Gorgas Galantes

Así es el invierno, caprichoso, imprevisible. Apenas hace unos días la nieve parecía no llegar nunca. El camino desde el aparcamiento de Estós hacia las Gorgas Galantes,  era una pista de hielo, donde las raquetas se hacían casi inútiles, sólo para sujetar los pies con los hierros en alguna placa de cristal. Sin embargo también tenía su encanto. 
El agua ha formado un velo de cristal blanco.














El hielo y el deshielo parecen desafiar a la física. Hongos de cristal se forman colgando de los maderos que ayudan a pasar un barranco.












Hay un inmenso silencio en estas riberas, sólo se oye el crujido del cristal bajo nuestros pies. El agua del riachuelo sólo pronuncia un leve susurro.












Poco a poco va creciendo el fragor que produce la cascada que sale de las Gorgas Galantes. Espuma y hielo se confunden. 
El sol aparece por primera vez  en las laderas próximas a la cabaña del Turmo. El agua comienza aquí el recorrido salvaje por las gargantas.


















camino de El Pueyo. Juniperus oxycedrus."chinebro"

Añoso  Juniperus oxycedrus subsp. badia en El Pueyo
Al término de la mingua de Enero estamos. Antaño se consideraba esta fase lunar  la mejor para talar los maderos de pino negro que luego se usarían para el armazón de la casa. Prevención que garantizaba la ausencia de carcoma y otros taladros de la madera. Para otros menesteres bien valía la madera cortada cualquier otra época del año. Estas palabras desgrana D.Ramón Agraz , mientras sus expertas manos repasan la cuchara de boj que está desbastando.  ¿Y el chinebro? ¡Ah , el chinebro!  Para poco cuidado con la madera del chinebro que ésta ni se pudre ni le ataca la carcoma, de tan dura y resinosa que es.
Y es que Juniperus oxycedrus está ahora en flor. El entorno de El Pueyo tiene rincones donde se enseñorea este árbol de modesto porte. Rivaliza con la carrasca allí donde el monte se hace espesura. Tanto predomina en algunos lugares que las gentes llamaron "chinebral" a una extensa zona  en el costado de poniente de Valcheladas.
Podremos observar dos subespecies, una más arbustiva ( subs. oxycedrus)  y otra más arbórea (subs. badia) 
El chinebro tiene a veces apariencia de arbusto, pero cuando los años le respetan alcanza porte de árbol. Tronco fibroso, portento de claroscuros. A menudo de copa cónica, pero en ocasiones sus circunstancias vitales le dan aspecto de árbol tortuoso. Algunos ejemplares dispersos por los chesos blancos de El Pueyo me evocan esas imágenes de postal de la sabana africana.

conos masculinos de Juniperus oxycedrus
El chinebro es de tierra baja. El caminante claramente lo separará del enebro de la montaña por que éste tiene una raya blanca en el haz de la hoja, mientras que el chinebro tiene dos.
Es el chinebro árbol de pies machos y hembras. Hace ya un mes que los machos comenzaron a formar los pequeños conos, que ya están a punto de expulsar el polen. El ritmo de la naturaleza obrará de suerte que cuando estos conos masculinos suelten el polen dorado, ya estarán dispuestas las diminutas flores femeninas.


gálbulos de Juniperus oxycedrus
Sus pseudofrutos son en realidad conos. Juniperus oxycedrus es una conífera de la familia de las Cupressaceas.  En el árbol permanecen los frutos durante dos años, de suerte que ahora podremos ver los de color  verde cerúleo,producidos el año pasado, y  los de  marrón cobrizo, que ya llevan dos años en el árbol. En todo momento conservan  , como una cicatriz, las líneas de los tres labios de la flor.
No deja de sorprenderme que árbol tan fuerte, tanto que prospera allí donde se produjeron los incendios, sea doblemente dependiente para reproducirse. Del aire depende para la dispersión del polen. De los animales para diseminar las semillas, ya que  viajan en el vientre del animal que las comió, y germinan tras ser digeridas y excretadas.
Además de proveer de estacas duraderas, se le extraía su resina, la cedrina de tantos usos que sería largo aquí contar. Me remito al "Dioscórides" de Pío Font Quer. Por otra parte, también quedó dicho en el libro  "medicina popular en la comarca de Monzón" de José Vicente Ferrández Palacio y un servidor,  la querencia que le tenían los pastores para remediar daños  cuando se trataba de evitar infecciones en el ganado y como linimento para las fracturas de las patas.
En estos días de invierno busco las flores del enebro, al tiempo que cruje el helado suelo bajo mis pies, por la zona umbría de El Pueyo. Muchos  chinebros crecen juntos y llevan aquí muchas décadas, a juzgar por los troncos y las péndulas ramas.Me felicito por tener  tan cerca de casa tan primigenio bosque .


