Ibón de Basibé

21 de junio de 2016.   Corta excursión recorriendo un paraje ahora tranquilo y silencioso, tan diferente de cuando en invierno zumban los motores de los telesillas desde el Ampriu. En el collado una vista hermosa sobre el valle de Castanesa, ahora virgen de artefactos que lo afeen, pero amenazado por los insaciables planes de Aramón con el beneplácito de unas autoridades  insensibles con nuestro patrimonio  y demasiado proclives a caer en los encantos de la especulación.




La flor de lis  (Paradisea liliastrum) en los prados próximos a la estación del Ampriú, 1.950m.

























También pronto aparece Ranunculus amplexicaulis
















Anemone narcissiflora abunda en torno a los 2.000m, de telón de fondo tenemos el sector occidental del valle de Benasque.




Responsable de que todo el camino disfrutemos de un aroma dulce que flota en el aire es este pequeño arbusto, Daphne cneorum





















Adonis pyrenaica, encontramos numerosos pies tanto en el lado de Cerler como del lado de Castanesa.





















No seguimos la aburrida pista que sube al collado, seguimos el pequeño torrente y pasamos por prados tapizados de Ranunculus carinthiacus.




Primula farinosa, junto a Carex nigra prosperan junto al torrente.






















Luzula nutans.2.100m


























A medida que vamos ganando altura aparecen plantas de ecología de mayor altura, como Pulsatila alpina, 2150m




































Sin dificultad hemos alcanzado el collado de Castanesa o de Basibé. Al otro lado del collado se abre el valle de Castanesa. Ahora sólo queda ir en busca del ibón que está un poco más abajo.























Aquí lo tenemos, a los pies de la Tuca de Basibé































Ahora , junto al ibón toca parar un rato a contemplar el paisaje y disfrutar de un momento de calma. Frente a nosostros está el pico Pasolobino y la Tuca Castanesa, de telón de fondo El macizo de las Maladetas y Vallibierna


























Podemos ver a la izquierda da cima del Aneto, y la cresta que lo une con Tempestades, Margalida y Russell. Algo más próximo , a la derecha la cima redondeada de Vallibierna-Culebras.




Mientras contemplamos los nomeolvides, decidimos que nos ha sabido a poco, y que bien podríamos subir un poco hacia la Pala de L'Estan. Por el pequeño circo no lo vemos claro. Decidimos volver un poco sobre nuestros pasos y ascender por su contrafuerte Norte.

















Ganamos altura con facilidad, acercándonos a los últimos remontes de Cerler. La nieve todavía aguanta. 2300m


Las algas marrones que primero cubrieron la nieve han pasado a poblar la superficie de la balsa de deshielo. Pequeñas burbujas de aire delatan su actividad generadora de oxígeno.













Soldanella alpina, avisa de que hace poco se retiró de aquí la nieve.













El ibón de Basibé queda abajo, y las crestas están cada vez más cerca


A nuestro lado tenemos las crestas formadas por estratos fuertemente inclinados.

Miramos con detenimiento y observamos la potencia del pliegue. El corazón del anticlinal se revela como un núcleo plegado en un ángulo extremadamente agudo.


El trayecto se hace rocoso  y llega a un punto en el que no hay paso franco. Unas cuerdas fijas avisan de que para seguir el paso hace falta descolgarse por rápel. Hasta aquí llegamos. Es suficiente.




































Nos damos por satisfechos por hoy. Tenemos frente a nosotros el pico Pasolobino y la Tuca de Castanesa, y a sus espaldas buena parte del Pirineo de Benasque.





Aneto


19 de Junio de 2016. Ascensión al pico Aneto desde el refugio de la Renclusa, formando parte del grupo organizado por el club Montañeros de Aragón - Barbastro.

Esta noche ha caído una leve nevada y el termómetro no ha llegado a cero. Los rododendros están recubiertos por la helada escarcha, pero ahora con el alba las cumbres aparecen incendiadas en tanto que cerca del refugio de la Renclusa las sombras comienzan a ceder.

























Las brumas entran del norte y se tragan todo cuanto encuentran a su paso. Parece que la fortuna nos acompaña, ya que se quedan a las faldas del macizo de las Maladetas.
La nieve recién caída facilita mucho la progresión y hace que las pisadas en la nieve sean más estables.
La niebla juega  en las laderas y tan pronto esconde como presenta los horizontes.
El valle de Benasque sigue sumido en las sombras. El ibón de Paderna aparece minúsculo a la derecha del pico Paderna.
Acercándonos a Los Portillones

El Portillón superior.

