Punta Cochata y Punta Tarmañones

26 de mayo de 2013. Excursión fácil, cómoda, con soberbias vistas en pleno corazón del valle de Tena. Un buen lugar alternativo a las altas cumbres, que en estas fechas entrañan más dificultad. Además permite contemplar varias curiosidades geológicas y botánicas. Un espacio donde caminar reposado, de donde sacar contenido a este rincón del Pirineo.
Acer opalus
Comenzamos a caminar desde  la carretera que une Sandiniés con Escarrilla. Una pista cortada al tráfico sube suavemente , primero entre prados que ya están dispuestos para el ganado. La gente de la montaña ya ha tendido los pastores eléctricos y las vacas están dando cuenta de la primera hierba, cercana al pueblo, antes de subir  a los pastos alpinos.
Junto a la pista algún acirón presenta sus discretas flores.


Diferentes castas de Dactylorhiza sambucina motean los prados con sus diferentes colores.


Un pequeño hayedo sombrea la pista.
Al pie de las hayas, comienzan a salir las pequeñas flores de Oxalis acetosella, adornadas con un delicado diseño de venas rosa púrpura.


Linaria supina subsp. pyrenaica, con el tallo y parte de las flores cubiertos de una densa vellosidad glandular.


la Musgosa (Anthocharis cardamines), en este caso hembra.



Erysimum ruscinonense. Todavía no ha comenzado a fructificar y presenta la primera generación de flores del año.

Frente a nosotros los muros as Grampas, anticlinal  formado por calizas y pizarras devónicas,  con el flanco meridional truncado en abruptas paredes cortadas por el barranco del Escarra. A  sus pies discurre la senda d'as Crampas que parte de Escarrilla y lleva al embalse de Escarra, camino " de los forzados", triste historia de presos condenados a trabajos forzados empleados en la construcción de una presa
















































Una Orchis mascula recibe la visita de una bella mariposa. Es la Blanca verdinervada ( Artogeia napi) que libando  el néctar, no presta atención a mi proximidad.


Terminada la pista, una barrera para el ganado marca el punto en el que dejamos el ancho camino que lleva al Saldo, y en su lugar una estrecha senda asciende apuntando hacia la Cochata. Los artos todavía no se cubren de hojas.
Una franja de rocas interrumpe de forma abrupta la vegetación, es un caos de grandes rocas que bajan desde la divisoria entre Cochata y peña Cantero. La lengua del caos está rodeada por una cinta verde de bojes.La escasa inclinación de la pendiente y la longitud de la lengua rocosa (casi un kilómetro) no justifica su interpretación como un cono de deyección, más bien se podrá interpretar como un corrimiento en masa rocoso que afecta a las calizas, quizá en un momento de fuerte fusión de nieves o hielos.













Un grupo de Gentiana verna afectado parcialmente por una modificación en la pigmentación que le hace perder la tonalidad intensa característica.
Campanetas de puerto, petaderas, perolez,  múltiples nombres para  Narcissus pseudonarcissus, que se encuentra con frecuencia  en el valle de Tena a nada que se pase por cualquier pasto supraforestal desde primavera hasta entrado el verano.

Gagea fragifera  aparece en algún rellano donde todavía quedan restos del sesteo del ganado de la temporada pasada.

 Globularia repens se aferra a las rocas que van asomando a medida que tomamos altura. Pequeños arbustos de gruesa hoja lanceolada que con un entramado denso  de ramas tapiza apretadamente la roca.

Ya llegamos al pie de la punta Cochata,  quedan restos de nieve. En el pasto se aprecia el cambio de color allí donde la nieve se ha retirado recientemente. Al fondo  Panticosa pueblo, y las cumbres blancas de Mallarruego,  con el valle elevado de Yenefrito frente a nosotros y  el Escuellas.  La sierra de Tendenera cierra la panorámica por la derecha.
Desde este lugar, punta Cochata muestra una airosa figura. En realidad los restos del desgaste de un anticlinal que ha sido erosionado en su lado oeste hasta quedar reducido a un resalte rocoso.
Agazapada junto a un bloque errático, una "matacabras" (Daphne mezereum) comienza a mostrar las rosadas flores. Huelen dulce, pero su nombre común avisa de su toxicidad.


