Unos días atrás comentaba en este blog el acierto del sendero creado junto al cauce del río Vero desde Barbastro hacia el norte. Elogiaba que se hiciera con un mínimo de anchura para que sólo una persona tras otra pudiera caminar por él. Hoy quiero argumentar ese aplauso con ejemplos. Para quien no conozca este territorio diré que esto es el Somontano, con un clima mediterráneo continentalizado y una altitud en todo este recorrido del Vero que va de los 330 a los 370m. El trayecto desde Barbastro a Castillazuelo nos permite conocer vegetación arbórea de ribera en formación bastante madura constituida fundamentalmente por chopos (Populus nigra) y sauces (Salix alba), en el que se intercala la tremoleta (Populus tremula) y el chopo blanco (Populus alba).
Una cubierta intermedia, densa y con gran continuidad la constituyen los cornejos (Cornus sanguinea). Ambas cubiertas de frondosas sirven de apoyo a la madreselva (Lonicera etrusca) y la betiquera (Clematis vitalba). El piso inferior lo cubre una amplia corte de plantas, entre las que cabe destacar por su profusión Euphorbia amigdaloides, Emerus major y la hiedra (Hedera helix). La humedad del río, la sombra creada por la cubierta de árboles y el encajonamiento entre terrazas fluviales hace que una buena parte del recorrido sea sombrío y fresco. Es aquí donde aparecen algunas plantas que merece nombrar. Por una parte están las orquídeas del género Epipactis.
Están representados los grupos helleborine, tremolsii y atrorubens. Ocupan diversos grados de sombra y humedad, pero en general representan especies adaptadas a los bosques de caducifolias en ambientes nemorales y ribereños.
Por otra parte están las orquídeas del género Platanthera.
Muy cerca de nuestros pasos veremos Platanthera chlorantha y algo más escondida Platanthera bifolia. En los dos casos estamos ante una novedad en la provincia de Huesca, ya que las ubicaciones de estas dos especies se sitúan normalmente a partir de 1.000 metros, en ambientes Prepirenaicos o Pirenaicos. Una localización intermedia en torno a los 550m describe José Vicente Ferrández en Lamata. Aquí la pregunta que surge es si están aquí porque el río ha sido vector de migración de estas especies, o bien si estos ambientes ribereños a baja altitud constituyen una reserva o refugio de estas especies. De ser cierta esta última hipótesis, los ejemplares que contemplamos en este recorrido servirían de testigo para hacernos una idea de cómo era la vegetación en épocas pretéritas, antes de los cambios climáticos de los últimos milenios, y de la intervención del hombre en la naturaleza.
No todo el recorrido es húmedo y sombrío, en ocasiones se aleja del cauce o bien trepa por la terraza fluvial, abriéndose a espacios más abiertos y soleados. El esquema arbóreo cambia y predominan los quejigos (Quercus faginea) que alternan con fresnos (Fraxinus angustifolia) chinebros ( Juniperus oxicedrus) y algún que otro pino (Pinus halepensis). El cambio de condiciones climáticas hace que predomine el jazmín (Jasminum fruticans) escobizos (Osyris alba). La vegetación experimenta un cambio gradual a medida que nos alejamos del curso del agua y tornan temperatura, humedad y exposición solar. En estos ambientes intermedios nos encontramos con otras orquídeas como Ophrys apifera, Limodorum abortivum, y Cephalanthera damasonium. Pero los casos más excepcionales los representan la compleja familia de las Orobancheas.
Una cubierta intermedia, densa y con gran continuidad la constituyen los cornejos (Cornus sanguinea). Ambas cubiertas de frondosas sirven de apoyo a la madreselva (Lonicera etrusca) y la betiquera (Clematis vitalba). El piso inferior lo cubre una amplia corte de plantas, entre las que cabe destacar por su profusión Euphorbia amigdaloides, Emerus major y la hiedra (Hedera helix). La humedad del río, la sombra creada por la cubierta de árboles y el encajonamiento entre terrazas fluviales hace que una buena parte del recorrido sea sombrío y fresco. Es aquí donde aparecen algunas plantas que merece nombrar. Por una parte están las orquídeas del género Epipactis.
Epipactis microphylla |
Por otra parte están las orquídeas del género Platanthera.
Platanthera bifolia |
No todo el recorrido es húmedo y sombrío, en ocasiones se aleja del cauce o bien trepa por la terraza fluvial, abriéndose a espacios más abiertos y soleados. El esquema arbóreo cambia y predominan los quejigos (Quercus faginea) que alternan con fresnos (Fraxinus angustifolia) chinebros ( Juniperus oxicedrus) y algún que otro pino (Pinus halepensis). El cambio de condiciones climáticas hace que predomine el jazmín (Jasminum fruticans) escobizos (Osyris alba). La vegetación experimenta un cambio gradual a medida que nos alejamos del curso del agua y tornan temperatura, humedad y exposición solar. En estos ambientes intermedios nos encontramos con otras orquídeas como Ophrys apifera, Limodorum abortivum, y Cephalanthera damasonium. Pero los casos más excepcionales los representan la compleja familia de las Orobancheas.
Orobanche clausonis |
Orobanche camphorosmae |
Vemos que el Vero hace de vía de conexión de especies que tienen espacios geográficos opuestos, situados tanto al norte como al sur. El río Vero une los piedemontes pirenaicos con las llanuras de la Depresión del Ebro.En ocasiones lo excepcional no va unido con los llamativo. La más peculiar encontrada recientemente en este trayecto de Barbastro a Castillazuelo es una pequeña gramínea anual, Phleum arenarium, que vive tal y como dice su nombre en suelo arenoso dejado por el Vero. Hasta la fecha se había citado en Aragón solamente en un carrascal de suelo arenoso de Monzón.
Phleum arenarium |
Como decía al principio, con argumentos defiendo que este camino siga manteniendo estas características de sencillez y mínima intervención sobre el espacio que recorre. A poca distancia de nuestros pasos, incluso me atrevería decir centímetros, viven especies vegetales que son muy raras por la ubicación geográfica y altitud en la que se encuentran. De nuestra actitud depende que sigan allí llenando con su biodiversidad esta isla ecológica que es el trayecto entre Barbastro y Castillazuelo.
PD. Mi agradecimiento a José Vicente Ferrández. Hacer el recorrido del Vero contigo fue enriquecedor y divertido a la vez.
PD. Mi agradecimiento a José Vicente Ferrández. Hacer el recorrido del Vero contigo fue enriquecedor y divertido a la vez.
Mapas y datos de la ruta de Barbastro a Castillazuelo pasando por Poyet y de Castillazuelo a Poyet por el camino clásico en wikiloc:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=18002106
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=18100755
Gracias por deleitarnos con estas explicaciones, de verdad que son magníficas y ayudan a comprender nuestro entorno para conservarlo mejor.
ResponderEliminarMuy buena crónica, Juan. Veo que la Epipactis pequeña y peludita es la microphylla, reconocible por las crestas de su labelo. No me importaría repetir el recorrido más veces.
ResponderEliminarSiempre que quieras. Será un placer.
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