Camino de El Pueyo. Senecio vulgaris. "hierba cana"


Importa bien poco que sea pleno invierno para que podamos encontrarnos aquí y allá la hierba cana.
Perteneciente a la familia de las Compuestas, las flores se agrupan en pequeños capítulos, y varios de estos capítulos se arraciman  al final del tallo. Los capítulos carecen de lígulas ( los falsos pétalos de algunas compuestas) y las florecillas se aprietan en el estrecho espacio que dejan las brácteas del involucro. Así constreñidas llegan a la madurez, momento en el que el involucro cede y las semillas , provistas de blanco vilano, quedan expuestas al viento para iniciar la propagación. El blanco de los vilanos, unidos con la borra blanca que en ocasiones recubre toda la planta le valieron el nombre de hierba cana. Bien conocida por los boticarios, el zumo producido al machar toda la planta fue utilizada como emenagogo.
 Es planta que resiste  casi todas las condiciones, de manera que podríamos verla  en flor prácticamente todo el año. No es exigente en el suelo,  es una de esas plantas urbanas que nos encontramos habitualmente en alcorques y vagos. También  frecuenta barbechos y cultivos. Precisamente por su oportunismo, la hierba cana centró un estudio(1) de investigadores de la facultad de biología de la universidad de Friburgo, Suiza. 
Interesados en ver cómo el hábitat agrícola influye en las plantas silvestres, observaron que las condiciones del hábitat agrícola, en especial los nutrientes allí disponibles, producían variaciones genéticas en las especies silvestres. En el caso de la planta estudiada, la hierba cana, desarrollaba individuos con características hereditarias de mayor hoja y mayor producción de capítulos foliares. No es que sólo el individuo creciera más y mejor aprovechando una situación de mejora, sino que la especie se modificaba y esas variaciones en su fenotipo se extendían a su progenie.
Hace unos diez mil años las semillas del trigo fueron sembradas a partir de una especie salvaje. Al pensar en todas las especies cultivadas que el ser humano cultiva hoy en día, me pregunto en qué medida esta circunstancia descrita en la hierba cana se habrá dado en otras especies.    ¿El trigo actual viene de la mutación fortuita en algún individuo  nacido del  grano  sembrado , o fueron los cuidados de aquellos primeros agricultores los que hicieron que las espigas se modificaran genéticamente y aparecieran individuos con el grano más grande; grano más beneficioso para el hombre, pero no tanto para la especie, pues un grano  tan grande lo hace menos viable  para la reproducción natural. ¿Después de esta modificación genética involuntaria por parte del agricultor primitivo (más correcto sería decir la primitiva mujer agricultora, según los antropólogos) vendría la modificación genética voluntaria mediante la selección de la semilla? Al azar y la oportunidad,  propios de la naturaleza, se unió la voluntad del homo sapiens.

(1) American Journal of Botany 88(9): 1593–1599. 2001.
ADAPTATION OF SENECIO VULGARIS (ASTERACEAE) TO
RUDERAL AND AGRICULTURAL HABITATS
KIRSTEN A. LEISS AND HEINZ MULLER-SCHARER
Department of Biology, University of Fribourg,  Switzerland

1 comentario:

  1. Todavía me acuerdo de que esta especie fue la primera que recolecté para mi herbario en el ya lejano 1985. Muy interesante lo que cuentas del artículo de los suizos, y también todo lo demás. Un abrazo, José Vicente

    ResponderEliminar