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Ibones de Serrato y Lavaza

 22 de agosto de 2023. Los ibones de Serrato y Lavaza se suceden en sendos escalones graníticos que ascienden hacia Peña de Xuans y Dientes de los Batanes. Ambiente de alta montaña que se va haciendo más agreste a medida que vamos recorriendo uno a uno los ibones.


El trayecto inicial es común con Brazato o Coanga, por tanto este escenario nos es muy familiar, pero no por ello dejamos de extasiarnos contemplando el macizo de Argualas, multicolores rocas fruto de una geología compleja. 

A nuestro costado, la ladera de Serrato crea un claroscuro frente a la ladera iluminada de Forátula.
No es un camino muy frecuentado, pequeños restos de sendero allí donde hay pasto, y algunos mojones de piedra para orientar la ascensión.



Los ibones de Ordicuso se ven diminutos, uno bajo el otro al pie de Peña Gabarda

El primer lago que alcanzamos es el de Serrato, pequeño ibón de aguas de intenso azul. Acusa en su nivel de agua el final del verano. Un poco más adelante se adivina ya la cubeta extensa del primer ibón de Lavaza.


Al subir el escalón que le separa del siguiente lago, vemos el ibón de Serrato flanqueado por los picos de Lavaza.

El siguiente lago es el Lavaza inferior. De considerable tamaño, su larga orilla se acurruca pegado a la pared granítica que hace de escalón para subir al siguiente lago. Peña de Xuans destaca a la izquierda y los inconfundibles dientes de los Batanes permanecen en sombra.  Desde aquí no observamos ni senda ni piedras apiladas que nos digan por donde subir. Estimamos que se podrá subir en diagonal desde la orilla de la derecha para ganar el resalte de roca.

Al bajar a la orilla y acercarnos al arranque de la diagonal, el lago nos regala una bella estampa del pico de Arnales, antesala de los Picos del Infierno.





























La diagonal herbosa nos franquea el paso sin dificultad. Al ganar altura vemos los depósitos glaciares y periglaciares acumulados en el pequeño circo colgado que cierran los picos de Lavaza.

Nubes del norte crean juegos de sombras en las montañas y extraños brillos en los lagos.

En una estrecha repisa se forma una balsa alargada que es colonizada por este bello y escaso algodón de montaña, Eriophorum scheuchzeri, que forma los penachos en el extremo de cada tallo.


Hemos llegado al ibón Lavaza superior. Nuestras ganas de seguir subiendo van a quedar frustradas. Del norte llegan atropelladas nubes y sin previo aviso suenan los primeros truenos. En menos de cinco minutos sopla un viento helado. Nos abrigamos con guantes y cortavientos, pero comienza a granizar con fuerza. Emprendemos la vuelta.






















Media hora después el frío persiste, pero el granizo ha pasado, sólo una leve lluvia que hace brillar las rocas de las crestas y derrite el granizo caído.

Por donde antes había brechas secas ahora bajan torrentes. El cielo está oscuro. A pesar del cortavientos y la capa que nos cubre del agua la sensación de frío es intensa.

La tormenta sigue su curso, ahora está descargando con fuerza sobre Piedrafita y Tramacastilla.

Track de la ruta  en Wikiloc

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Pico Cerrez e ibón de la Sartén

 13 de agosto de 2021.El macizo de Argualas tiene en su cara occidental un enclave que nos era desconocido. No habíamos recorrido todavía el valle que crean las aguas de Pondiellos, aunque sí habíamos visto su aspecto desde los picos Pui Arcol, Tebarray o el mismo Garmo Negro. El pico Cerrez estaba en esa lista que todos tenemos de "pendientes por visitar". Un lugar solitario por la exigencia del desnivel a superar y por estar lejos de las grandes rutas habituales. Una agradable sorpresa por la pureza de sus rincones y la variedad de ambientes que ofrece. En una fotografía tomada desde Pui Arcol, hace un par de años, tuvimos ocasión de contemplar este pico entre sus hermanos mayores, así como parte del recorrido que ahora hemos hecho, pasando por el ibón de las Albas.