Un suelo turboso, el agua transparente y el verde nuevo de la hierba centella (Caltha palustris) forman un cuadro  de contrastes cromáticos.
Este parece un flanco más adecuado para subir a punta Cochata.
Androsace vitaliana forma grupos encespedantes que sujetan la ladera finamente triturada por los constantes procesos de hielo deshielo.
La sabina rastrera (Juniperus sabina) no se arredra en los lugares más verticales. Forma una buena colonia en Punta Cochata.
Largas ramas de sabina rastrera desparramándose en cascada.
Sabía de la existencia de ranas arborícolas, pero de las lagartijas no tenía noticia. La tupida frondosidad de la sabina rastrera le facilita, sin duda, el paseo.


Ya en la cima ,contemplamos los extensos panoramas. Hacia el norte la franja blanca muestra alturas que superan los 2.800 mts. La mancha gris que forman las calizas de Forata contrasta entre los picos de Soques, Arrieles. Asoma Balaitus y continúa la cinta blanca hasta Argualas.

La segunda singularidad geológica del día la tenemos en frente: el pico Pacino muestra su estructura interna. Un pliegue tumbado en forzado ángulo agudo que además presenta una fractura vertical  con desplazamiento de los dos bloques tal y como indica la discontinuidad de los estratos.
El Midi d'Ossau, sempiterno guardián en el Valle de Tena. En el primer término vemos asomar las hayas que suben de la selva de Sallent por detrás de las redondeadas lomas de Punta Tosquera. Este frente de pliegues anticlinales muestra una estructura geológica compleja.

Formando parte de toda la estructura geológica del anticlinal que desde Pacino se extiende hasta Grampas, un bonito pliegue formando un "rulo".

Desde la cima podemos apreciar el movimiento masivo rocoso. Forma una rectilínea lengua en la que se distingue un contorno elevado


Hacia el Oeste-Sudoeste se extiende el valle Lana Mayor, modelado por un glaciar extinto. El embalse de Escarra recoge las aguas del sector Este. A la izquierda Punta Tarmañones, con característico aspecto de domo, pizarras erosionadas en suaves formas. No lo teníamos en los planes, pero empezamos a barajar la posibilidad de subir luego hasta allí y ampliar la vista hacia la parte central del malle Lana Mayor. De fondo la sierra de la Partacua.

No lo pensamos más y comenzamos a descender de Cochata para encaramarnos a punta Tarmañones, pero antes queremos asomarnos un poco más allá y localizar el ibón de Tramacastilla desde lo alto. Aunque damos un poco de rodeo nos permite contemplar una curiosa vista de Cochata. Desde cada ángulo presenta un aspecto distinto, ahora el de un curvo diente.
El ibón de Tramacastilla aparece tras las redondeadas lomas, restos morrénicos del extinto glaciar de Lana Mayor.


Ya en la cima de Punta Tarmañones, hacia el Sur-Sudeste, el embalse de Búbal. Los tejados de pizarra de Sandiniés, Pueyo y Panticosa dan nota de presencia humana al paisaje. La Laguna Turbia marca la dirección de la ruta si viniéramos hasta Tarmañones desde Sandiniés.
Este es el aspecto que presenta la cuenca del río Caldarés, con el valle de Yenefrito en el frente, la sierra de Tendenera y el espacio de esquí de Panticosa, con el Mandilar todavía con algo de nieve.

Una visión más amplia del sector norte, con Cochata y Pacino en primer término y la línea que une Balaitus y Argualas.

La abertura del valle de Tena hacia el Valle de Biescas. De fondo el Oturia, en primer término el embalse de Búbal  y los pastos de Piedrafita.






























Por último , una vista cercana de la Punta Cochata, donde se aprecia perfectamente la lengua  rocoso que se extiende a sus pies


Track de la ruta:



