyo, pegadas a una tapia  que mira al sur se ha formado estos días un pequeñísimo  jardín. Junto a las caléndulas empiezan a salir los nazarenos, las fumarias, alguna minúscula  letrera, algún diente de león. Estas caléndulas tienen una pariente de postín, la hierba gaucha, (Calendula officinalis). Querida en jardines y boticas, aperitiva y emenagoga.