Peña Telera por plan de Usabas y Zarrambucho

Peña Telera es una cima a la que le teníamos ganas desde hace tiempo. La hemos contemplado desde Tramacastilla en todas las estaciones y su imponente aspecto ejerce atracción. Aprovechando que en Biescas se puede pedir permiso para circular por la pista que lleva a las proximidades de plan de Usabas, emprendemos la ascensión a Telera por la ruta que nos llevará por el circo de Zarrambucho. Excepcional paisaje rocoso de estas sierras interiores del Pirineo aragonés.  Por otra parte, es un paraje donde se hace montaña en estado muy puro: no hay carteles señalizadores, ni marcas de colores que faciliten el camino, sólo algún hito y ligeros rastros de paso. En definitiva un espacio donde ejercitar las artes de la orientación.
Sirva también este reportaje para felicitar al ayuntamiento de Biescas por una gestión tan razonable de las pistas de su territorio.




En cuanto se llega a plan de Usabas, primer escalón de cierre del valle que se descuelga en la vertiente sur de la Sierra de la Partacua hacia Biescas, uno se encuentra con tres guardianes rocosos que llaman la atención por la blancura de la roca, de izquierda a derecha, Peña Gabacha, Pico Retona y Peña Parda/Covachirizas. Entre ellas se abren pasos que llevan a pequeños circos, el que nosotros buscamos es el más amplio, el que nos internará en el circo de Zarrambucho.

Las laderas orientadas al Este presentan importantes gleras donde crece Campanula speciosa, especializada en estos suelos sueltos. De esta orientación no salen, y aunque subimos por las pedreras de la cara sur , por allí no la encontramos.















Sí encontramos en las fisuras de la caliza, que por aquí forman extensos lapiaces, Potentilla alchimilloides.





Corregimos el rumbo para dirigirnos hacia Zarrambucho. Desde estos altos pastos podemos contemplar la línea divisoria que separa este valle del vecino valle de Aso de Sobremonte. En primer término tenemos la loma roma de O Petruso, a la que siguen las Peñas de Aso, para llegar al fin al pico Burrrambalo, que ya hemos visitado en otras ocasiones.

Adornando las estibas aparece el lirio de puerto, Iris latifolia, el más montaraz de nuestros lirios.


Arrimándose más a las rocas, esta bonita umbelífera, Bupleurum angulosum.

No muy lejos, ocupando un rellano entre el cascajo de las calizas, la jabonera Saponaria caespitosa.
















Habíamos elegido esta ruta por el atractivo de acercarnos a la cueva de As Grallas o de Zarrambucho. Esta colosal abertura ,que en realidad forma un abrigo ciego, está formado en una franja de caliza blanca ,dolomía,que contrasta con las areniscas calizas  que se encuentran sobre y bajo ella.










La forma abovedada de la cueva parece responder al sucesivo desplome por exfoliación.





Peña Parda corona la cueva , en el horizonte las siluetas de las sierras exteriores.



Horminum pyrenaicum, crece en los rellanos herbosos y fondo del valle donde el pasto compite con las gleras que bajan de las paredes.























El valle de Zarrambucho se cierra abruptamente. La experiencia de subir a Telera por esta ruta nos recuerda aquellos tiempos en los que no había  postes, marcas ni señales en el Pirineo, sólo estrechas trochas y algunos escasos mojones que ayudaban a orientarse en los pasos donde el plano no aclaraba por dónde se debía ir. Subir a Telera por este valle es reencontrarse con esa montaña salvaje donde se agudiza la vista, y la intuición nos dicta el camino a seguir.





















Encontrado un paso fácil que supere los escarpes del circo nos dirigimos hacia el collado de Telera, detrás queda tendida pico Retona, vigilante del valle de Zarrambucho.

A 2.500m. cerca de su máximo altitudinal, encontramos Anemone narcissiflora.



























Entre el caos de calizas desprendidas nos llama la atención varios bloques de arenisca con microestratos. El grano milimétrico así como la disposición en capas también milimétricas nos hacen pensar en los restos de una playa fósil o una sedimentación en aguas someras.¿?