Camino de El Pueyo. Cephalanthera damasonium

Es Cephalanthera damasonium una orquídea más de las que pueblan las faldas de El Pueyo.  
Es planta autótrofa, es decir que por fotosíntesis produce los nutrientes que necesita, aunque como es habitual en esta familia su prosperidad depende de hongos específicos que habitan en sus raíces, razón por la cual es difícil la reproducción  una vez desarraigada. Sigue la estrategia familiar de reducir el tamaño de las flores a cambio de reunir numerosas en un mismo tallo para así atraer mejor a los insectos que utiliza para su reproducción. Las flores  tan apenas se abren por lo que no es frecuente verla con los pétalos desplegados.  Prospera allí donde hay suficiente humedad , eligiendo para ello lugares de bosque umbroso, recordando en su base genética aquellos lugares que permanecieron intactos a los fríos extremos de las últimas glaciaciones y que conservan algunos rasgos del clima subtropical de evolución hacia el mediteráneo actual.
En el entorno de El Pueyo es muy escasa, y corre peligro de desaparición si se recolecta. Es imprescindible utilizar sólo la cámara de fotos y no cortarla, aunque se respetasen las raíces. Además es preciso tener cuidado de no alterar el sustrato donde habita. 
Tiene dos parientes cercanas C. rubra, de color purpúreo, y C. longifolia, de hojas más largas y agudas y flor blanca.
No conozco nombre popular para esta planta, como tampoco ha tenido uso alguno ,que yo sepa. Pero para que nadie se sienta desilusionado haremos unas breves cuentas:  La familia de las orquídeas es de las que presenta más diversidad  en especies, unas 300.000 en todo el mundo. En el Altoaragón se encuentran unas 65 , sin contar las hibridaciones. En una pequeña área al pie de El Pueyo, de tan apenas unos 200 metros de largo por unos 50 de ancho, podemos encontrar 7 especies diferentes, pertenecientes a cinco géneros distintos: ophrys,  orchis, cephalanthera, limodorum, epipactis (algunas ya las hemos comentado en este blog) .Creo que es significativa esta concentración para pensar en la riqueza florística de un espacio tan pequeño y cercano a Barbastro, y por eso merece la pena contemplar con admiración y respeto una flor como ésta  e intentar recordar su nombre, aunque éste sólo sea el científico.

Camino de El Pueyo. Roemeria hybrida y Papaver hybridum. Otros ababoles.

Roemeria hybrida
El sábado pasado acompañé a un grupo de críos y sus padres por el camino hacia el Almerge, saliendo desde el Pueyo. Son miembros del club Montañeros de Aragón  de Barbastro al que también yo
pertenezco. La idea era acercarles al mundo de la botánica. Me sorprendió la rapidez con la que se entusiasmaron y la constancia de su curiosidad a lo largo de todo el camino. Yo estaba feliz porque veía una actitud positiva, inteligente en todos ellos. Cuando yo salgo a la montaña, o cuando voy por cualquier camino, el recorrido tiene tanto valor o más que la meta. No me importa el tiempo que invierta, ni si voy deprisa o despacio. Me interesa el contenido que puedo extraer de esa excursión. Tengo una especie de despreocupación de todas esas cosas que vienen a ser incluidas en lo que se denomina deporte. Quizá por eso estaba feliz, porque estos críos vivieron la excursión de la misma manera, con despreocupación, sólo atentos a lo que aparecía por el camino, intentando aprehenderlo. Una cosa que les sorprendió fue la existencia de varios ababoles. Estaban acostumbrados a ver la amapola común (Papaver rhoeas), pero no se habían dado cuenta que por allí también estaba Glaucium corniculatum (ya referido en este blog hace más de un año). Y el que les encantó fue Roemeria hybrida. Quizá por la novedad del color, pero yo creo que también porque es una planta que percibimos delicada. Roemeria hybrida no abunda por nuestro entorno, sin embargo cuando aparece viene acompañada formando comunidades dispersas. A veces la encontramos en el mismo linde del camino, otras en cambio ocupan yermos o esos espacios entre oliveras que están a medio camino entre el cultivo y lo salvaje.

Papaver hybridum
Motivados los críos a la observación cayeron también en cuenta que había otro ababol más. Primero pensaban que era un planta algo raquítica, que por fuerza de los malos suelos crecía un poco "arguellada" y presentaba una flor más pálida y no tan rutilante como el ababol común. En cuanto les hice ver  que debían fijarse en los detalles se percataron de que tenían otro ababol más en la nómina: Papaver hybridum. Una pequeña amapola que a veces crece solitaria, otras hace hermosos conjuntos, y en el que unos rasgos diferenciadores característicos son , además de las mayor sencillez de la flor, la forma del capullo, y la capsula que resulta tras madurar la flor.
A lo largo de la mañana pudimos ver cómo ruedan las matas de la salsola capitana al más típico estilo del oeste, cómo la salseta es un auténtico campo de aterrizaje para los coleópteros, saboreamos las hojas de los majuelos, y cogimos brotes tiernos de fenojo. En fin , un día de disfrutes sencillos con unos acompañantes de lujo.