Abrojo. Flor de Tribulus terrestris |
El abrojo es una planta rastrera, propia de climas cálidos, que crece en terrenos duros, compactados. La podremos ver fácilmente en la proximidad de Barbastro, junto a la cruz calvario de Santa Bárbara.
La flor tiene simetría radial, con cinco pétalos pequeños pero de llamativo amarillo.
Fruto del abrojo |
El fruto es quizá lo más característico de esta planta y que justifica su nombre. Está provisto de gruesas espinas, y debido a su forma poligonal, sea cual fuere la posición que adopte al caer en el suelo siempre presenta alguna espina dispuesta a dejar atribulado a quien con estas potentes defensas hiera. Los antiguos romanos tuvieron en estas semillas un buen ejemplo para el diseño de una de sus armas defensivas, el tribulus, consistente en unos trípodes pequeños de hierro terminados en aguzadas puntas que dispersaban por el suelo y así evitar que en los asaltos y asedios los caballos del enemigo se movieran con facilidad. Durante el asedio que los galos hicieron a la conquistada Alesia se sabe que Julio Cesar utilizó con frecuencia esta precursora de las minas de tierra.
Una polémica reciente envuelve a esta planta y la supuesta virtud de estimular la producción de testosterona, por lo que es utilizada por quienes quieren acelerar sus rendimientos deportivos. Por más que los estudios clínicos desmienten esta virtud, e incluso avisan de posibles efectos perjudiciales, la venta de productos con esencia de abrojo no disminuye.
Una polémica reciente envuelve a esta planta y la supuesta virtud de estimular la producción de testosterona, por lo que es utilizada por quienes quieren acelerar sus rendimientos deportivos. Por más que los estudios clínicos desmienten esta virtud, e incluso avisan de posibles efectos perjudiciales, la venta de productos con esencia de abrojo no disminuye.
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