La niebla cubre el bosque y asciende rápidamente hacia las cumbres. La luz del sol pasa entre los jirones e ilumina parcialmente el bosque de Sansenet. Los troncos de las hayas crean una textura sedosa sólo rota por abetos y tejos.
Debiéramos estar subiendo con las raquetas puestas, pero el día es primaveral y hace tiempo que la nieve desapareció.
Un amplio camino asciende por el interior del bosque hasta superarlo. Cuando alcanzamos los pastos de altura podemos contemplar la cabecera del valle de Aspe.
Los verticales y lisos estratos hacen de lámina de deslizamiento para las avalanchas de placa.
Continuamos la mirada hacia el Este
Sinclinal de La Chorrota, resaltado por la erosión glaciar, y que ahora forma el último escalón para acceder al circo de Aspe.
y abrimos el ángulo hasta abarcar la cima redondeada de La Raca, escasa de nieve.
En torno a los 1750m comenzamos a encontrar leves manchas de nieve. Hacia el frente vemos la continuación del recorrido que nos llevará en pocos metros más al ibón de Estanés.
Casi de improviso aparece el lago.
La Cúpula de Secús y Punta Alta d'a Portaza en la derecha de la fotografía, y a la izquierda el pico Liuviella, que flanquea el valle de los Sarrios.
Desde este ángulo podemos admirar los verticales "chevrons" que apuntalan la sierra creando valientes relieves que atestiguan la potencia del pliegue tumbado que forma esta sierra.
Rodeamos el lago y para ganar mejor perspectiva subimos a un resalte rocoso que nos permita contemplar el lago y la sierra Bernera en su conjunto. Aquí permaneceremos un largo rato de contemplación.
Desde este lugar vemos con claridad la Trinchera que da paso al escondido y precioso valle de los Sarrios
Tenemos tiempo de sobra para poder disfrutar de los detalles. El Midi d'Ossau, en un ángulo al que estamos poco acostumbrados.
El pico Anayet, a la izquierda , delante suyo la Punta de las Negras , y a la derecha el Vértice de Anayet, sobre el valle de Canal Roya.
Inconfundibles los pliegues del sinclinal del Castillo de Acher aunque sólo asome levemente sobre los collados que nos rodean.
De izquierda a derecha, los picos Chinebral y Acherito
Y no podemos despreciar al pico Acué, fondo granate con jirones de nieve, que se alza frente a nosotros
Allí donde el pico Acué extiende su larga falda se forma el valle de Aguastuertas, y la espina de la sierra se extiende casi en línea recta su final en el pico Secús. Cuesta abandonar este lugar. La calma de un día de invierno, el silencio que se extiende por todos los valles han creado un ambiente mágico e inolvidable.
track y detalles de la ruta en
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