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Lagos de Anglios por Salenques

16 de octubre de 2016.  A los lagos de Anglios se llega cómodamente desde Llauset, pero la vía que recorre parte del valle de Salenques y el barranco Riueño aporta la riqueza de un bosque rico en colores de otoño. Se aprecia en toda su plenitud el modelado glaciar que esculpió este valle y perfiló el agua que ahora corre. Es un espacio tranquilo y sosegado en el que el rumor del agua acompaña en casi toda la ruta.


Además de las hayas, el árbol estrella durante el trayecto será el serbal.
El carácter sombrío del primer tramo y la abundancia de hojarasca y suelo orgánico permite la proliferación de algunas setas. Encontramos bastantes amanitas
El río estará presente durante una buena parte del trayecto. Vale la pena desbarrar del camino y asomarse a bellos rincones.
El color del otoño tiñe con timidez algunas hayas del fondo del valle. Los abedules se muestran más verdes y apenas dan tonos amarillos

El río discurre encajado entre las verticales paredes desde las que algunos grandes bloques se han desprendido.

Por encima de la fronda despuntan los riscos que marcan la dirección del valle de Salenques. Nosotros deberemos desviarnos a la izquierda más adelante.
El azafrán silvestre (Crocus nudiflorus) salpica algunos claros del bosque. 

Este liquen foliáceo ha desarrollado los órganos reproductores (apotecios) en el extremo de los lóbulos y se recurvan hasta quedar expuestos al exterior.

Un haya ha perdido pie y dejando las raíces al aire cruza el río.

Esta hermosa haya se retuerce sobre sí misma. El movimiento de tronco y ramas da la sensación de que en cualquier momento va a ponerse a caminar.
La humedad ambiental hace que esta nomeolvides parezca una joya de cristal.
En el ambiente nemoral del bosque crece Actaea spicata, ahora en fruto.
Prenanthes purpurea

Ahora ya vemos la agrestes crestas que conducen al pico Salenques.

Saxifraga aquatica está preparada para afrontar el invierno, se ha reducido a los cogollos basales y espera mejores momentos para crecer.

 Siguiendo el barranco Riueño tomamos altura con rapidez. Los serbales están teñidos de rojo y contrastan vivamente con el amarillo de los abedules. Al fondo comienza a vislumbrarse el valle de Besiberri

El valle de Salenques, encerrado entre graníticas paredes
El mismo valle, en el tramo bajo que hemos recorrido al principio de esta ruta. Llaman la atención las bandas de vegetación perpendiculares al eje del valle.

Las barranqueras presentan distintos grados de humedad y presión por movimientos del suelo que discriminan los árboles que allí van a crecer, se forman así bandas simétricas de vegetación en las que los árboles están alineados por especies.

Poco a poco tomamos altura y la vegetación cambia de las caducifolias al pino negro que ya comienza a aparecer.























Como decía al principio los serbales tienen en estas fechas el protagonismo.




























Ya próximos al circo, observamos el cambio en la morfología del suelo. La acción glaciar a aborregado los granitos.





















El Estany Gran de Anglios es el primero en recibirnos. El pico dels Bous, a la izquierda conserva la nieve reciente.




















Rodeamos el primer lago, vamos a recorrer los tres lagos que cubren esta extensa cubeta lacustre. Frente a nosotros el escalón que nos permitiría ir al Estany Cap de Anglios, escondido en un estrecho valle, a la sombra del pico Solana de Llauset






















Seguimos girando en esta extensa cuenca y mirando hacia atrás vemos el Estany Gran y los Besiberri de fondo.

Es una perspectiva que nos cautiva


En ese horizonte se presentan rincones que esperamos algún día conocer.















El Estany del Mig es el más pequeño.



















El Estany de l'Ubaga se pega al flanco creado entre el Pico dels Bous y el Pico del Cap de Riueño. Por el collado de la derecha pasaríamos fácilmente al embalse de Llauset.




















Seguimos recorriendo la cubeta lacustre y  podemos ver la pirámide del pico Soubirón





Nos acercamos al collado que se abre al Estany Fe, por donde podríamos bajar para reencontrar el camino de ascenso.

Ya de bajada nos encontramos estas marcas  recién hechas en un pino negro. ¿Cuál puede ser su origen?


















Track de la ruta y detalles en http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=15252464

El Montsec de L'Estall y las peonias.

