Saldo del río Escarra

17 de mayo de 2015. Día muy ventoso en la alta montaña. Optamos por un paseo al resguardo. El Saldo del río Escarra es un pintoresco salto de agua al que se accede cómodamente en un paraje de media montaña, primero sombreado, y después por pastos  abiertos.



Junto al camino, antes de comenzar el sendero que parte de la curva previa al túnel de Escarrilla, los acirones ( Acer campestre) están en flor y ya comienzan a aparecer los frutos alados.  1.200m



Junto al río también florecen los sauces (Salix atrocinerea)





El sendero se interna al principio en una umbría de caducifolios y boj, aparecen algunos ejemplares de Orchis mascula

















El matorral está representado por Rhamnus cathartica que tiene abiertas sus verdosas flores. 1300m


A medida que vamos ganando altura vamos abriendo la vista hacia las paredes de Las Crampas.

























































Apretadas contra las pizarrosas paredes Saponaria ocymoides.










Es un agradable camino aromatizado por las madreselvas (Lonicera xylosteum)


























El barranco del río Escarra, donde escondido se encuentra el Saldo.












Arenaria grandiflora.





















El guillomo (Amelanchier ovalis) está en plena explosión de flores.




























Los pastos están interrumpidos por pequeños arbustos, entre ellos el de Lonicera pyrenaica subsp pyrenaica


























Escondida entre grandes bloques de roca, Viola saxatilis  subsp. saxatilis. en torno a los 1.300m


Volvemos la vista atrás y contemplamos una espléndida vista de la sierra de Tendenera.




































Siempre en lugares pedregosos, Scrophularia canina, de curiosas flores granate.















Dos ejemplares de ranúnculos
Ranuculus carianthicus















Ranunculus gouanii




































Formando parte de las masas arbustivas que crecen entre los bloques de rocas, encontramos otra ramnácea  Rhamnus alpina subsp. alpina, también con despliegue de flores.

Una oruga de la mariposa nocturna Eriogaster catax

Al término del agradable paseo llegamos al Saldo del río Escarra.  El agua procede del valle encerrado entre los Picos Tres Güegas, Tres Hombres, Pico Escarra, Arbenuso y Peña Calcín, y tras ser represado en el embalse del Escarra, recorre un tramo de valle encajado antes de encontrarse con el frente de roca que excava y salta. La roca presenta curiosos pliegues y erosión en escamas, siguiendo la curvatura del pliegue tumbado, provocando unos fuertes extraplomos.
Track de la ruta en 
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/saldo-del-rio-escarra-24521804












































































Camino de la Boquera. Andryala ragusina. "yerba del besque"


En las gleras del Cinca, aprovechando los limos que se acumulan entre las piedras ferrancas  encontramos fácilmente esta hierba de la familia de las compuestas, inconfundible por el indumento blanco que la recubre. 
Andryala ragusina es una especialista de terrenos soleados. La fina borra blanca que  prácticamente la recubre por completo evita un exceso de transpiración. El blanco refleja los rayos solares y evita que éstos penetren en las hojas, que dañarían sus estructuras fotosintéticas.

En el término de  largos cabillos se agrupan las flores en capítulos , como ya estamos acostumbrados a verlo en otras especies de la misma familia.
Las  flores exteriores tienen amplias lígulas terminadas en cinco o seis dientes paralelos, otras flores, las internas, concentran los órganos sexuales que permitirán su reproducción.
Se le conoce por yerba del besque. Hace no muchos años se exhumaban sus raíces para extraer unos canutillos pegajosos formados por  larvas que viven asociadas con esta yerba. Con estos canutillos de larva se preparaba una liga que era utilizada para   pringar las berguetas, palitos hechos normalmente con ramas de retama o similares y que se repartían por las ramas de una barraca. Era la barraca  normalmente un grupo de carrascas que se acondicionaban para poner en su centro el reclamo. El reclamo era un pájaro cantor enjaulado que con sus trinos atraía a otros pájaros de su especie. Éstos al poner patas  o alas sobre las berguetas quedaban atrapados por la liga del besque. Era el momento en el que el cazador, al acecho en algúna barraca vecina, se apresuraba a coger con la mano los pajarillos y tras liberarlos del besque, los introducía en la jaula donde allí pasaría el resto de sus días el pajarillo, si no es que iba destinado a la cazuela. Cuando era yo un crío, era frecuente ver cardelinas en jaula. Eran tiempos de poca televisión y mucha radio. En las casas se buscaba el trino de los pájaros, el chirrido de los grillos. Unos y otros eran atrapados para llevar esos sonidos de la naturaleza a las casas. Siempre me llamó la atención la bravura de las cardelinas, que siempre se mostraban ariscas con quien las mantenía encerradas. Eran animales para estar libres, no en minúsculas jaulas de madera y alambre. Afortunadamente la práctica de caza con besque no está permitida, y lo que es mejor, socialmente dudo que esté aceptada. La sociedad se ha tecnificado, vivimos bastante lejos de la naturaleza, pero quizá  hallamos ganado más en sensibilidad respecto a estos animales que nos rodean,  y que preferimos verlos, aunque sea fugazmente, en las pequeñas bandadas que a veces recorren, nuestros campos. Cada vez hay menos pájaros en el cielo, dicen los mayores. Los pesticidas, y la caza indiscriminada les han hecho mucho daño. Dejemos para el recuerdo  y para la etnología una práctica que ya no es acorde con nuestros tiempos.

Camino de El Pueyo. Teucrium aragonense.

Teucrium aragonense es un endemismo ibérico oriental, que se da sólo en Aragón, Cataluña y Levante. En las inmediaciones de Barbastro la vemos ocupando taludes, pastos secos, suelos soleados, junto a tomillos ,y en los claros de carrascal.
Las blanquecinas flores surgen agrupadas en cimas, al cabo de ramillas en las que las hojas se agrupan en verticilos separados regularmente.
Desprende un olor  algo fuerte, no del todo agradable.
Las hojas tienen el margen enrollado hacia el envés, y observándolo detenidamente se podrá observar que es ligeramente dentado.
Las flores tienen el cáliz verde, escasamente pelosas, característica que la diferencia netamente de su pariente Teucrium polium que posee el cáliz densamente tomentoso.
Francisco Loscos Bernal y José Pardo Sastrón describieron por primera vez esta especie de la familia de las labiadas terminando el siglo XIX. Haciendo alarde de su condición de aragoneses le asignaron el específico que a partir de entonces será usado por cualquier botánico del planeta.
Pardo la cita en su "Catálogo de las plantas de Torrecilla de Alcañiz" obra publicada a costa de su bolsillo en 1895. Es un  notable trabajo de catalogación y de etnobotánica. En el preámbulo a la obra, Pardo escribió refiriéndose a la ocupación de andar caminos identificando plantas : "Pero al ocuparnos hoy con especial atención en estas cosas, diríase que rejuvenecemos ,y nos hallamos nuevamente embreñados en aquellos barrancos y en aquellos bosques y fascinados por aquellas novedades de vegetación que nos atraían como con una especie de encanto; pues ya se comprende que el presente catálogo no es de hoy, sino que es el compendio de trabajos propios y extraños, trabajos que no son de un día ni de un año, sino más bien, como si dijéramos, de toda la vida." Así, José Pardo Sastrón, farmacéutico Turolense, nos anima desde las distancia de cien años a continuar recorriendo veredas y quebradas para disfrutar y hacer disfrutar a los demás con la flora de nuestra tierra.