El sendero que nace en Sallent de Gállego es discreto, aunque señalizado adecuadamente. Corta perpendicularmente las curvas de nivel hasta llegar al bosque y gira para subir sin pausa por el barranco de Pondiellos. A nuestro costado vemos bajar el  río Aguas Limpias, descolgarse en cascada tras abandonar la presa de la Sarra.


Sallent de Gállego. Las hayas tapizan los flancos del pico Pacino. A media ladera, los pastos se instalan en un tapiz de eras escalonadas.


Peña Foratata


Omalotheca sylvatica, compuesta que nos aparece en claros de bosque en torno a los 1400m.


Vestigio de la actividad pastoril son las casetas refugio en mampostería seca y falsa bóveda que hay junto al sendero.



Percibimos una sensación estimulante al entrar en el barranco de Pondiellos, la sensación que se siente al caminar por un lugar para nosotros desconocido. El denso bosque cubre las laderas sin interrupción, y el frente está interrumpido por la cresta que une la Forqueta con el pico de Pondiellos/Tebarray. 


Encontramos Monotropa hypopitys, planta saprofita. Aunque aquí no está sobre hojarasca acumulada,  suponemos que las micorrizas con las que se asocia para alimentarse están aprovechando los vegetales que se acumulan bajo los parches de tierra desprendida. 


El camino se interna en el bosque siguiendo el rumor del arroyo que corre unos metros abajo.

Aconitum vulparia subsp. neapolitanum, 

Antes de desviarnos de la ruta de Pondiellos y tomar el barranco de las Albas, hacemos un respiro junto al arroyo. El lugar invita.

Muy cerca, Meconopsis cambrica, una bella amapola de flores amarillas.



No me resisto a fotografiar las cápsulas ya maduras, con las ventanas abiertas por donde saldrán las semillas.

Sobre la mano de Marisol se posa una Montañesa de banda larga (Erebia meolans) y allí se queda un largo rato bien tranquila.


Giramos hacia el sur para tomar el barranco de las Albas.

Dianthus benearnensis es un clavelillo que encontramos alegrando estos pastos soleados, a 1.900m.

Es una subida empinada que nos aproxima a la ladera del Garmo de la Mina, aunque separados por el barranco.

Antes de llegar al pequeño ibón de las Albas, la pendiente se suaviza y se accede a una pleta en la que el agua serpentea y riega Aconitum napelus.

Cebollinos /Allium schoenoprasum), falsa árnica (Doronicum grandiflorum) y Saxifraga aizoides tapizan orillas y piedras isla.

Tras el ibón de las Albas ya vemos la pedrera que deberemos subir para llegar al ibón de la Sartén. La cresta de Toronzuelo cierra la imagen al fondo.

Rodeando el pequeño ibón, casi balsa, vemos completa la imagen del Garmo de la Mina o Pico Chiminel. El collado bajo del centro de la imagen es nuestra siguiente referencia de orientación.

Mirando hacia atrás, las pedregosas laderas de Pui Arcol y Sanchacollons

Pasada la bucólica pradera del ibón de las Albas, el terreno se vuelve pedregoso y áspero. La intensa acción de la nieve que se acumula aquí en el invierno tritura las rocas implacablemente. 

El torrente que nace en el ibón de la Sartén salta entre el caos de rocas

Los mojones de piedras nos ayudan a localizar la ruta más cómoda para subir la fuerte pendiente, allí donde el paso de otros caminantes han ido creando una trocha de piedras más pequeñas entre los incómodos pedruscos grandes.

Junto al torrente salvamos los últimos metros antes de llegar al circo que aloja el ibón de la Sartén.

Ibón de La Sartén, a los pies del Garmo de Albas. Detrás de esta barrera están los ibones de Pondiellos. 

Como por hoy ya hemos cumplido el objetivo, aquí pasaremos la noche. Al tiempo que buscamos un lugar donde plantar la tienda aprovechamos para rodear el ibón y conocer estos parajes. En el centro de la imagen tenemos el objetivo para mañana: el pico Cerrez. Sólo nos separan 450 metros de desnivel aunque todavía un poco lejos. Desde Sallent de Gállego, llevamos ascendidos unos 1.150m.  El total de bajada para mañana serán 1.600 metros.

