Dolomitas 3. Del Paso Gardena al lago Pisciadu

Tercer día de verano en las Dolomitas de Canazei. Esta vez  dejamos las herbosas laderas y  hacemos un recorrido rocoso. Como siempre la duda de cómo se comportará el tiempo, por lo que optamos por un itinerario que cambie las amplias perspectivas por primeros planos de gargantas y lagos.
El punto de partida es el Paso Gardena al que llegamos en coche, como siempre tras un buen número de curvas cerradas, aunque un trayecto corto. Tomaremos el sendero 666 que conduce a la ferrata Tridentina, pero la dejaremos a mitad de camino para coger un sendero alternativo, muy empinado, que atraviesa un impresionante desfiladero.


Parte de la ruta de carretera para llegar al Paso Gardena desde Canazei 





























El sendero 666 se dirige directamente a las paredes verticales. Es el sector norte del Grupo del Sella, luego tendremos que tomar un sendero que se adentra por una de las canales que vemos en la muralla para llegar al lago Pisciadú que se sitúa en un plató intermedio del macizo. La cima que vemos entre las dos torres de la derecha es el pico Campidel (2.586m)


























Según vamos subiendo por el sendero, a nuestra espalda se recortan las agrestes formas del Cirspitze


 Bonitos ejemplares de Pediculris verticilata.



































Hemos subido por el sendero hasta la leve hombrera que forma el Col de Frea, desde aquí vemos el pueblo Selva  Gardena
























Todavía quedan retazos de hierba en la que crece este peralito (Pyrola rotundifolia)

El sendero se encara hacia las paredes que tendremos que atravesar por uno de sus canales.



Un endemismo alpino, Potentilla nitida, digna de adornar el más refinado jardín, crece aquí en el caos de las calizas.



Marisol tiene a sus espaldas el Cirspitze.



















Ya tenemos delante la puerta por la que comenzaremos a subir. En la pedrera que hay a la salida del desfiladero se ven las trazas del sendero haciendo un zigzag.













Antes de entrar en el desfiladero, echamos un vistazo atrás para contemplar el inmenso valle que se abre a nuestros pies. El pueblo que se ve al fondo es Corvara.

Ante nosotros tenemos el fantástico camino de ascenso. La verticalidad de las paredes impresiona, así como la cantidad de rocas y gravas acumuladas en el fondo del desfiladero.


En un medio tan agreste, queda espacio para la poesía. Papaver alpinum.

Un cerastium


Thlaspi rotundifolium



Son trescientos metros de desnivel, por camino muy bien marcado, sin dudas ni riesgos. A estas alturas de agosto, los neveros se han derretido, y el que queda se puede atravesar sin peligro.


Las altas paredes confieren al paso un singular aspecto y hacen la ruta emocionante.


Los últimos cien metros de desnivel se hacen muy verticales, pero están acondicionados para ir seguros. Exactamente no es una vía ferrata. Aquí la llaman "sentiero attrezzato" y no es imprescindible ir asegurado con el disipador.

























Aurora en la salida del sendero attrezzato, ya a pocos metros del lago Pisciadú.



Unos cuantos metros más, de camino llano nos conducen al lago Pisciadú, y al refugio Cavazza.




Fin de trayecto.




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