Botánica en el río Vero. Coriaria myrtifolia. "emborrachacabras, hierba zapatera"




En las gravas fluviales que cubren el encuentro del Vero y el Cinca, lugar al que en Barbastro llamamos   "la Boquera", vive este arbusto de largas y rectas ramas. Las varas alcanzan considerable longitud, algunas más de tres metros cuando algún árbol les hace sombra. En las solanas pedregosas se hace más modesta pero forma espesos grupos. Ahora en abril está en flor. Es una planta polígama, es decir, tiene pies masculinos, con flores que sólo tienen estambres. Otros pies son hermafroditas, con estambres y pistilos. Los pistilos son largos y encarnados, y son el único adorno que despliega la flor en esta fase de su desarrollo. Los estambres cuelgan al aire, esperando que el viento disperse el polen.  Todas estas flores nacen agrupadas en apretados racimos al tiempo  que las hojas comienzan el desarrollo.
Las hojas son lampiñas, brillantes, de intenso verde oscuro, de la base de estas hojas salen prolongaciones que continúan por el rabillo y tallos, de manera que éstos parecen de sección cuadrada.
Toda la planta es extremadamente tóxica para el hombre, de suerte que sus frutos  y hojas pueden ser mortales, en especial para los incautos que viendo los frutos los ingieren confiados además por el sabor ligeramente dulce y nada desagradable. Estos frutos se desarrollarán dentro de un mes. Una vez polinizada la flor, ésta  desarrollará los pétalos, de color granate, que rígidos e incurvados protegerán el fruto, que cuando crezca exhibirá un profundo color negro. Al término de la maduración, los pétalos también se pondrán negros. 
La planta contiene numerosos  y muy potentes alcaloides y taninos. En tiempos pasados se utilizó triturada para curtir pieles, de allí que se le llame popularmente hierba zapatera, en tanto que se empleaba en la preparación de pieles destinada a zapatos. El otro término popular, emborrachacabras, proviene de que si la ingieren las cabras, éstas padecen un pasajero proceso de embriaguez, del que se restablecen.



botánica en el río Vero: Viola alba subsp. dehnhardtii

El mes de marzo es el mes de la violeta. En la ermita de la Virgen del Plano surgen las violetas en las zonas frescas, más húmedas, en ambiente de carrascal. Bajando al río Vero desde el final de la escalera que lleva al ruinoso puente colgante veremos varios grupos de Viola alba, tanto en las repisas de la arenisca, como en el mismo lecho del río.




El género Viola es algo complejo. En el caso de esta especie nos fijaremos primero en la flor, los sépalos tienen el ápice obtuso. 
En segundo lugar observaremos si de la roseta de hojas salen estolones. Son éstos largos tallos rastreros que tienen la capacidad de enraizar en los entrenudos y así reproducir la planta de manera vegetativa, asexual. 


La tercera característica que nos permitirá identificar esta especie esta más oculta. 
Seguiremos el tallo foliar hasta su base y nos fijaremos en unas hojuelas muy pequeñas, estípulas, que tiene en el arranque del tallo de la hoja. En el caso de Viola alba ésta estípula  es estrecha, aguda, con el margen con finos hilos desiguales.
Como estaremos tan cerca de las flores, será inevitable respirar el dulce aroma que desprende, aunque ésta no es una característica exclusiva de esta especie. 
Hay dos estirpes de esta especie, una de coloración blanca (subsp. alba) y la que traemos aquí de coloración violeta.

Valle de Brazato

8 de marzo de 2015.  Paseo invernal con raquetas desde el balneario de Panticosa para adentrarse en el valle de Brazato. Lugar apacible, muy tranquilo. Entretenida excursión con las raquetas en la que habrá que utilizar las puntas delanteras al subir. No problemático si la nieve no está excesivamente dura.


Balneario de Panticosa y macizo de Argualas.


El bosque se va aclarando a medida que tomamos altura.


 A nuestro lado baja el agua del barranco de Brazato. La primavera comienza a notarse.


Una vez superada la pendiente más importante, se abre un apacible valle salpicado de pinos.

A la izquierda tenemos a la vista el desvío que nos llevaría a los ibones de Brazato. Hoy preferimos adentrarnos un poco en este valle. Dejaremos esa ruta para otra ocasión.

Las laderas que hay que remontar para subir a los ibones de Brazato y Pico Baciás.  Esta es una ruta diferente de la del verano, que evita los aludes que se producen en la otra ruta.

Volviendo atrás la mirada, Argualas, Garmo Negro, Infiernos.



Argualas

Un pequeño corte forma un amplia avalancha.

Los vientos dominantes y la nieve que comba las ramas hacen de este pino negro una figura tortuosa.

El valle Brazato se cierra con el pico Tablato , en el centro y enlaza con las crestas del pico Forátula, a la derecha


Contemplamos el valle antes de emprender el regreso.

























































Datos del recorrido.

Altura a la salida. 1637m
altura máxima 2238m.
Ascensión acumulada 640m.
Distancia recorrida (ida y vuelta) 5,5km
Pendiente máxima 47%