Montaremos la tienda cuando comience a ocultarse el sol, mientras tanto nos acercamos a la ladera del Garmo de la Mina para contemplar el salto de Pondiellos. Es impactante la blancura de la Marmolera de Los Picos del Infierno. 

Regueros de agua recorren la marmolera y crean la falsa impresión de una extensa masa de hielo que se derrite.

En estas fechas, las reservas de agua están escasas, y el desagüe de los ibones es testimonial.

Las rocas muestran unas torturadas contorsiones, pliegues fracturas y calbalgamientos inverosímiles.


El suelo que pisamos es de naturaleza silícea como revela este pequeño helecho que crece en los huecos del canchal: Cryptograma crispa, con los frondes estériles.

Dejaremos que las sombras se vayan alargando y en este magnífico lugar esperaremos que salgan las estrellas.


A punta de mañana reanudamos la marcha. Para hoy avisan de una ola de calor, aunque sabemos que aquí no se dejará notar. Pronto queda atrás el ibón de la sartén, y aparece más airosa la punta de Garmo dera Mina. A la derecha , la forma piramidal del Pico de Tebarray que ya visitamos hace unos años.

¿Cómo vimos en aquella ocasión la zona que ahora recorremos? Reviso el archivo de fotografías y rescato la siguiente imagen desde el pico Tebarray en el que se ve el ibón de la Sartén y Pico Cerrez al costado del macizo de Argualas.

Como en una hornacina un ejemplar de Armeria, no fotografié las brácteas del involucro y por tanto tengo dudas si es A. bubanii por ser las hojas puntiagudas.


Saxifraga praetermisa, propia de roquedos silíceos.

Restos de calizas en la ladera de la Punda dera Liana (pico Algas), un pliegue tumbado y parcialmente perdido, pero que sirve de testigo de la intensa erosión glaciar y periglaciar, y la consecuente pérdida de altura de los Pirineos.

El canchal no termina. Nos lleva al cierre del circo a donde van a parar las gleras que bajan del glaciar rocoso de Punda dera Liana (Pico Algas). Como hemos decidido subir al pico Cerrez por  la cara meridional, recorriendo la cresta, debemos ir al final del circo y acceder a la cresta por su acceso de menor altura.

Los canchales crean un ambiente de cantera de gravas removidas.

Al ganar más altura tenemos a la vista las crestas de Pico Moros/Balaitús

Saxifraga pubescens subspecie iratiana es un endemismo pirenaico que encontramos a partir de los 2,700 metros colonizando como pionera  estos canchales. Aporta a este paraje una nota de vida entre tanto material inerte.

Artemisia eriantha, pobladora de roquedos, que en el valle del Gállego tiene su límite occidental de expansión en todo el Pirineo. Como se ve en la fotografía, la encontramos en la zona más descompuesta de la pedrera, también sobre los 2.700m.






La pendiente de la pedrera es muy pronunciada, más de lo que nos esperábamos. Tenemos que ir buscando el suelo más estable y menos fragmentado. En un momento de respiro miramos el Pico Moros/Balaitús.


Con una cierta dificultad llegamos a la cresta. A nuestro costado se desarrolla una accidentada cresta que conduce al pico de Algas  pasando por una interminable serie de pitones. Detrás del pico de Algas, a la izquierda se ve parcialmente la Marmolera de los picos del Infierno, y también detrás de Algas, en el otro costado, aparece medio desdibujado por el brillo del sol el pico de Argualas. En conjunto un bello entorno de tresmiles.



Phyteuma orbiculare crea ralos pastos en las zonas amplias de la cresta.2.870 m.

También a la misma altitud, Leucanthemopsis alpina.

La cresta se afila a cada paso que damos, y la roca es algo inestable en algunos tramos. Al frente ya divisamos la cima.

Las laderas bajan vertiginosas hacia el valle.



Cuanto más avanzamos por la cresta más se abre la vista sobre los picos del Infierno.


También hacia el occidente, el embalse de Escarra y el circo de Lana Mayor, cerrado por la sierra de la Partacua.


También la vista se extiende hacia el norte, Formigal, Midi d'Ossau.

Ya en el camino de vuelta, hacemos una parada  en el ibón de la Sartén. Momento de contemplación.