Camino de El Pueyo: Chelidonium majus. "celidonia, celedonia, flor verrugera"

Es la flor verruguera una planta que rebrota cada año al llegar la primavera y florece de una mata de numerosos tallos y amplias hojas muy divididas. El lugar predilecto que elige  para vivir son las tapias y muros, así como rellanos al pie de las rocas. La familiaridad de verla año tras año y su fama curativa, hacen de esta planta una de las más populares en la botica tradicional. El nombre de la flor ya nos indica su uso: el zumo de la planta al ser machacada, o simplemente la savia anaranjada que desprende el corte que se le haga en tallo u hojas, ha sido remedio tradicional para secar verrugas, o eliminar callos y durezas. Para ello se aconseja aplicar unas tres veces al día. La razón de esta acción destructora  sobre la piel reside en la presencia de diversos ácidos en la planta. Si se ingiere, es planta tóxica.
La celidonia pertenece a la familia de las Papaveraceas, esto es,  los ababoles y fumarias. 
Pio Font Quer refiere que el origen del nombre Chelidonium procede de los griegos, y su traducción a nuestro idioma sería golondrinera. Tal calificativo se justificaría por la época en la que renace, cuando vienen las golondrinas, y el momento en el que se seca, que es cuando aquellas aves se van. Linneo conservó este nombre para su clasificación botánica y le añadió el latino majus (maius) : mayor .

Camino de El Pueyo: Thalictrum tuberosum.

Pocos días dispone el caminante si quiere disfrutar de la belleza de esta flor. A pesar de crecer en la quietud del genuino bosque de carrascas, su floración es apresurada. De una engrosada raíz sale un tallo que casi a ras de suelo desarrolla unas características hojas  profundamente pinnado-divididas. El vástago floral crece erguido, elevando hasta el medio metro un grupo de llamativas flores, de un blanco impoluto que contrasta con la oscuridad del bosque. Mirando con detenimiento las flores observaremos que carecen de cáliz. Es característica en la familia de las ranunculáceas  carecer de pétalos. En morfología botánica, a las hojuelas que forman el cáliz se les denomina sépalos.
Cuando estos sépalos, al abrirse el cáliz, se extienden y crecen formando la envoltura floral adquieren el aspecto de pétalos sin serlo. En el caso de Thalictrum tuberosum los sépalos toman  admirables tonalidades blancas donde se mezcla el verde pálido y los tonos marfil. Cromatismos cambiantes según la  luz que pasa a través de las hojas de los árboles. Colores que juegan con las sosegadas sombras.No necesitamos más.

Sierra de la Gabardiella

El paso de la Hoya a la sierra de Guara no es siempre tan brusco como a simple vista parece. Sucesivos escalonamientos nos van advirtiendo de la proximidad de la sierra, de la que proceden los materiales que forman estas gradas. El núcleo habitado de Sabayés ocupa uno de los cerros que, individualizados por los barrancos, se asoman al llano. Es una atalaya que nos recuerda época de frontera. Hoy separa la economía del cereal de la del ganado.

El Salto de Roldán, encajonamiento del río Flúmen, enfrenta a las peñas de San Miguel y Amán ( o de Sen y Men). Sedimentos continentales del eoceno (40 millones de años) formaron conglomerados que sepultaron las calizas. Aprovechando las fisuras de los conglomerados, el río Flumen  ha ido erosionándolos verticalmente formando el Estrecho d'as Palomeras. Hacia el norte el angosto cañón combina erosión diferencial y kárstica.




























El embalse de Santa María de Belsué regula la cabecera del río Flumen. Comenzado a construir en 1.909 para uso de riego, fue un fracaso al no ser del todo impermeable el vaso. Para intentar evitar el problema se construyó a continuación el embalse de Cienfuens. Se puso en servicio en 1.931, pero el pretendido canal que llegaría a Huesca no se realizó. Situado en el pie norte de la sierra Gabardiella, se encuentra en la depresión entre dos anticlinales.
Llegados a la presa, delante nuestro vemos el frente de cabalgamientos paralelos al Pirineo axial, del que forma parte el Tozal de Usieto en la Sierra de Belarra, los barrancos erosionan las débiles laderas de margas grises. Resultado de todo ello es una serie de cúpulas anticlinales sobre la que se desarrolla una complicada red fluvial, que en no pocas ocasiones crea foces. Las margas grises alternadas con calizas son el soporte de una vegetación adaptada a estos suelos pobres, que en la ladera norte del embalse constituyen la pardina de Belsué y Lúsera.
La presa de Belsué contiene el caudal del Flumen antes de que se adentre en la foz también regulada de Cienfuens. Un paraje dominado por el cantil que soporta la Mallata de Campo Conzello, donde planean los buitres sobre la serpenteante silueta del agua.



La acción erosiva del agua en un terreno calizo crea un conjunto de paredes , abrigos y cuevas, como la Cueva del Toro.


La orientación al mediodía condiciona una vegetación xerófila en la que predomina el boj, tomillos y aliagas. La letrera o hierba topera (Euphorbia characias) prefiere suelos pedregosos al pie de cantiles y suelos degradados, bien soleados. Es una planta irritante. Su savia lechosa se ha utilizado para quitar las verrugas. Igualmente se utilizaba como purgante en los animales, dándoles a comer alguno de sus frutos.

