Pico Canal Roya

Año escaso de nieves... no sé como terminará el refrán. Para quitarnos el embrujo agorero hemos ido parte de la familia ( los hijos mayores están casi siempre tan pillados) al Portalet, donde no se nota demasiado la carestía de manto blanco y emprendemos la ascensión al Pico Canal Roya. Marisol y Aurora con las raquetas, yo me calzo los esquís, que hay ganas de foquear.




















Situados en los aparcamientos de carretera, ya en Francia, entramos en el dominio pastoril de Aneu. A la izquierda tenemos las crestas que hacen muga con España. En el centro se aprecia el lomo del Pico de la Canal Roya. Hacia la derecha los picos Gradillere, Peyreguet y Midi d'Ossau. Es un recorrido que no presenta gran desnivel: unos 450 metros; aunque sí es un tanto largo. La nieve está transformada y dura, con lo que la progresión será más cómoda.






















Tenemos a la derecha las verticales paredes del Pico de la Gradillere (2271 mts) Al fondo la roma cima del Pico de la  Canal Roya (2345mts). El camino lo realizamos inmersos en la blanca quietud del paisaje nevado.






















A medida que ganamos altura va tomando presencia la silueta del Midi d'Ossau, con su característico aspecto de boca de pez que apunta hacia el cielo.





















El circo de Aneu es de formas suaves, muy abierto, y ,aunque no gana mucha altura ,su posición y amplitud permite unas perspectivas perfectas de alta montaña. La roca y los pastos se esconden ahora bajo la nieve. Dentro de unos meses lo que ahora parece carente de vida resurgirá con fuerza.













Los últimos metros de la ascensión, al discurrir por la cara norte, han sido sobre una costra helada. Detrás de Marisol y Aurora se extiende el valle de Canal Roya, y al otro lado del collado el valle francés de Bious Artigues, donde las hayas oscurecen el fondo del valle. Ahora el bloque cristalino del Midi d'Ossau se muestra en toda su potencia.


Desde la cima, el valle Canal Roya traza su cerrada curva hasta encararse a la muralla de la Rinconada, vigilada por el pico Anayet. Ahora Canal Roya permanece tranquila. Por fortuna no se han puesto todavía en marcha las obras de unión de Astún ( a la derecha)y Formigal, consentida maldición que planea sobre la virginidad de este valle.













De una mirada vemos el recorrido trazado. Allá, al fondo del anchuroso valle,  el punto de partida. De telón de fondo la guirnalda de picos que en torno a los tres mil metros adornan la cabecera del Alto Gállego.

Comienza el descenso.Queda un trecho largo hasta llegar al punto de partida.Marisol y Aurora tendrán que dar los mismos pasos de vuelta. En mi caso más de cuatro kilómetros de gozoso descenso con los skis. La nieve se vuelve a transformar  con la caída de temperaturas de principio de la tarde. Un amplio muestrario de tipos de nieve me espera por reconocer.

Buxus sempervirens. " bucho,buixo,boj"

Si hay un arbusto representativo del Pirineo, en mi opinión,sin duda éste es el boj. Con acierto Enrique Satué Oliván lo tomó como motivo poético para titular "Pirineo de boj" una serie de relatos en los que narra vivencias sencillas pero contundentes. Como es sencillo y contundente el boj. El boj llega a representar no sólo un paisaje, también a los pobladores de este territorio.
Singularmente, el boj se escapa del Pirineo y llega a Valcheladas, así como algunas zonas cercanas al Vero. No forma las densas masas que más al norte vemos, pero sí crecen ejemplares que desafían los rigores del valle del Ebro.
Es el boj un arbusto de la familia de las Buxáceas. De hojas ovales, más coriáceas cuanto mayor sequía y calor soportan, en cambio cuando crece en ambientes húmedos sus hojas son más livianas y flexibles. También son variables las hojas en función de la temperatura y la humedad: en invierno enrojecen, en primavera adquieren el tono más verdoso, y donde el verano es inclemente las hojas pierden lustre y se visten de color tierra.
Su porte es variable, de raquítico en zonas muy áridas y soleadas, a casi arbóreo en aquellos barrancos donde no le falta la humedad y crece en largas varas verticales buscando la luz.
En Valcheladas hay buenos ejemplares aislados, deben de tener ya varios decenios. Su crecimiento es muy lento. Por eso la madera es dura, blanca. Gente de la montaña ha utilizado esta madera para fabricar utensilios domésticos. De la montaña de Ceresa bajó nuestro vecino Ramón Agraz. Sus cucharas tienen formas limpias, depuradas hasta convertirlas en pequeñas esculturas. Ya los latinos utilizaban este arbusto con los mismos fines , y lo llamaban buxum (-i) de manera que nuestras palabras  bucho, o buixo son  formas menos corrompidas del original latino que el castellano boj. En la actualidad el boj está protegido , ya que el exceso de su poda hizo que algunos lugares quedaran esquilmados, con el deterioro que supuso sobre el suelo y el entorno ecológico. Poco a poco algunas bucheras, o buchicales como se dicen en Salas Altas, se están recuperando y vuelven a tener ejemplares de buen grosor y nutridas poblaciones.
cápsula y semillas de Buxus sempervirens

Al fructificar forma  una cápsula globosa con salientes en forma de cuernecillos, caballicos llaman en Salas Altas a estas cápsulas.
Cuando madura la cápsula se abre en tres piezas y libera las semillas, dos por pieza, negras. Así abierta con los cuernecillos, los ojos negros y las aristas del interior, se me antoja la forma de un pequeño buho.










Ya lleva un par de semanas floreciendo el boj en Valcheladas. Las flores crecen en inflorescencias racemiformes con flores unisexuales de color amarillo pajizo.
Se barrunta la llegada de la primavera al caminar por una vereda oliendo en el ambiente el aroma de los buchos.

flores de Buxus sempervirens













Gorgas Galantes

Así es el invierno, caprichoso, imprevisible. Apenas hace unos días la nieve parecía no llegar nunca. El camino desde el aparcamiento de Estós hacia las Gorgas Galantes,  era una pista de hielo, donde las raquetas se hacían casi inútiles, sólo para sujetar los pies con los hierros en alguna placa de cristal. Sin embargo también tenía su encanto. 
El agua ha formado un velo de cristal blanco.














El hielo y el deshielo parecen desafiar a la física. Hongos de cristal se forman colgando de los maderos que ayudan a pasar un barranco.












Hay un inmenso silencio en estas riberas, sólo se oye el crujido del cristal bajo nuestros pies. El agua del riachuelo sólo pronuncia un leve susurro.












Poco a poco va creciendo el fragor que produce la cascada que sale de las Gorgas Galantes. Espuma y hielo se confunden. 
El sol aparece por primera vez  en las laderas próximas a la cabaña del Turmo. El agua comienza aquí el recorrido salvaje por las gargantas.