Está claro que subir al Montsec de L'Estall se puede hacer en cualquier época del año, pero mi ilusión era estar allí cuando las peonias estuviesen en flor, que suele ser a principios de mayo. Si se sube en esta época, y más aún si se va acompañado de alguien que conozca su flora, la excursión se convierte en una auténtica delicia. Para mi fortuna me acompañó José Vicente Ferrandez ( siempre animo a visitar su blog Pasos), por lo que se comprenderá que a este reportaje acompañen tantas reseñas de plantas.


Junto a la balsa desde la que comenzamos el camino aparece una nutrida población de Fragaria viridis. Aparentemente una matita de fresas como cualquier otra, pero que representa una especie muy rara en la provincia de Huesca.


Genista teretifolia, aliaga que carece de espinas, y que es un endemismo pirenaico cantábrico.

Herniaria glabra, hierba rastrera, de florecillas verdosas,  vive en  los suelos ácidos. En el Pirineo se localiza en el sector oriental.

Llamativo carex (Carex liparocarpus) que muestra la espiga masculina ahusada al final del tallo, y debajo anchas espigas femeninas.



Iberis ciliata, especie rara en el Pirineo y escasa en la depresión del Ebro. Tiene las hojas lineares y gusta de suelos básicos.


Hemos caminado siguiendo la pista que se adentra en estos parajes abiertos y pedregosos. Ha aparecido algún ejemplar de peonia, pero ya fructificadas. La pista va ganando altura suavemente. En un paraje desolado por el fuego aparecen los esqueletos de sabinas quemadas en un incendio.  Detrás comienzan a verse las paredes verticales del Montsec y la suave loma que presenta esta montaña en su cara oeste.


Algunos ejemplares de Tulipa sylvestris todavía no se han agostado.




Por fin aparecen ejemplares todavía frescos de Paeonia officinalis. Planta de interés especial en Aragón por ser sus poblaciones escasas y muy dispersas.
El Montsec de L'Estall es un enclave principal de su presencia en Huesca.

Paeonia officinales coloniza terrenos pedreosos, en ocasiones en claros de carrascales y quejigales. En el Montsec convive con el boj, en espacios bien soleados.


En estos rellanos soleados y rocosos también crece Genista hispanica subs. hispanica.


Aunque ya ha perdido la lozanía, no me resisto a fotografiar a Fritillaria lusitanica, especie poco frecuente y que todavía no había podido ver.


Estamos a 1.290 metros de altitud, allá abajo se extienden las tierras de Montañana, excavadas en amplio valle por el río Noguera Ribagorzana.La cola del embalse de Canelles llega a sus cotas más altas.

El castillo de Chiriveta, alzado sobre estratos casi horizontales




 Helianthemum apenninum, propio dee tomillares y montes bajos y soleados, en suelos calizos.







Helianthemum  oelandicum subs. canum, a 1320 mts, recubierto de densa pelosidad.


La suave ladera por la que ascendemos se interrumpe bruscamente, paredes verticales de 200 metros ponen fin al trayecto. El Montsec de Arés, de la vecina Cataluña, separado del Montsec de Aragón por el congosto de Montrebei. Paso excavado por el Noguera Ribagorzana hoy en día convertido en embalse.




Parada para posar delante de la cámara antes de seguir por la sierra.

Continuamos el cordal de la sierra, en dirección este, para inspeccionar qué vegetación aparece.
Alyssum serpyllifolium





Antirrhinum molle, endemismo pirenaico, escaso en Aragón que forma matas de grupos de individuos.


También aprovechando las fisuras de la caliza, Arenaria grandiflora.





Una joya del Montsec, Petrocoptis montsicciana, endemismo exclusivo del prepirineo central.


Viejas carrascas se cobijan en la sombra de las paredes, es un buen lugar donde renovar las fuerzas y conversar apaciblemente.

























Aunque ya de vuelta, en realidad continúa la exploración, siguiendo el cordal de la loma del Montsec,


Apretado ramo de Sarcocapnos enneaphylla






Thymelaea dioica, pequeña leñosa que aprovecha fisuras y rellanos en la roca.


 Escaladores natos, la sabina acompañada por una mata esférica de Erinacea anthyllis

El erizón azul era otra de las plantas que tenía verdadera ilusión por ver. Erinacea anthyllis


 Cabezuelas de Plantago argentea

Fuertemente armada, Rosa pimpinellifolia


 Polygonatum odoratum. Las flores tulipas alargadas, terminan en suaves verdes.
Algunas matas estaban atacadas por escarabajos nectarífagos, que incapaces de pasar por la boca de la campana no dudan en comer las paredes de la flor.



Detalle de la flor de Erinacea anthyllis, el erizón azul.





























Datos de la excursión.
Distancia recorrida: 10,5km
Ascensión: 368 m.
Enlace del track para GPS:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6884242