Camino de El Pueyo. Ruscus aculeatus. "Buxeta, rusco"

Flor de Ruscus aculeatus, y flores inmaduras
en otros filóclados. Ejemplar de El  Pueyo.

Alguna vez he comentado que los promontorios rocosos de El Pueyo y  Valcheladas son una avanzadilla hacia la depresión del Ebro para algunas plantas que habitualmente encontramos en la sierra. Una muestra  podría ser el ejemplar de Ruscus aculeatus que en la falda norte de El Pueyo vive a la sombra de carrascas y chinebros. Hasta la fecha sólo he visto una mata en el enclave de El Pueyo. Su interés se acrecienta por ser, probablemente, este ejemplar  el que tiene una ubicación más meridional en la provincia de Huesca


Precisamente en estos días de enero están comenzando a abrirse las flores de este peculiar arbusto.
De la familia de las Liliáceas, el tallo sale de una raíz rizomatosa, la cual se ha utilizado en medicina popular como aperitiva y diurética. Pero lo más sorprendente lo tenemos en la parte aérea de la planta. Observando  las flores, vemos que éstas salen individuales en el centro de lo que parece ser una hoja. La clave de esta rareza radica en  que son tallos lo que parecen hojas.  La buxeta, como planta adaptada a condiciones de aridez, reduce al máximo la transpiración. Para ello las hojas son minúsculas. Para suplir el déficit de producción de clorofila, los tallos terminales se ensanchan adoptando una forma similar a las hojas. Estos tallos, llamados en botánica filóclados, son coriáceos y aplanados y terminan en una aguda espina ( el específico aculeatus se refiere a la presencia de estas espinas).  El resultado de la planta es un  amasijo de puntas de lanza que convierten al arbusto ,cuando está bien provisto de ramas, en una impenetrable maraña. Aprovechando esta constitución se ha utilizado como preventivo contra los ratones: En Alemania es el "Mausedorn" (espino de ratones) en Inglaterra son los butcher's broom (escoba de carnicero) y en Italia es llamado "pungitopo", y es que cuando se empleaban las fresqueras para guardar la carne, se colocaban en la entrada para dificultar el paso de los roedores..(Tomado de "Los árboles y arbustos de la Península Ibérica". escrito por Ginés A. López González Ed. Mundiprensa.). 
Ruscus aculeatus de Val d'Onsera

Cuando la flor madura forma un fruto globoso de llamativo color rojo, algo tóxico. Naturalmente, este fruto se asienta también en el centro del filóclado. 
Todavía no he conseguido ver los frutos en el ejemplar de El Pueyo. Es un asunto que me intriga. El rusco es planta dióica, esto  es que hay pies machos y pies hembra. Raramente tiene flores hermafroditas. Las flores, además de sus órganos fértiles, tienen elementos del sexo contrario pero estériles. La polinización se produce por la mediación de insectos. Si año tras año no se producen frutos será porque falta uno de los dos sexos. ¿cuál portará la planta que tenemos en el Pueyo? A falta de mirarla detenidamente con la lupa, y dada su forma esférica, me inclino a pensar que podría ser femenina. Entonces a nuestro ejemplar de El Pueyo le pasaría como a Penélope: aquí está esperando largamente  que llegue su Ulises.

P.D. Localizar este ejemplar no es difícil, pero hay que saber por dónde ir. Si quieres que te dé las coordenadas pídemelo a mi correo electrónico: jmsanzcasales@hotmail.com