La singularidad caliza del Pueyo de Barbastro, promontorio rocoso en un entorno de yesos y glacis, permite que allí crezcan especies rupícolas. Esta es una más de las uguetas o arrocetes con las que antaño podían jugar los niños a comidetas haciendo uso de las pequeñas y gruesas hojas. Es planta de hojas carnosas ( pertenece a la familia de las Crasuláceas) , y por tanto especializadas en la acumulación del agua para poder sobrevivir a fuertes insolaciones y escasas precipitaciones.
La vemos encaramada formando apretadas matas, con gran número de brotes estériles, siempre aprovechando el escaso suelo que pueda encontrar en una fisura de la roca. En ocasiones, creo yo que dependiendo del estrés, las hojas se vuelven rojizas. Estas hojitas se distribuyen apretadamente en la base, y a medida que crecen los tallos de agrupan en pares opuestos o en ocasiones en verticilos.
Las flores son pentámeras, blancas, estrelladas, pequeñas.
En conjunto tiene el aspecto de llevar una cubierta de fina borra, glandulosa. Esto promovió el nombre específico, dasyphyllum, compuesto por los términos griegos dasi (peloso, espeso) y fillon (hoja).
Como la mayor parte de sus parientes del género sedum se han utilizado para hacer cataplasmas cicatrizantes. También es común en todas ellas la presencia de alcaloides que las hacen algo tóxicas.
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