Circo de Gavarnie

5 de agosto de 2.015.  Primera de las cinco excursiones que hicimos este verano en el entorno de Gavarnie. En ésta hacemos un recorrido circular por un itinerario poco transitado (sí, es posible en Gavarnie) que ofrece panorámicas interesantes del circo. El sendero no parte del pueblo sino del aparcamiento regulado para caravanas que está cerca del refugio Les Granges de Holle.


El camino discurre a media ladera a una cierta altura sobre el valle. La posición elevada nos permite contemplar desde bien iniciado el camino la configuración del circo de Gavarnie. La cinta blanca de su cascada está siempre presente.































Salvo alguna aproximación por pasto alpino, el camino atraviesa el bosque, interrumpido en algunas ocasiones por torrentes.






















En pequeños claros de estos ambientes sombríos vemos esta orquídea, posiblemente del grupo Epipactis helleborine.












Angelica razulii, en orlas forestales.




















En las proximidades de L'Hotellerie du Cirque, nos incorporamos a la pista. Hemos ido todo el trayecto con tranquilidad y silencio hasta este punto. A partir de aquí compartiremos camino con los numerosos visitantes del circo. El río baja encajado forzado por este saliente rocoso.

Entre los frutos de Rosa glauca, se esconde una vistosa araña.






En este lugar compiten el agua y las verticales paredes. Ambos fenómenos atrapan la vista.

Salida del valle  vista desde el  pie de la cascada.

Marisol es fiel a su costumbre de recibir el agua difuminada. En este caso la cascada de Gavarnie cumple todas sus expectativas.






























Hypericum nummularium vive gracias al agua que rezuman las piedras.




































El mismo aprovechamiento hacen Saxifraga aizoides
 y Campanula cochlearifolia












No sé si impresiona más el salto del agua o la rotundidad de las paredes rocosas.

















  
La cascada de Gavarnie da para muchas fotos.


Continuamos la ruta, y para ello en L'Hotellerie du cirque, tomamos una senda que nos lleva al Plateau de la Pailla. Este es un sendero que asciende nuevamente, se interna en el bosque y pasa bajo varias viseras rocosas.





























Al volver a tomar altura, conseguimos abrir los panoramas, en esta ocasión hacia el noroeste.





















Los efectos de agosto se hacen notar y no hay muchas flores. Vemos algunos ejemplares de Aquilegia pyrenaica subsp. pyrenaica.


Al llegar al Plateau de la Pailla  podemos disfrutar de la estupenda vista que ofrece las cumbres que coronan el circo de Gavarnie. En primer plano tenemos las verticales paredes de los Astazus, bajo ellos el Pico Rojo de la Pailla. Al fondo vemos la Brecha de Roland y un poco a la  izquierda la silueta del Casco.





















También desde este mismo plano cubierto de pastos alpinos tenemos visión del valle d'Ossoue, al fondo se ve parte del Vignemale y una pequeña porción de su glaciar.





























Lástima que las bayas de este grosellero (Ribes alpinum) sean tan insípidas.




















Sideritis hyssopifolia subsp. hyssopifolia.


Antes de bajar hacia el pueblo de Gavarnie, paramos un rato para contemplar pausadamente el circo y su famosa cascada.














Sestrales Alto desde Cuello Plana Canal

La manera más cómoda y menos exigente de subir al pico Sestrales es desde el cuello de Plana Canal, en la montaña de Sensa. Poco desnivel y reducida distancia hacen de este trayecto una opción interesante para un día en el que no se ha madrugado y la luz del otoño recorta posibilidades de hacer rutas largas. 

Puértolas, carretera de Bestué, desvío por pista hacia la montaña de Sensa. El otoño está totalmente instalado, y sólo los quejigos mantienen todavía buena parte de sus hojas. Al fondo la Peña Montañesa.

 Quercus gr. cerrioides, el quejigo de montaña más habitual, teñido de hermosos tonos rojizos.
















Todavía alguna planta en flor, como es el caso de Catananche caerulea, en exposición favorable al sol por ser planta friolera.





También, la pista que nos lleva hacia Cuello de Plana Canal está con tímidos adornos de Linum viscosum










Hemos dejado el coche al final de la pista, donde una barrera nos recuerda que estamos en los límites del Parque Nacional de Ordesa.  El anticlinal del pico Sestrales lo tenemos a la vista.































Las hayas ya están desprovistas de hojas, la tonalidad violácea la dan las yemas invernales.

Durante una porción del trayecto la silueta del Castillo Mayor es la que domina el horizonte cercano. Se ve imponente la plataforma caliza superior, mínima expresión del resultado erosivo sobre los pliegues de esta zona demontaña de las Sierras interiores.



























Si al principio el trayecto es un poco monótono en esta época porque discurre continuamente por pasto seco, en cuanto nos acercamos a los cantiles superiores,  la motivación se activa de nuevo. Las paredes caen en profundos barrancos. A la izquierda tenemos el saliente mayor, correspondiente al Sestrales.Algunas hayas han subido por el barranco. Debe darse en este estrecho un gradiente de humedad que les favorece, y casi convivan con especies más terfófilas. Estamos en la Forqueta del Reguero, zona superior del Barranco del Caballo


























Ha pasado fugaz,  y mi pequeña cámara apenas ha podido coger la silueta del quebrantahuesos, pero allí está.


