Hemos dejado atrás el embalse de Cienfuens y subido por un fresco bosque de pinos y quejigos siguiendo el trayecto del barranco de Paúles. El final del barranco es inesperado por la amplitud del collado al que se accede. El collado de Paúles es en realidad un enorme polje, del cual se puede todavía apreciar su actual actividad observando el descarnado escalón que separa los bojes de los erizones. en efecto, aunque cubierto con una capa arcillosa, el subsuelo calizo sigue sufriendo una erosión tanto vertical como longitudinal formando un espacioso corredor que nos conduce a la cara sur de la Sierra Gabardiella. Es un dominio de bojes y erizones formando un laberíntico tapíz en las redondeadas formas del Pico de los Paúles y el Pico Estillero.


A la "cejalba" (Callophrys rubi), denominada así por el cerco blanco que rodea los ojos y que la diferencia de su pariente la "cejirrubia", de borde rojizo, le agradan las zonas arbustivas y con maleza, y los claros. Pertenece a la muy numerosa familia de las Lycaenidae. No es exigente en cuanto a plantas nutricias. Aquí la vemos en una mata de boj.  Su coloración más llamativa la muestra en reposo por su tonalidad verdosa irisada, con un ligero cerco marrón. En posición de vuelo muestra tonos marrones oscuros.

Hacia el sur, el collado Paúles no parece que haga honor a su nombre, puesto que su aspecto de páramo dista mucho de indicar la presencia de turberas y humedales como correspondería a cualquier paúl. Sin embargo aparece alguna pequeña balsa festoneada de vegetación que nos avisa que en algunas épocas del año el agua se embalsa. Hacia el Sur-este  vemos asomar, piramidal , la cumbre del Tozal de Guara.







En cuanto el bosque clarea, aparece el narciso (Narcissus alpestris) que se hace un hueco entre bojes y erizones. Es un endemismo pirenáico, más común en el prepirineo, aunque también aparece más escasamente en el Alto Aragón.

Al término del collado de Paúles podemos apreciar la silueta tendida de la Sierra Gabardiella. A sus pies, en la vertiente Sur comenzamos a divisar el inmenso panorama que le rodea. Separado por la garganta del río Guatizalema se interpone entre nosotros y el Tozal de Guara el Pico Fraginito (1.734 mts) que continúa en dirección Norte por al cresta La Ronera hasta la Punta del Corcurezo (1.662 mts) y hacia el sur, tras pasar el cuello Lizana, hasta el pico Mondinero (1.448mts), el cual en sus pies oculta la ermita de San Cosme y San Damián, en el ámbito de Vadiello. La sierra Gabardiella, anticlinal volcado al sur nos enseña su flanco descarnado. La vegetación se adapta a los escalones que se forman con la exhumación de las capas y dibuja las lineas de su complicada vida geológica.



Las alveolinas, fósiles de foraminíferos, vivían en el fondo del mar, en aguas cálidas y poco profundas. Abundante en el prepirineo está asociado con las calizas del Eozeno.

El entorno de Vadiello se adivina con la curiosa formación del Huevo de San Cosme, esculpido en los conglomerados. En primer término la asimétrica silueta de El Borón (1.313mts).
La senda es cada vez menos evidente y tortuosa. Aunque el nombre Gabardiella pueda aludir a la "gabarda", el rosal silvestre, en realidad con lo que nos topamos en el collado de Luna es una espesura de artos y aliagas que dificulta el paso. No obstante, la cresta en zigzag no da pie a dudas respecto a la dirección a seguir.


El Tozal de Guara, tal y como reza la leyenda, vigila a la doncella Gabardiella.
Guara, siempre celoso de que el gigante Gratal se la arrebate.

Ya en las inmediaciones del Pico de Luna, a 1652mts, se divisa en toda su extensión la Hoya de Huesca. La lámina de agua del embalse de la Sotonera resplandece entre los campos de cereal reverdecidos con la primavera. 



La vertiente meridional de la sierra se abre en una amplísima cuenca, donde la fuerte erosión ha creado un conjunto de lomas, tozales y puntas. el río Guatizalema organiza la red fluvial.


Dirección al Este, la sierra del Águila y tras ella Gratal. La del Águila es una sierra de estructura e historia similar a la de Gabardiella, en tanto que trazan sus líneas en formación perpendicular al eje del Pirineo. Cronológicamente, estas sierras de eje Norte Sur son anteriores y se produjeron en la fase de plegamiento pirenáica, al final del eoceno. El eje este-oeste de las sierras exteriores (Sierra de Gratal, sierra de Guara) es posterior y está unido a la segunda fase de plegamiento y que implicó a los conglomerados oligocénicos que en la actualidad bordean sus estructuras. La curiosa formación de mesa inclinada de la Mallata de Campo Conzello nos muestra claramente este entrecruzamiento perpendicular de pliegues. La perspectiva aérea nos permite valorar el desarrollo de estos cantiles ya observados desde el embalse de Cienfuens.

Por encima de la sierra de Belarra y el puerto de Monrepós aparecen las siluetas gemelas de Oroel y de san Juan de la Peña. Ambas custodiando la orilla sur de la Val Ancha, plenamente inmersas en la depresión media, divisoria geológica entre las sierras Interiores y las Sierras Exteriores del Pirineo.

La  franja de las Sierras Exteriores aparece como una barrera contínua. Como si una gran ola rocosa se hubiera detenido al toparse con la Val Ancha. A sus pies , en franjas paralelas de menor altura, las olas menores que llegan hasta nosotros, agotándose en la Depresión del Ebro.  Los valles perpendiculares al Pirineo abren puertas de acceso a la barrera montañosa. Es el caso del Gállego que separa la Partacua de Tendenera.


Mapa de la ruta.


Comienzo: refugio Peña Guara, embalse de Belsué.
Desnivel salida-llegada: 600 m
Desnivel ascensión acumulado: 1.041
Distancia (sólo ida): 8,7 Km