Camino de El Pueyo. Cornus sanguinea. "sangueño, sanguiñera, cornejo..."


El caminante que desee buscar los colores otoñales hará bien en adentrarse por caminos que discurran junto a las sanguiñeras. El camino antiguo que conduce al Pueyo no ofrece muchos ejemplares de este arbusto, pero si toma el camino de los Alparraces, aunque alargue en un par de kilómetros el recorrido, podrá toparse con buenos ejemplares que ya empiezan a acusar el otoño.

La sanguiñera, o sangueño grande, que es como le dicen en Salas Altas, es un arbusto con pretensiones de árbol. Le gusta poblar pacos y quejigares, que es donde mayor porte consigue, así como en las cercanías de barrancos. Para octubre muestra racimos de frutos negros, brillantes, de sabor amargo que ingeridos pueden producir vómitos. Lástima que por aquí no crezca aquel cornejo de frutos rojos, Cornus mas, que en tierras europeas orientales es comestible, se utiliza para hacer licores y tiene el honor de ser nombrado por Homero en sus poemas, o incluso tener a la ninfa Kraneia como encarnación mítica de aquel arbusto.En definitiva, por aquí tenemos la versión agraz del género. No obstante, la sabiduría popular ha sabido encontrarle sus virtudes  y de nuestra sanguiñera  se han utilizado hojas y corteza como febrífugos, y las varas gruesas se han empleado para hacer mangos debido a la dureza de la madera.
Comenzó a florecer en lo más temprano de la primavera. Las flores, tetrámeras, están agrupadas en un ramillete en el que alcanzan todas casi la misma altura. Deteniéndose un momento junto al sanguino se podrá ver un rasgo característico: la hoja tiene nervios que confluyen en el margen y que se dirigen hacia el ápice. Son estas hojas las que ahora van adquiriendo color sanguino, color de otoño. 

Pico Saoubiste

El pico Saoubiste es una modesta cima próxima al Midi d’Ossau.  A pesar de su escasa altitud y cómodo acceso, ofrece una hermosa vista de la cara Norte del Midi, así como de las cimas que comparte Aragón con Francia.

La ruta más rápida parte de la Cabaña de l’Araille, en  el Circo d’Anéou. Espacio abierto que en verano muestra una intensa actividad ganadera. 































Además de las vacas y algún caballo, la oveja latxa, o manech que es como se denomina en Francia,  es la reina de estos pastos, y la que abastece de leche  para hacer unos exquisitos quesos, el queso brevis. El Centro pastoril y diversas cabañas son centros de producción y venta en estas fechas.


El inicio de la ruta es claro, el Soum de Pombie. Amplio collado que deja semioculto al Midi d’Ossau . A la izquierda se distingue bien el Peyreget. 









A medida que ascendemos camino de Soum de Pombie queda más lejano el paso fronterizo de El Portalet. El Valle del Alto Gállego expira en el vasto puerto.






































Una mariposa del género Brenthis está libando en la cabezuela de Carduus carlinifolius


En estos prados, cubiertos durante numerosos meses por la nieve crece Horminum pyrenaicum.


En rezumaderos de agua, la bella Saxifraga stellaris, siempre acompañada del musgo.











Con rapidez se llega al Soum de Pombie. El Midi d’Ossau rompe la suavidad de los verdes pastos con sus formidables paredes rocosas.  En la línea del horizonte vemos el collado de Suzon y  el pequeño resalte rocoso del Pico de Saoubiste al que nos dirigimos, pero antes deberemos pasar por el refugio de Pombie.


Con un buen sustrato turboso, acumulado entre las rocas, Saxifraga moschata se encuentra en su elemento.


El Midi d’Ossau , aun con toda su potencia, es lo poco que queda del esqueleto cristalino del colosal volcán que aquí se formó en la era Primaria. Hace unos 260 millones de años, en pleno periodo Pérmico,  esta área forma parte de un único continente que dibuja la totalidad de la tierra emergida en el planeta. Aquel primitivo Pirineo, formado en la  orogenia Herciniana, está situado a una latitud ecuatorial. La intensa erosión y la distensión continental que anticipa la fragmentación en los continentes actuales, provoca que haya zonas donde la corteza terrestre, en su debilidad, deje pasar magma. Como consecuencia se produce una intensa actividad volcánica en esos paisajes desérticos en los que predominan los sedimentos rojos.


  Poco queda de aquella fenomenal figura que fue el volcán aquí formado.Lo que ahora es un respetable pico fue parte de una enorme caldera volcánica, esquistos grises que son erosionados sin descanso. A los pies del Midi  queda un fantástico testimonio de la última acción glaciar: Un extinto glaciar  actuó sobre las laderas y movió ingentes cantidades de piedra. En el caos de roca se pueden apreciar las ondas formadas por la lengua glaciar , unas morrenas que todavía parecen vivas. 