También es breve el tiempo en el que podemos ver la Brecha de Roland en los confines del Parque de Ordesa y Monte Perdido. Después, a pesar de estar más altos, ya no lo veremos por el rumbo del camino.

No hay prisa por llegar a la cumbre, y aprovechamos cualquier ocasión para salir del sendero y acercarnos al nacimiento del barranco del Caballo. En esta ocasión el barranco se abre en un magnífico anfiteatro casi circular. Al otro lado del cañón de Añisclo se sitúa frente a nosotros el pico Mondoto. Ya queda poco para el final.
























Dos añejos ejemplares de Pinus uncinata crecen en las fajas superiores de Sestrales.


Algunas plantas muestran floración tardía al compás de este otoño tan dulce, como le sucede a esta Gentiana verna.



En los metros finales, Las Tres Sorores y Las Tres Marías. El tajo de Añisclo más alejado, y el barranco transversal del Caballo, dan idea de la actividad erosiva sobre el tejido kárstico de esta zona del Pirineo.

























Desde la cima de Sestrales Alto. Luz y sol aquí en estos parajes, mientras el Somontano lo cubren las nieblas.































Ya son familiares los buitres en el Pirineo, pero hemos de recordar los que llevamos unos años dando vueltas por aquí que no hace mucho no era tan frecuente encontrarlos. Esperemos que esto siga así.


El río Bellos a su paso por Añisclo.






















En la misma cima de Sestrales Alto, Erodium foetidum subsp. glandulosum























Las últimas alegrías otoñales de Minuartia rostrata.












Gran panorámica desde el Sestrales Alto, con amplia visión sobre Añisclo hasta su final en el collado del mismo nombre que separa las Tres Sorores de las Tres Marías. Delante las tierras altas onduladas de Cuello Arenas y Cuello Gordo que nos llevan directamente al cañón de Ordesa. Mondoto,  La Estiba, Mondicieto Custodia son cimas menores en esta panorámica.

































Buen balcón donde echar un bocado y relajarse con la vista.

Tenemos delante todo el desarrollo de la sierra de las Tucas.



















Por estas fechas del año pasado estuvimos en la cima plana del pico Bocolón en el macizode Lierga, que aquí muestra sus flancos poligonales. Detrás el macizo de Cotiella.






























Emprendemos la bajada, El castillo Mayor cambia su silueta.
























Ya en la pista de regreso, una parada para ver las últimas luces sobre Bestué


Más allá de Bestué, la niebla avanza por el valle.



Detalles de la ruta y track para GPS en   http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11422449

Mall d' Artiga

8 de Noviembre de 2015. Valle de Benasque. Día para compartir un trocito de montaña con un nuevo amigo, Joe, venido de Texas. Su única experiencia con la montaña es un paseo por los bosques de Montana. Nada más. Le acercamos al corazón del Pirineo.


El Valle de Benasque luce así de magnífico, con el adorno de la nieve caída hace unos pocos días.

Una parada obligatoria para contemplar el Forau de Aiguallut, y otra para hacer fotos a la cascada
Joe y Diego. Hasta aquí el terreno es llano y cómodo. Joe está disfrutando.



El coll de Toro ya lo tenemos a la vista, vamos frescos y relajados. A Joe le comentamos que si le apetece podemos intentar subir la montaña que está sobre el collado.

En Coll de Toro una foto de todo el grupo. En esta ocasión vienen también Alicia y Aurora. Estamos al completo.


Tomamos fuerzas y decidimos continuar hacia el Mall d'Artiga. Joe se anima, no así Alicia que está resfriada y Marisol que se quedan junto al ibón.

























No hay sendero, siguiendo la intuición subimos por la tasca. El pico de Barrancs se interpone ante las Maladetas. 


























A medida que subimos la panorámica sobre las Maladetas, y en especial el Aneto cobran protagonismo. El pico de Barrancs, en medio, ya no estorba la vista.

Es más duro y empinado de lo que en un principio nos imaginábamos. Se ven pequeños lagos colgados, y la roca hace fuerte oposición.
La pendiente se hace muy empinada, en ocasiones hace falta utilizar las manos para mantener la estabilidad.
Una repisa nos permite descansar. Diego y Aurora aprovechan para retratarse con el Aneto en la espalda.


Hemos llegado a un elevado y estrecho collado. Nos quedan pocos metros para la cima, pero aparece nieve y una pared de roca que sería preciso trepar.  Decidimos que no es prudente seguir. Tendremos que intentarlo en otra época, con más luz y mejor suelo. 

Buenas panorámicas del entorno. Las verticales paredes de Forcanadas llaman poderosamente la atención.

Desde nuestra posición en el collado , con vistas hacia el  valle de Arán.




















No hemos podido llegar arriba, pero estamos satisfechos. Ahora hay que bajar con mucho cuidado.























El lago de Coll de Toro, atrapado ya por las sombras que proyectan las Maladetas.


























Track de la ruta en :   http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11369207