A 2.550 Ranunculus alpestris, próximos a las gleras que llevan al collado de Telera.











A medida que vamos ganando altura y salimos de las angosturas del valle comienzan a aparecer nítidamente otras formas. Peña Retona muestra ya toda su fisonomía y detrás las llamativas bandas  blancas de Puerto Rico.





















El cuello de Telera nos regala una magnífica vista de la Sierra de Tendenera, que aparece en escorzo. Abajo Hoz de Jaca sobre el embalse de Búbal, mil trescientos metros de desnivel nos separan de este bonito pueblo.














Este año ha sido generoso con la flor de nieve (Leontopodium alpinum). En el collado hay una numerosa colonia.





Desde el collado tomamos las rutas que son habituales hasta el pico Telera. Nada más tomar algo de altura se dibuja al completo la mole de Peña Parda, la vertiente norte ( a la izquierda) está recorrida por la poco frecuentada, por arriesgada, senda de Covacherizas, y la vertiente sur (a la derecha) la senda alternativa que va a dar al mismo punto que la anterior, el cuello de Covacherizas. Podría ser una buena alternativa para volver una vez hecha la cima, haciendo así una ruta circular,  pero tendrá que ser en otra ocasión, pues el tiempo lo llevamos ajustado.



















Es frecuente encontrar fósiles incrustados en la roca.








En la amplia cresta que nos conduce a la cima de Peña Telera encontramos en flor Erigeron uniflorus, 2.620m.


Ya en los últimos metros , en la cómoda loma que lleva a la cima. Detrás de Marisol Pico Retona y Peña Gabacha, como un pilón rocoso blanco. Este pilón da nacimiento al barranco de L'Estacho que llevaría al valle de Acumuer, que vemos sombreado por el bosque. En la vertiente meridional de este barranco El Petruso, y detrás el Pico de Ras Canals. En el fondo los colores amarillentos de la Val Ancha y la silueta de Peña Oroel.









Una visión más amplia desde el mismo punto hacia el meridión. 







Por fin, desde la cima, la línea de precipicios que constituyen la Sierra de la Partacua en su vertiente norte. El ibón d'as Paules rompe el cromatismo. El valle glaciar Lana Mayor, muestra su perfil asimétrico. 
El  libro de Eduardo Martínez de Pisón, "El valle de Tena, un paisaje modelado por el hielo" espléndido por su contenido y excepcional por su valor plástico, nos enseña cómo esta sierra tiene su origen en el desplazamiento hacia el Sur de la masa de sedimentos jóvenes sobre las rocas antiguas que hicieron de zócalo inclinado, derramándose estos materiales jóvenes formando grandes unidades plegadas y espectaculares cabalgamientos.  El glaciarismo posterior acabó de modelar estas estructuras.

La contundencia de aquellas fuerzas ha quedado reflejada en la personalidad de las crestas de la Sierra de la Partacua.


Hacía mucho tiempo que Marisol quería subir hasta aquí, y ahora no oculta su satisfacción.










En la cima podemos asomarnos desde una repisa al fondo del valle. El ibón de Piedrafita, está allá abajo a nuestros pies, 1160 metros de caída libre. Pequeñas manchas grises hacen los tejados de Piedrafita, Tramacastilla, Sandiniés, Pueyo de Tena, Panticosa y Hoz de Jaca.

datos de la ruta.
fecha de realización 30 de julio 2014
Punto de partida: plan de Usabas. 1600m
Pico Telera: 2764m.
Track del recorrido en wikiloc:   http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7755396
















Dolomitas 5. Piz Boé

Hemos ido retrasando esta excursión, buscando un día en el que las nubes no estropeen la jornada. Hasta ahora todos los días hemos visto esta montaña desde distintos puntos de vista, y apenas la hemos visto descubierta. Es el penúltimo día en Canazei , y creemos que ha llegado el momento. Para Aurora es su primer 3.000. Yo medio en broma le digo que éste 3.000 no cuenta, porque la aproximación la vamos a hacer con remonte, y eso le quita deportividad. Pero le concedo que llevamos cinco días seguidos de caminata (más unos cuantos de turismo urbano por Italia)  y eso también cuenta.