La cima del Aneto parece todavía lejana. 

Pasado el Portillón, nos vamos adentrando en el dominio del glaciar. La nieve caída impide distinguir dónde el antiguo hielo comienza.

Junto a un resalte rocoso había florecido Saxifraga opositifolia. La nieve de esta noche y el rehielo la han cubierto y está allí atrapada bajo una fina capa de hielo.

La "gabacha" amenaza y forma un espeso mar de nubes.
Pequeñas ventanas dejan ver en blanco y negro retazos del paisaje. En este caso el Col de Toro

El flanco de los Portillones, umbral creado por el glaciar, va quedando atrás.




















Queda un largo trecho, pero con escasa pendiente, en un mar blanco. La cima del Aneto marca el rumbo.

A pesar de la distancia, la reciente nevada nos permite progresar con rapidez hasta el collado de Coronas. La cima cada vez queda más cerca.

Los picos de la divisoria fronteriza quedan desdibujados por la niebla.

Una parte del grupo tomamos unos minutos de descanso en el collado Coronas antes de acometer la última pendiente.


 La monotonía de la nieve pronto dejará paso a la roca. La pendiente es pronunciada pero la proximidad de la cima estimula, y deseo  tocar la  roca
El collado nos permite lanzar una mirada hacia el sur.
La Tuca del collado Coronas, detrás el pico Coronas, y sobre ambos el Pico Maldito.

La ganancia de altura se va notando en el cambio de perspectiva de las cumbres que nos rodean, todas pasan a estar por debajo de nuestra mirada. En la base del circo de Coronas se aprecia una superficie blanca y lisa, es el lago del mismo nombre.

Estamos a escasos metros de la cima, sólo nos separa el "paso de Mahoma", puente aéreo abierto a los abismos.

Ya en la cima del Aneto, corresponde contemplar con calma el horizonte. El Posets, reluce allá lejos, como príncipe del Pirineo que es. Hacia el Este la lejana Cotiella todavía mantiene una pequeña mancha blanca. Más al este el Turbón casi tapado por Roques Trencades y Tuca de Castanesa. Ya en el extremo de la izquierda el dúoBallibierna-Culebras


La coma de San Adrián, meridional valle glaciar que parte en dos la mole del Turbón


Ballibierna-Culebras. Cima doble separada por el paso del Caballo, lisa roca gris interpuesta entre ambas cimas.


El horizonte hacia el norte sigue cubierto, aunque algo se despeja hacia el Este. Así podemos ver el valle de Salenques (derecha). La tuca de Mulleres aparece con claridad por su cima plana cubierta de nieve, y la Tuca de Salenques que se aproxima al Aneto por crestas cubiertas por la niebla. A la izquierda una canal vertical cubierta de nieve señala la Tuca de Barrancs que despunta a su derecha. Las Forcanadas aparecen entre la niebla a su espalda.

El macizo de las Maladetas se extiende hacia el Este y separa el valle de Salenques del valle de Ballibierna



Intenso frío en este mediodía de Junio. En la cúspide del Pirineo, soñando con nuevos horizontes por descubrir.


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Arum italicum, matafuego.

Aunque en Barbastro las hogueras ya se encendieron la noche del lunes con motivo de San Ramón, este año coincidiendo con la entrada del verano, en muchos otros lugares el fuego se prende para recibir la madrugada de San Juan. Dominar el fuego, jugar con él, conlleva también manejar sus antídotos. El matafuego es una planta que gusta de lugares sombríos, donde el sol no le toque. Forma unas amplias hojas en forma de alabarda, brillantes, de  color verde sombra, a menudo con los nervios teñidos de blanco o amarillo verdoso. Todas las hojas se abren desde el suelo, y del centro sale un tallo terminado en una vaina foliar  abierta que rodea un mazo donde se agrupan todas las flores.

El matafuego es planta vulneraria especialmente indicada contra las quemaduras, Se aplica fresca sobre la piel quemada, quitando previamente la primera capa de piel que cubre las hojas. Similar resultado se obtiene sobre heridas.También se trataban durezas y callos aplicando la pasta producida al moler la raíz de esta planta que resulta ser un tubérculo. Con todo la planta no debe ser ingerida ya que es tóxica.
Aunque es una planta escasa, podremos encontrar unos cuantos ejemplares en las orillas del río Vero. Debajo del puente de Santa Fe, o recorriendo el sendero que contracorriente remonta el río hasta la ermita de la Virgen del Plano.