Paredes del Midi d'Ossau...


...en las que el escalador  queda empequeñecido.


El leve helecho, Asplenium septentrionale, habitante de estas rocas ácidas.












Próximos al collado de Suzon el Pico Saoubiste presenta su forma ahorquillada y la hendidura que sirve para su ascenso. Detrás siguiendo el cordal de la montaña, el pico de Pombie. La morrena del Midi cubre el fondo del valle, dejando estéril una porción del fértil valle.


Gentiana burseri convive con el rododendro.











Desde el collado de Suzon se abre el paso al valle que nos llevaría a Bious Artigues en una invitación a rodear el Midi. En la cresta, como un inmenso hito el Doigt de Moundelhs.
Siguiendo el valle con la mirada, la vista nos lleva a las tierras de Gabas, a los pies del Pico de Cécy . Más próximo en la margen izquierda del valle, El pico Biscau  que cae abruptamente sobre  el valle.

Silene rupestris












El collado Sauzon queda abajo como una encrucijada de caminos. Una senda marca la línea de ascensión clásica al Midi d’Ossau que ahora nos presenta su cara Noreste.

























Las dos jorobas de este camello verde son dos de las tres puntas del Saoubiste, una empinada trocha llega a la divisoria de las puntas que permite trepar a los separados promontorios.

Una de los panoramas más atractivos que regala el Saoubiste es la erizada línea de picos que une al Lurién, Palas, Balaitus, Arriel, Sobas, Soques y Ouradé.  Vemos casi en todo su recorrido el valle de Arrious que nos recuerda paseos ,hace ya unos cuantos años ,hasta el lago de Arrious escondido en esos mundos de roca.

Es difícil sustraerse a la hipnótica figura del Midi, pero vale la pena recorrer el horizonte y descubrir rincones, algunos ya conocidos, como sucede con el Pico Peiralún, final de la cadena de las Ferraturas, antes de bajar al Collado de Sallent o de Peyrelue. Es esta sierra una erizada línea llena de barrancos verticales y crestas aéreas

Aunque más lejana, también vale la pena otear sobre el Anayet  y su compaña de descarnados montes.

Desde esta altura vemos la carretera que conduce al puerto de Portalet. Paso internacional de historia secular. El pico Estremere/ Portalet oculta parcialmente el puerto viejo de Sallent.
 El Puerto Viejo de Sallent fue utilizado por los peregrinos de Santiago como paso rápido a través del Pirineo desde el Bigorre hasta Jaca, era el camino “d’aoussaou” , en el que tenía un papel importante el hospital de Gabas. En invierno los peregrinos eran conducidos por los canónigos regulares de Gabas a través de este puerto para ,desde el valle de Tena, llegar a Jaca en un par de jornadas. En verano el paso se efectuaba  por el col des Moines (collado de los Monjes) en dirección al hospital de Santa Cristina de Somport, cerca de Candanchú.
































Datos de la ruta: 
Fecha: 5/8/2014
Circo d'Aneou. Cabaña de Araille.1700m.
Pico de Saoubiste: 2261m.




Camino de El Pueyo. Rubia peregrina. " Mermasangre, raspagüello, hierba pegalosa"

Con las lluvias de septiembre, los campos entran en sazón y comienza a descontarse los días para la recogida de la oliva. Junto al tronco del olivo crece una hierba áspera, enreligada, de curvos ganchos en tallos y hojas, que agarran la manta de la recogida y dificultan la tarea si no se mantienen los troncos de los olivos limpios de maleza. Prospera también bajo las carrascas y quejigos, proliferando cuando se encuentra en umbrías no demasiado frías. Rubia peregrina es una mata enredadera que se extiende rastrera y se agarra como puede para cubrir, en ocasiones, las espuendas hasta hacerlas impracticables. Las hojas se disponen en verticilos, son ovaladas y duras, armadas en el margen con finos ganchitos que le permiten agarrarse a todo lo que por allí pase. Los tallos tienen la tendencia a partirse en los entrenudos. La rotura del tallo no es , en absoluto, un contratiempo para la planta. Al contrario, el fragmento roto viajará y permitirá la reproducción vegetativa del individuo. Un clon idéntico que enraizará y permitirá la dispersión de la especie. 
Es ahora, en septiembre, cuando muestra los frutos globosos, que cuando caen dejan un esqueleto de ramillas en trazados quebrados que se enredan entre sí.
El caminante atento ya la pudo ver florecer en los comienzos del verano, y quizá la recolectase para hacer un cocimiento que le ayudase a "rebajar la sangre". 
Rubia peregrina es pariente de otras yerbas "pegalosas" como comúnmente se les llama a muchas especies  de la familia de las Rubiáceas.