Punto de partida, Passo Pordoi 2239m. Aquí un remonte mecánico nos llevará hasta Sas de Pordoi, 2.950m, estación situada al borde del muro vertical que tenemos en frente.



Sas de Pordoi es una elevada plataforma, cortada a pico en vertiginosos contrafuertes.

Abajo queda el Passo Pordoi, y la carretera que comunica los valles.

Piz Boé aparece cubierto por la nube, pero los amplios espacios azules nos hacen abrigar la esperanza de que irá cambiando.























A casi 3.000 metros de altura, en un paisaje azotado por los vientos y el frío, la roca es la protagonista. Profundos cañones se abren en el zócalo calizo.

A medida que vamos acercándonos al Piz Boé, vemos más cerca los cañones. Una cierta similitud vemos con el cañón de Ordesa. Una similar geología, dominio calizo modificado por extintos glaciares y modelado kárstico.



Aridez extrema a pesar de la alta pluviosidad de la zona, consecuencia de un suelo calizo que no retiene nada de agua,  paisaje con una casi absoluta ausencia de vegetación.


Pero la esterilidad es aparente. Una mata robusta de lo que podría ser ( ¿) prospera en un rellano de roca.

Atrás ha quedado Sas Pordoi con su estación del funivía. Separado del gruppo del Sella, vemos a la derecha el Sassolungo y el Sas Piat, objetivo previsto para mañana en un recorrido que los atraviesa.




















Seguimos ascendiendo. El desnivel es pequeño, apenas 200 metros positivos, lo que hace que esta ruta esté muy transitada. 




















Con la altura, las panorámicas se hacen más amplias.






















Una leve trepada con ayuda de una sirga pasamanos y ya estamos en la cima. 


Otra ruta también visitada unos días atrás, el Viel del Pan, la vemos parcialmente abajo.

























Una de las vistas que deseábamos conseguir era de la primera montaña que visitamos hace 5 días: la Marmolada. Las nubes se descorrieron como si fuera el telón de un gran teatro, y allí estaba

Dolomitas4. Vaiolet-Catinaccio

En este cuarto día por las Dolomitas, amanece por primera vez un veraniego día de agosto. Nos acercamos al pueblo de Vigo di Fassa, a muy pocos kilómetros de Canazei, y tomamos un remonte que nos sube al Val de Vaiolét. Desde allí daremos un paseo hasta el refugio de Vaiolet, paseando entre magníficos bosques de coníferas.


Prados y bosque de pino cembro en el llano de Ciampedie


Las verticales formas del Antermoa



En el frente, el Catinaccio. El valle de Vaiolet separa este grupo calizo del que vemos a la derecha, que son las laderas sur del Antermoa. Amplio camino, muy transitado, pero inmaculado.



El camino atraviesa el bosque mixto de alerces y pino cembro.


















Piña de pino cembro. El olor de su resina es especial, diferente a nuestros pinos.













Este valle es utilizado en invierno para practicar esquí.




























Al fondo el macizo del Sella, con el Piz Boé, al que queremos subir mañana.




Aunque estamos a finales de agosto, todavía encontramos alguna orquídea, Gymnadenia odoratissima, de la que disfrutamos oliendo su aroma a vainilla.




























El camino pasa junto al refugio Gardeccia, hacia el este las crestas de Davoi


El refugio Preuse, a 2248m, en la repisa de la roca, en el centro.


Amplia pista para subir al refugio Preuse, que cada vez está más cerca







Al tiempo le gusta hacer cambios, y pronto descargará lluvia.



























Tras un breve pero intenso aguacero, se abren de nuevo las nubes, y ya junto a los refugios Preuse y Vaiolet, descubrimos las fantásticas formas del Catinaccio.