Camino de El Pueyo. El liquen Cladonia pyxidata

La natural carestía de flores en esta época invernal no es obstáculo para continuar con los paseos en los que descubrir sorprendentes mundos naturales. En la escala de lo diminuto tienen un lugar privilegiado los líquenes. Aunque no pertenezcan al reino de las plantas, haremos una excepción en estos paseos botánicos.  Para comenzar, conviene recordar que un liquen es un hongo que vive asociado con un alga o una cianobacteria. Viviendo en perfecta simbiosis, el alga aporta recursos nutritivos ( hidratos de carbono ) fotosintetizando el CO2 de la atmósfera. El hongo aporta los mecanismos de reproducción sexual y una altísima resistencia a ambientes secos. Tanto el hongo como el alga o  la bacteria renuncian a su vida por separado. Ambos forman una nueva unidad que es el liquen.
Del género Cladonia vemos ejemplares en los verticales taludes arcillosos que bordean algunos trechos del camino de El Pueyo.  Forman como pequeñas urbes futuristas. Posiblemente se trate de C. Chlorophaea, un liquen frecuente en ambientes secos que es pionero en la colonización de suelos erosionados.  
Todo es tan minúsculo en los líquenes que cuando los aumentamos con la lupa o con el macro de la cámara, se nos desvelan estructuras sorprendentes. Este liquen muestra una base escamosa de donde salen estructuras alargadas, acampanadas donde se distribuyen gránulos verdosos que, cuando se desprenden, permiten la reproducción asexual del liquen, ya que tienen tanto células del hongo como del alga con la que se asocia.
De los líquenes me admira su poder colonizador, su alta resistencia a las condiciones desfavorables. Pueblan lugares tan extremos como los fríos circumpolares o la extrema aridez de los desiertos. Extienden sus costras verrugosas por rocas, troncos,  suelo desnudo e incluso se incrustan en los  muros de nuestras viviendas.  En estos lugares absolutamente inhóspitos para otros seres vivos, los líquenes son la avanzadilla de la vida terrestre. Su lento crecimiento y la continua generación de materia orgánica van dejando un leve pero esencial sustrato que posteriormente aprovecharán las plantas. Animales herbívoros ramonearán los filamentos de algunos de estos líquenes hasta el punto de que se conviertan en su dieta básica. Los líquenes ocupan un espacio tan importante en el equilibrio de los ecosistemas que merecen ser contemplados con veneración. Aunque sean tan pequeños.

1 comentario:

  1. Hola Juan, a ver cuando llega la primavera y nos damos una vuelta ..... los de http://www.biodiversidadvirtual.org/ me dijeron que se trataba de : Cladonia pyxidata (L.) Hoffm.

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